Chivato
No s¨¦ la cantidad de anchoas y de sidra que comparti¨® Revilla con su Majestad pero ning¨²n exceso alimentario o et¨ªlico justificar¨ªa que se lo montara de chota ante los ansiosos medios
Sufr¨ª cuando Bono se retir¨® de la pol¨ªtica. Era grande en los plat¨®s de televisi¨®n, defendiendo con verborrea torrencial una cosa o la contraria. Nunca asist¨ª a sus m¨ªtines recorriendo los pueblos de su amada La Mancha, pero me aseguran que las arengas del Jos¨¦ Isbert de Bienvenido Mr. Marshall palidec¨ªan al lado de las suyas. Afortunadamente, sigue acudiendo algunas veces a las teles para hablar del estado de las cosas. O de lo que sea. Su sabidur¨ªa no tiene l¨ªmites. Es un actor gen¨¦tico y vocacional, extraordinario.
Revilla es otro de mis actores favoritos. Interpreta al hombre com¨²n, en posesi¨®n de las verdades elementales, campechano, gracioso, con una sensatez que a veces bordea el surrealismo, representante supremo de ¡°al pan, pan y al vino, vino¡±. No s¨¦ c¨®mo gobernar¨¢ la Cantabria de su alma, pero es imposible no reconocer que es un se?or muy divertido, algo excepcional entre tantos muermos de la pol¨ªtica. Pero nunca le ha hecho caso a aquella certidumbre de Leonard Cohen de que ¡°antes de aprender magia, la gente deber¨ªa de conocer la etiqueta¡±.
No s¨¦ la cantidad de anchoas y los barriles de sidra que comparti¨® Revilla con su Majestad en la audiencia que le concedi¨® el otro d¨ªa, pero ning¨²n exceso alimentario o et¨ªlico justificar¨ªa que se lo montara de chota ante los ansiosos medios nada m¨¢s salir de all¨ª. Se supone que todo lo que sale de la boca mon¨¢rquica sobre los problemas de su naci¨®n en una recepci¨®n privada es trascendente y exige el secretismo. Hay que ser muy bocas, en medio de la turbia y muy pesada movida entre los que solo quieren ser catalanes y los que les recuerdan que ante todo son espa?oles, para chivarse ante los micr¨®fonos con el tragic¨®mico: ¡°El Rey me ha dicho que la actitud de Mas es irreconducible¡±. Imagino que corre peligro el trabajo de los cortesanos que prepararon la cita. Revilla no para nunca de hablar. Y luego, pasa lo que pasa. Se acab¨® La Zarzuela para el indiscreto.
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