¡®Winter is coming¡¯
Una de las crueldades y aciertos de esta obra maestra es mostrarnos con qu¨¦ facilidad caen buenos y malos, sin categor¨ªas morales que valgan
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Sufro un ataque de rebeld¨ªa tal ante estas tres semanas de bochorno mesetario, que me ha dado por volver al comienzo de Juego de tronos aunque solo sea por o¨ªr su mantra y consolarme con algo fresco: Winter is coming¡
Antes de enchufar el DVD, alg¨²n telediario me mostraba la ca¨ªda de los ¨ªdolos que ha emprendido Ada Colau, metiendo a Juan Carlos I en una caja de cart¨®n. Cierta desidia apenada me hizo preguntarme hasta qu¨¦ punto surtir¨¢ efecto contagio tanta ignorancia de nuestra historia reciente.
Mientras me atiborraba con la primera temporada, sent¨ªa escalofr¨ªo ante el aliento de quienes ves de nuevo vivos pero sabes ya muertos. De Edd Stark a King Geoffrey hemos aprendido gracias a la siempre caprichosa voluntad de los dioses guionistas, la futilidad que causan tanto la nobleza como la sed omn¨ªvora de poder. Una de las crueldades y aciertos de esta obra maestra es mostrarnos con qu¨¦ facilidad caen buenos y malos, sin categor¨ªas morales que valgan. ?Ser¨¢ consciente de eso Pablo Iglesias, el mayor valedor de la serie en Espa?a?
Lo que me qued¨® claro es que este verano me la volver¨¦ a tragar. Quiero regodearme en sus di¨¢logos pausados acordes con una trepidante acci¨®n, en las elegantes y revolucionarias puestas en escena, como esa en la que Pycelle, viejo miembro del consejo, relata a una puta muerta de aburrimiento las claves de algunos reinados; la incisiva mirada del carism¨¢tico enano Tyrion, la maldici¨®n vagabunda y sangrienta de los Stark, los tratados de pol¨ªtica entre el retorcido Baelish y el eunuco Varys, la cruel elegancia del patriarca Lannister, la belleza regeneradora de Deanerys Targearyan¡ El bien y el mal como ideales o motores nebulosos. La impostura del absurdo como respuesta a nuestras incertidumbres. Y Shakespeare, desde donde quiera que est¨¦, orgulloso de sus herederos David Benioff y D.V. Weiss en pleno siglo XXI.
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