¡°No tenemos un problema de autoestima, sino de aceptaci¨®n¡±

Lo reconoce ¨¦l mismo: nunca se le pas¨® por la cabeza ganar. Desde que se llev¨® el Le¨®n de Oro, Lorenzo Vigas (M¨¦rida, Venezuela, 1967) se siente ¡°abrumado¡±. Hace tres d¨ªas que el cineasta sali¨® vencedor de la Mostra de Venecia, contra todo pron¨®stico, por su estreno en el largometraje, Desde all¨¢. En la ceremonia, se sent¨® en la platea con su equipo y esper¨® a que llegara el premio que el festival le hab¨ªa prometido, pero del que desconoc¨ªa la envergadura. ¡°Ten¨ªa esperanzas de ganar algo, pero no esto¡±, reconoc¨ªa ayer.

A medida que los minutos pasaban y sus competidores ¡ªPablo Trapero, Charlie Kaufman o Christian Vincent¡ª iban subiendo al escenario, empez¨® a sopesar este improbable desenlace, decidido por un jurado heterog¨¦neo, con nombres tan dispares como Hou Hsiao-Hsien y Diane Kruger. Puede que su pel¨ªcula fuera una soluci¨®n de consenso. ¡°No conozco los pormenores de lo que ocurri¨®, pero s¨¦ que la pel¨ªcula dio una energ¨ªa muy fuerte al final del festival¡±, se limita a decir.

Desde all¨¢ narra la historia de dependencia entre un homosexual maduro, taciturno y pudiente, que trabaja de moldeador de dentaduras postizas, y un joven delincuente caraque?o que, pese a rechazarlo y tratarlo con violencia, acabar¨¢ viendo en ¨¦l a una extra?a figura paternal. En su encuentro parecen encontrarse tambi¨¦n dos pa¨ªses distintos, enemistados pero tal vez no de forma irreconciliable. En Venecia, la pel¨ªcula fue aplaudida, pero no logr¨® la unanimidad de la cr¨ªtica. A Vigas no parece importarle. ¡°?Al rev¨¦s! Que a mucha gente no le haya gustado es algo que me llena de alegr¨ªa¡±, asegura. ¡°Cuando una obra es honesta y personal, es imposible que guste a todo el mundo. Lo importante es que la gente hable de ella, que provoque un debate sobre temas importantes¡±.

Sin duda, esta ha sido la obsesi¨®n de Vigas desde la primera proyecci¨®n veneciana de Desde all¨¢, que tambi¨¦n pasar¨¢ por Toronto y San Sebasti¨¢n. Sin embargo, no ha especificado qui¨¦n quiere que hable, ni de qu¨¦. ?Aspira a que lo hagan sus espectadores, o a salpicar tambi¨¦n a la clase pol¨ªtica? ¡°Lo primero es que hable la gente. Un pa¨ªs lo hace su gente y no sus l¨ªderes transitorios¡±, responde. ¡°Deseo que los espectadores salgan del cine con cosas en la cabeza y ganas de discutir. Es la peque?a contribuci¨®n que puedo hacer como artista a mi pa¨ªs¡±. Para el director, la orientaci¨®n sexual de sus personajes no es lo m¨¢s importante: ¡°M¨¢s all¨¢ de la homosexualidad, el tema es la diferencia de clases. Planteo un encuentro entre personas de clases distintas en este momento hist¨®rico de tensi¨®n y convulsi¨®n¡±.

Premio a la perseverancia

Si se le pregunta por la vida pol¨ªtica en su pa¨ªs y la reacci¨®n que espera de sus gobernantes, Vigas se muestra prudente y cambia el tono: ¡°Prefiero no comentar nada al respecto. Solo quiero hablar de la pel¨ªcula¡±. ?Ha tenido alguna comunicaci¨®n con su Gobierno desde que recibi¨® el premio? ¡°Prefiero no decirte si la he tenido. Gracias de todas formas por la pregunta¡±. Pese a su afabilidad, el muro es infranqueable.

El Le¨®n de Oro es tambi¨¦n un premio a la perseverancia. Llevaba siete a?os intentando rodar la pel¨ªcula, coproducida por el cineasta mexicano Michel Franco y el guionista Guillermo Arriaga, ¨ªntimo de Vigas, a quien ayud¨® en la escritura. El filme estuvo a punto de rodarse en M¨¦xico, donde Vigas vive parte del a?o. Prefiri¨® hacerlo en su ciudad, Caracas: ¡°Pese a la espera, termin¨® haci¨¦ndose en el mejor momento. Porque yo he madurado, y porque el contexto actual de tensi¨®n social le da a la pel¨ªcula una carga adicional, un nivel distinto de profundidad¡±.

El director es hijo del gran artista pl¨¢stico Oswaldo Vigas, fallecido en 2014, del que suele hablar a menudo como modelo. ¡°La obra y la vida de mi padre son mi inspiraci¨®n m¨¢s importante¡±, insiste. A los 14 a?os empez¨® a rodar pel¨ªculas caseras, pero no iba para cineasta. Su primera vocaci¨®n fue la biolog¨ªa molecular. ¡°No me arrepiento, porque la biolog¨ªa te ubica en la vida. Te ense?a que eres solo un animal m¨¢s¡±, afirma. ¡°Si la dej¨¦ fue solo porque sent¨ª una necesidad muy grande de contar historias¡±. Vigas se considera un autodidacta: toda su formaci¨®n consiste en dos talleres de cine en la New York University. ¡°No hace falta estudiar cine para hacerlo. A veces la academia puede ser muy mala, porque no te deja seguir tu camino¡±, apunta.

En los sesenta, el director cubano Julio Garc¨ªa Espinosa, figura del Nuevo Cine Latinoamericano, abog¨® por filmar un ¡°cine imperfecto¡±, alejado del aspecto relamido de las grandes producciones. A Vigas, que firma una pel¨ªcula de est¨¦tica ¨¢rida y acabados desiguales, no le disgusta esa definici¨®n. ¡°Las obras m¨¢s interesantes son las imperfectas. El arte es bueno si sale del inconsciente¡±, dice.

El cineasta considera que el triunfo de su pel¨ªcula responde a un movimiento general en Latinoam¨¦rica: ¡°Es un paso m¨¢s. Seguir¨¢n pasando cosas as¨ª. Me parece inevitable¡±. ¡°No es solo responsabilidad m¨ªa, sino de todo un continente en el que est¨¢n pasando cosas muy interesantes. La gente de otros lugares quiere conectar cada vez m¨¢s con nosotros, porque les est¨¢ haciendo falta algo que ellos no tienen¡±. Se refiere a esa efervescencia ¡°social, pol¨ªtica econ¨®mica y humana¡± que marca el d¨ªa a d¨ªa de la realidad latinoamericana. Y tambi¨¦n la de su cine. ¡°La reacci¨®n que he visto ante el premio es enorme. No creo que tengamos un problema de autoestima, sino m¨¢s bien de aceptaci¨®n del resto del mundo, pero un premio como este nos da todav¨ªa m¨¢s confianza¡±, concluye.