Nunca conoceremos a Rulfo, pero tampoco dejaremos de intentarlo
En el 60 aniversario de ¡®Pedro P¨¢ramo¡¯ un conjunto de ensayos busca nuevos ¨¢ngulos sobre un libro tan sucinto como inagotable
En 1974, en una entrevista en Caracas ante un auditorio lleno de estudiantes, Juan Rulfo dijo: ¡°A Pedro P¨¢ramo?yo le quit¨¦ muchas p¨¢ginas, como unas 100 p¨¢ginas, pero despu¨¦s ni yo mismo lo entend¨ª¡±. Este a?o se cumplen seis d¨¦cadas de la publicaci¨®n de su obra maestra y el enigma sobre el que bromeaba el genio mexicano, fallecido en 1986, sigue vigente. En Pedro P¨¢ramo, 60 a?os, editado por RM y la Fundaci¨®n Juan Rulfo, 18 acad¨¦micos ensayan nuevas perspectivas de an¨¢lisis sobre un libro tan sucinto como inagotable.
Se ha ligado la complejidad de Rulfo a su infancia (hu¨¦rfano a los diez, enviado por sus abuelos a un internado) o directamente ¡°a un don¡±, ¡°a un puro milagro¡±. Pero ¨¦l dej¨® dicho, seg¨²n cita uno de los estudiosos, que lo decisivo en su formaci¨®n fue tener acceso a la biblioteca del cura de su pueblo, Ireneo Monroy, quien se llevaba libros de las casas con la excusa de ver si estaban permitidos, ¡°pero lo que hac¨ªa en realidad era quedarse con ellos¡±. ¡°Las novelas de Alejandro Dumas, las de V¨ªctor Hugo, Dick Turpin, Buffalo Bill, Sitting Bull¡±.
La erudici¨®n es una de las explicaciones de la profundidad de Rulfo. En los a?os cuarenta estudi¨® tanto a Rainer Maria Rilke que transcribi¨® de pu?o y letra partes de sus Eleg¨ªas de Duino. En el libro se apunta una especial relaci¨®n con Melod¨ªa del amor y muerte del corneta Crist¨®bal Rilke, cuyo ¡°Cabalgar, cabalgar, cabalgar. Durante el d¨ªa, durante la noche, durante el d¨ªa¡±, recuerda en Pedro P¨¢ramo a ¡°Los ca?os borbotaban, hac¨ªan espuma, cansados de trabajar durante el d¨ªa, durante la noche, durante el d¨ªa¡±.
Detr¨¢s de su novela tambi¨¦n hay mucho conocimiento de geograf¨ªa e historia de M¨¦xico. ¡°La toponimia antigua le apasionaba¡±, escribe V¨ªctor Jim¨¦nez, director de la Fundaci¨®n.
Un ensayo relaciona Pedro P¨¢ramo con la Teor¨ªa est¨¦tica de Theodor W.?Adorno, otro con el poeta rom¨¢ntico Jean Paul Richter. Otro detalla que ha encontrado en el libro ¡°145 frases lapidarias¡± y las divide en ¡°m¨¢ximas, vaticinios, juicios y sentencias¡±. Una investigadora de la Universidad de Tokio establece una conexi¨®n con el teatro japon¨¦s noh. Un acad¨¦mico de Utah cuenta la historia de John Gavin, un gal¨¢n de Hollywood que intepret¨® al cacique Pedro P¨¢ramo en la primera adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del libro, fracas¨® y a?os despu¨¦s fue nombrado embajador en M¨¦xico por Ronald Reagan.
La erudici¨®n de Juan Rulfo, que empez¨® de ni?o con la biblioteca del cura de su pueblo, es una de las razones de la profundidad de la obra del genio mexicano
Pedro P¨¢ramo es un relato rural en el que hablan los muertos. Un ensayista menciona la ¡°aparente paradoja de su realismo e irrealismo a la vez¡±. Otro, que no se puede leer ¡°como historia de fantasmas o, de manera un tanto m¨¢s neutral, siquiera como relato fant¨¢stico¡±. La breve obra, unas 100 o 150 p¨¢ginas seg¨²n la edici¨®n, es un pozo conceptual y una mina abierta de belleza. En uno de los textos se define al prosista Rulfo como ¡°el poeta mexicano m¨¢s importante del siglo XX¡±, entre otras cosas por la materialidad sonora de su escritura: ¡°La cama era de otate cubierta con costales que ol¨ªan a orines, como si nunca los hubieran oreado al sol¡±. Una acad¨¦mica recalca el uso del ¡°como si¡±. ¡°Como si estuviera abandonado¡±. ¡°Como si no existiera¡±. ¡°Como si no tuviera sangre¡±. ¡°Como si escuchara alg¨²n rumor lejano¡±. ¡°Como si estuviera viendo saltar cabras¡±.
En otro texto se habla de la sutil violencia verbal de la obra. Como este di¨¢logo entre Juan Preciado y el arriero Abundio Mart¨ªnez:
"El caso es que nuestras madres nos malparieron en un petate aunque ¨¦ramos hijos de Pedro P¨¢ramo. Y lo m¨¢s chistoso es que ¨¦l nos llev¨® a bautizar. Con usted debe haber pasado lo mismo, ?no?
¨CNo me acuerdo.
¨C?V¨¢yase usted mucho al carajo!
¨C?Qu¨¦ dice usted?
¨CQue ya estamos llegando, se?or".
Otro aspecto llamativo de la obra es la ausencia de personajes ind¨ªgenas. S¨®lo aparecen una vez, cuando bajan a Comala a vender sus hierbas. ¡°Los indios llegan bajo la lluvia y se van bajo la lluvia¡±, dice el ensayista que aborda el tema. Rulfo s¨®lo escribi¨® tres libros en toda su carrera, en los a?os cincuenta, y el resto de su vida lo dedic¨® al Instituto Nacional Indigenista, donde se encarg¨® de editar una de las colecciones m¨¢s importantes de antropolog¨ªa contempor¨¢nea y antigua de M¨¦xico, pese a que nunca escribi¨® sobre los indios. ¡°Su mentalidad es muy dif¨ªcil de penetrar¡±, dijo. Rulfo no fue capaz de conocer a los indios. Los estudiosos tampoco llegar¨¢n a conocer a Rulfo, aunque seguir¨¢n intent¨¢ndolo.
'Huans Rulfo' el let¨®n
Pedro P¨¢ramo, la gran novela de la literatura mexicana, alcanza ya m¨¢s de 50 traducciones a unos 40 idiomas y se vende en un centenar de pa¨ªses.?La primera traducci¨®n (a¨²n in¨¦dita) la hizo al ingl¨¦s Irene Nicholson, una becaria del Centro Mexicano de Escritores, que tambi¨¦n bec¨® el libro de Rulfo.
Con el libro Pedro P¨¢ramo, 60 a?os, viene un p¨®ster desplegable con muchas portadas extranjeras. La preciosa edici¨®n de 1994 del sello ingl¨¦s Serpent's Tail con el anuncio al pie de una glosa de Susan Sontag: "Un maestro de la narraci¨®n", u otras ex¨®ticas como una versi¨®n en let¨®n que pone Huans Rulfo o una traducci¨®n al malayalam, un idioma de la India que hablan 35 millones de personas.
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