¡°El humor cambia todo¡±

En la primera cita de la cuentista argentina Hebe Uhart (Moreno, 1936) en la 20? Feria Internacional del Libro de Lima (FIL), la escritora respondi¨® a preguntas de dos narradores peruanos acerca de su trabajo literario: ¡°Ser escritor es volverse ojos y volverse o¨ªdos, olvidarse un poco del yo¡±, dijo, y no le alcanz¨® el tiempo para contestar sobre la influencia en su obra del escritor uruguayo Felisberto Hern¨¢ndez, a quien considera su gran maestro.

Desde que Relatos Reunidos (Alfaguara), de Uhart, recibi¨® en 2010 el premio Fundaci¨®n El Libro al mejor libro argentino de creaci¨®n literaria, cada vez es m¨¢s mencionada por sus pares como la mejor cuentista argentina ¡ªy latinoamericana¡ª pero no le gusta mucho. En una entrevista publicada en la revista peruana Buensalvaje, coment¨® el a?o pasado: ¡°Los elogios no me suenan bien, no ayudan¡±. En ese mismo registro, el de la sencillez, dialog¨® la noche del s¨¢bado con los peruanos Dante Trujillo y Katya Adaui en una mesa titulada El arte del cuento.

Para la autora argentina, los cuentos no se hacen de ideas ni de abstracciones, sino de detalles ¡ªcomo en la po¨¦tica de Hern¨¢ndez¡ª y exigen una capacidad de ver y de atender m¨¢s. Su primer libro es de 1962, ¡°publicado a los veintipocos¡±, pero pide al auditorio que no haga las cuentas para sacar su edad.

¡°El escritor tiene que olvidarse un poco de su persona, registrar sin juzgar, ser un testigo atento: el narrador est¨¢ en todos los personajes. Los cuentos los hago despu¨¦s de pasados los momentos de ira o de amor. En el momento, no puedo dar cuenta de un estado de ¨¢nimo: ?c¨®mo escribir si es un amor viviente, c¨®mo si creo que mi furia es santa y que tengo raz¨®n? Pasados cinco a?os, en un cuento puedo decir cu¨¢l es la cualidad de ese amor, de qu¨¦ forma es ese amor, qu¨¦ cosas se dec¨ªan, con qu¨¦ palabras pelean¡±, a?adi¨®.

Adaui le consult¨® acerca de la imaginaci¨®n para el momento creativo, pero para Uhart la realidad siempre la supera: ¡°Imaginaci¨®n no creo que haya tenido tanto. Tuve la suerte de nacer en un pueblo donde mis padres conoc¨ªan a muchas personas, conoc¨ªan la vida de todos y hubo much¨ªsima transmisi¨®n por la v¨ªa paterna y materna, mi mam¨¢ era una gran contadora oral, era maestra y directora de escuela¡±, relat¨®. Uhart, considerada por varios narradores peruanos la estrella de la Feria del Libro, tambi¨¦n valor¨® otro aspecto de su infancia que hoy no es tan com¨²n: Para un chico, entrar a varias casas trae un gran acopio de experiencias¡±.

La argentina reconoci¨® que en sus cuentos el humor genera siempre una distancia, pero tambi¨¦n ¡°cuando la gente es capaz de re¨ªrse de las mismas cosas se produce un acuerdo entre las personas. El humor cambia todo. Imag¨ªnense si en la pol¨ªtica la gente tuviera sentido del humor ?est¨¢ bueno, no? Hay que tomarse el pelo a uno mismo tambi¨¦n, eso es como un desdoblamiento que permite mirar. Yo tengo una veta de consejera y siempre me ha ido como la mi¨¦rcoles [mal]¡±, r¨ªe.

En el auditorio, una profesora de escuela le consulta sobre las fases para que un ni?o pueda escribir un cuento, y Uhart, antigua maestra tambi¨¦n sugiere: ¡°Cuanto mejores los cuentos, la did¨¢ctica se puede obviar si el material es interesante. Sugiero Cuentos de la selva, de Horacio Quiroga, que es como un Christian Andersen latinoamericano¡±.