Las figuras insisten en triunfar con unos toros sin trap¨ªo

Otra vez las figuras llegaron a Bilbao con unos toros sin trap¨ªo. Y triunfaron, en mayor o menor medida. Ponce, como siempre, de una en una. Con El Juli, otro a?o m¨¢s a discutir si su faena es de una o dos orejas. Y Perera, apretando pero sin enemigos con los que contrastar el poder¨ªo del extreme?o.

Enrique Ponce se luci¨® en una faena impecable. Una lecci¨®n magistral de belleza y armon¨ªa a la que salpic¨® la improvisaci¨®n de un afarolado que desmont¨® los tendidos ante el ¨²nico toro con trap¨ªo de la tarde. En el cuarto se estrell¨® con un animal sin nada dentro y todo se qued¨® en una oreja.

Lo mismo que Miguel ?ngel Perera, con dos toros peque?os y sin transmisi¨®n que restan importancia al valor de este torero. Y eso que se tir¨® de rodillas para iniciar su trasteo al sexto, pero su verdad queda disminuida sin enemigos de importancia.

Sali¨® el quinto de la tarde, un anovillado ejemplar que nada ten¨ªa que ver con el toro serio del que presume Bilbao. Y pareci¨® malo durante muchos minutos, porque las figuras de hoy en d¨ªa se empe?an en que un astado que mire al vestido del torero parezca una alima?a. No era necesario tener que esperar a los dos soberbios naturales que interpret¨® El Juli para ver que aquel toro ten¨ªa una emoci¨®n tremenda.

El matador inici¨® la faena alternando buenos muletazos con tropiezos y pases despegados. Y Juglar, que as¨ª se llam¨® el bravo ejemplar, atacaba la muleta con una transmisi¨®n que parec¨ªa inevitable lograr un triunfo.