Para¨ªso perdido
Mia Hansen-L?ve elabora una pel¨ªcula compleja y elegante, que logra hacer invisible su entramado y su meditada construcci¨®n
La m¨²sica electr¨®nica encontr¨® al perfecto icono para marcar la diferencia con respecto a los rituales fosilizados de la cultura rock en la figura anti-espectacular del DJ: un sujeto en ensimismado aislamiento, que iba trenzando sus tapices r¨ªtmicos frente a una marea de cuerpos danzantes que tambi¨¦n parec¨ªan m¨¢s atentos a su espacio interior que al universo que les rodeaba. Los nuevos sonidos ten¨ªan que traer consigo una nueva sensibilidad y, con ello, una manera in¨¦dita de entender el espect¨¢culo, completamente alejada del exhibicionismo eg¨®latra y del fatuo mesianismo de la rock star subida al podio de su propia arrogancia. Pero el peso de la inercia siempre suele ser mayor que el poder de las utop¨ªas para imponerse en una realidad a la contra y, poco a poco, el lenguaje corporal del DJ acab¨® asimil¨¢ndose demasiado al de la estrella del rock, tal y como podr¨ªa ejemplificar ¨Cy aqu¨ª el cr¨ªtico es consciente de estar simplificando una historia compleja hasta un extremo imprudente- la figura de un David Guetta, que quiz¨¢ no por casualidad es menciona en la fase de bajona de Eden, cuarto largometraje de Mia Hansen-L?ve.
ED?N
Direcci¨®n: Mia Hansen-L?ve.
Int¨¦rpretes: F¨¦lix de Givry, Paulinne ?tienne, Vincent Macaigne, Greta Gerwig, Vincent Lacoste, Arnaud Azoulay, Roman Kolinka, Hugo Conzelmann.
G¨¦nero: drama.
Francia, 2014.
Duraci¨®n: 131 minutos.
Despu¨¦s de dos trabajos tan sobresalientes como El padre de mis hijos (2009) ¨Cpel¨ªcula sorprendentemente luminosa sobre el duelo- y Primer amor (2011) ¨Clogrado ejercicio de regresi¨®n a un estado de inocencia y deslumbramiento-, la cineasta ha convertido en materia cinematogr¨¢fica las experiencias de su hermano Sven L?ve, adalid del garage house en la escena electr¨®nica parisina que asist¨ªa a la eclosi¨®n del d¨²o m¨¢s tarde conocido como Daft Punk. Como es marca de la casa, la cineasta ha elaborado una pel¨ªcula compleja y elegante, que logra hacer invisible su entramado y su meditada construcci¨®n: un relato que evita todo recurso a lo enf¨¢tico, cuyos incidentes fluyen de un modo que si en Primer amor era acu¨¢tico, aqu¨ª resulta a¨¦reo. Pero, en esta ocasi¨®n, la directora no puede evitar que, en el fondo, a su pel¨ªcula le pase lo mismo que les pas¨® a los DJ con Guetta: a pesar de las buenas formas, esto no deja de ser un relato de ascensi¨®n, ca¨ªda y redenci¨®n final, tan determinista y previsible como un convencional biopic de rock star. Es cierto que todo le sale m¨¢s natural que forzado y melodram¨¢tico, pero tambi¨¦n da la impresi¨®n de que la Hansen-L?ve flota por el relato como un hada et¨¦rea, sin comprometerse realmente con nada.
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