Cuando viajar y divulgar es un arte

Hasta que Bill Bryson lo descubri¨®, el verano de 1927 hab¨ªa pasado bastante desapercibido, tal vez eclipsado por la primera gran cat¨¢strofe financiera global de 1929. Aquellos meses veraniegos representaron la cumbre de las esperanzas y de las ilusiones de un futuro mejor, la m¨¢xima confianza en la t¨¦cnica, la apoteosis de la Era del Jazz: Charles Lindbergh logr¨® cruzar el Atl¨¢ntico, funcionaron las primeras pruebas de televisi¨®n, Wall Street auguraba una ¨¦poca de riqueza eterna... El autor de Una breve historia de casi todo, un gran divulgador cient¨ªfico pero tambi¨¦n un escritor de viajes de humor implacable, relata aquellos tiempos en su ¨²ltimo libro publicado en Espa?a: 1927: Un verano que cambi¨® el mundo (RBA), una apasionante sucesi¨®n de an¨¦cdotas e historias que se alza como una gran descripci¨®n de una ¨¦poca en la que parec¨ªa que todo iba a cambiar para bien.

Pero no es la ¨²nica novedad relacionada con este autor, adorado en el mundo anglosaj¨®n pero que no ha tenido tanta suerte en el mundo hispano: en septiembre se estrenar¨¢ una pel¨ªcula basada en Un paseo por el bosque, en la que el personaje de Bryson es encarnado por Robert Redford y el de su acompa?ante en un viaje imposible a trav¨¦s de los Apalaches, recorriendo el sendero m¨¢s largo del mundo, por Nick Nolte. Y, adem¨¢s, despu¨¦s de escribir varios libros de historia, como Shakespeare o En casa, Bryson ha vuelto al camino y publicar¨¢ su primera obra de viajes en una d¨¦cada, The Road to Little Dribbling. Se trata de un recorrido por el Reino Unido, realizado justo 20 a?os despu¨¦s de su primer libro de viajes brit¨¢nico, Notes From a Small Island.

Viajando por Inglaterra

Aunque nacido en Estados Unidos ¡ª¡°Nac¨ª en Des Moines. A alguien le ten¨ªa que pasar¡± es la primera frase de su primer libro, The Lost Continent: Travels in Small-Town America, y toda una declaraci¨®n de principios sobre su humor¡ª, Bryson (Iowa, 1951) ha pasado gran parte de su vida en el Reino Unido. En una entrevista con este diario anticip¨® que su nuevo libro brit¨¢nico ofrec¨ªa una visi¨®n muy diferente de su pa¨ªs de adopci¨®n. ¡°Inglaterra ha cambiado, pero el que ha cambiado mucho soy yo y tambi¨¦n mi perspectiva¡±, asegur¨® en Londres. ¡°Despu¨¦s de 40 a?os, viajando por Inglaterra sigo encontrando cosas apasionantes. Por ejemplo, descubr¨ª la historia del desastre del Penlee. Un barco que naufrag¨® en las costas de Cornualles un poco antes de la Navidad de 1981. Un equipo de rescate de ocho personas sali¨® desde Mousehold con much¨ªsimo valor al mar. Murieron todos y eran voluntarios: estaban en el pub un viernes por la noche y nunca regresaron. Es muy emocionante. Son historias de ese tipo las que busco¡±.

Aunque ha cultivado muchos g¨¦neros ¡ªnunca la ficci¨®n¡ª sus libros est¨¢n, ante todo, llenos de historias memorables, no importa que sean de viajes o de divulgaci¨®n, por eso son siempre tan entretenidos. El filme de Ken Kwapis, que pudo verse en el festival de Sundance y cuyo tr¨¢iler est¨¢ disponible en la web, recoge el humor del libro, pero representa ante todo una descripci¨®n de Estados Unidos a trav¨¦s del viaje que dos amigos maduros deciden emprender por el sendero de monta?a que recorre toda la Coste Este, de sur a norte, durante el que el encuentro con un oso hambriento es lo menos malo que pod¨ªa pasarles.

Fuente de historias

1927: un verano que cambi¨® el mundo forma parte, en cambio, de sus libros m¨¢s serios (aunque entre carcajadas se aprende much¨ªsimo con los m¨¢s divertidos), como Una breve historia de casi todo, un apasionante recorrido por la historia de la ciencia, o En casa, una historia de la vida privada. Bryson describe toda una ¨¦poca, pero, sobre todo, es una fuente inagotable de historias, se trata un relato lleno de an¨¦cdotas y personajes que deja al lector clavado. Por ejemplo: cuando numerosos aviadores se dejaban la vida tratando de cruzar el Atl¨¢ntico en lo que iba a representar un cambio gigantesco en la relaci¨®n de la humanidad con el mundo ¡ªla posibilidad de viajar a cualquier lado¡ª, la prensa sensacionalista se ocupaba de un asesinato. No hay que olvidar, explica el autor, que la prensa ten¨ªa una importancia enorme porque ¡°la d¨¦cada de 1920 fue la ¨¦poca dorada de los peri¨®dicos, las ventas de diarios en esos a?os aumentaron alrededores de una quinta parte hasta llegar a 36 millones de ejemplares al d¨ªa, 1,4 peri¨®dicos por hogar¡±.

El crimen en cuesti¨®n era el caso Judd Gray. La primera versi¨®n del asunto es que dos ladrones irrumpieron en una casa, sorprendieron a la pareja durmiendo (en camas separadas), golpearon y dejaron inconsciente a la mujer y luego mataron al marido a golpes contra la ventana. La polic¨ªa no tard¨® en descubrir que los asesinos eran unos tremendos chapuzas y en localizar a la persona que los contrat¨®: la propia mujer. Entre otros detalles que se les pasaron por alto, estaba que ni se hab¨ªan molestado en deshacer la cama de la mujer, que estaba perfecta a pesar de que, en teor¨ªa, estaba pl¨¢cidamente durmiendo en ella. Judd Gray era la amante de uno de los dos asesinos. Un autor de novela negra llamado James M. Cain escribi¨® dos libros sobre un caso que despert¨® un inter¨¦s sin precedentes: El cartero siempre llama dos veces y Pacto de sangre, que Billy Wilder adapt¨® en Perdici¨®n, la pel¨ªcula con la que se inaugur¨® el g¨¦nero negro. Bienvenidos a Bill Bryson, bienvenidos al verano de 1927.