Los viejos rombos se modernizan

No son los viejos rombos, aquellos s¨ªmbolos que aparec¨ªan sobreimpresionados en la esquina de las pantallas para calificar los programas (un rombo significaba que el contenido era para mayores de 14 a?os y dos, para mayores de 18) por obra y gracia del censor de turno. Pero las televisiones tienen que ajustarse a baremos neutrales a la hora de confeccionar su parrilla y evitar emitir espacios nocivos para la infancia en determinados horarios. La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprob¨® a finales de julio los criterios, objetivos y transparentes, que han de respetar todas las cadenas (en abierto y codificadas, de TDT o por Internet) conforme a siete categor¨ªas de contenidos potencialmente perjudiciales para los menores: violencia, sexo, miedo o angustia, drogas, discriminaci¨®n, conductas imitables y lenguaje.

Estos criterios orientadores corresponden a siete categor¨ªas de edad. La m¨¢s suave es ¡°especialmente recomendado para la infancia¡± y la m¨¢s fuerte, ¡°contenidos X¡±. Entre ambas se sit¨²an ¡°apto todos los p¨²blicos¡± y los recomendados para menores de distintos tramos de edad (7, 12, 16 y 18 a?os).

Para otorgar una calificaci¨®n se tendr¨¢ en cuenta una serie de elementos ¡°moduladores¡± a la hora de valorar una conducta. La violencia f¨ªsica, por ejemplo, se considerar¨¢ apta para todos los p¨²blicos si su presencia es ¡°accesoria, m¨ªnima, fugaz y sin consecuencias relevantes¡±, pero no ser¨¢ recomendada para menores de 18 si es ¡°expl¨ªcita y detallada¡± y va acompa?ada de recursos ¡°potenciadores del impacto¡± y se exalta o recrea en el sufrimiento de las v¨ªctimas. En el caso del lenguaje ¡ªsea escrito, verbal o gestual¡ª se valorar¨¢n las expresiones, provocaciones o insinuaciones violentas y los t¨¦rminos ofensivos, indecentes, groseros u obscenos.

?Espacios reubicados

Desde que se cre¨® la CNMC, en octubre de 2013, muchos programas han estado en su punto de mira. El cine, las series o distintos formatos televisivos que cohabitan en la parrilla han tenido que adecuar su calificaci¨®n por edades al horario de emisi¨®n. Antes de su desaparici¨®n, Xplora (Atresmedia) se vio obligada a reubicar Mil maneras de morir y Empe?os a lo bestia, considerados para mayores de 18 a?os por ¡°presentar violencia f¨ªsica de forma expl¨ªcita¡±. Tampoco se han salvado las series Terapia con Charlie (FDF), Dos hombres y medio (Neox) y La que se avecina (en su redifusi¨®n en FDF) y los formatos Mujeres y hombres y viceversa (Telecinco) y Cr¨®nicas carn¨ªvoras (Energy).

Pero el programa que levant¨® m¨¢s pol¨¦mica fue S¨¢lvame diario, que conduce Jorge Javier V¨¢zquez en las tardes de Telecinco y que coincid¨ªa en parte con el horario de m¨¢xima protecci¨®n infantil (de 17.00 a 20.00). Tras las denuncias de asociaciones de telespectadores, el organismo regulador resolvi¨® que en el programa se usaba ¡°con frecuencia un lenguaje mal sonante, vulgar y soez¡± y ¡°se banalizaban determinados temas de car¨¢cter sexual¡±. Mediaset, due?o de Telecinco, actu¨® r¨¢pido y para seguir emitiendo su buque insignia vespertino decidi¨® desdoblarlo: una primera parte, fuera del horario de especial protecci¨®n, sin cambios y bajo el t¨ªtulo de S¨¢lvame naranja, y una segunda, S¨¢lvame lim¨®n, con un tono m¨¢s relajado.

Encargada de vigilar los contenidos y las emisiones publicitarias ¡ªfunciones que en otros pa¨ªses ejercen los respectivos consejos audiovisuales¡ª, la CNMC explica que con los nuevos criterios pretende que todos los operadores televisivos cuenten con un sistema transparente y ¡°predictible¡± en la defensa de la infancia. Y subraya que estas pautas tratan de alcanzar un ¡°equilibrio¡± entre diferentes derechos fundamentales: la libertad de expresi¨®n, informaci¨®n y de empresa, por un lado, y la protecci¨®n a los menores, por otro.