¡°El sufragio fue importante para las mujeres, pero el atletismo tambi¨¦n¡±
La escritora Carrie Snyder se inspira para 'La Corredora' en la historia de las primeras atletas ol¨ªmpicas
La lucha por la igualdad de g¨¦neros ha sido y es tambi¨¦n una cuesti¨®n de sudor. El deporte es un campo, como casi todos, en el que las mujeres han ganado terreno a base de zancadas. 1928 fue el primer a?o en el que ellas pudieron participar en pruebas de atletismo en unos Juegos Ol¨ªmpicos. En esa cita en ?msterdam compet¨ªan m¨¢s de 2.600 hombres y apenas 280 mujeres. Una decena de ellas formaban el equipo canadiense, que consigui¨® tres medallas. Hasta aqu¨ª la realidad. La autora Carrie Snyder se basa en este hecho hist¨®rico para contar en La Corredora (Alfaguara) la historia de Aganetha Smart una atleta ficticia que a los 104 a?os rememora su historia cuando recibe una inesperada visita. As¨ª se sumerge en un relato que no solo habla del deporte, sino tambi¨¦n de la guerra, las relaciones familiares, la miseria y la fama.
Snyder (Ontario, Canad¨¢, 1974), gran aficionada a correr, decidi¨® al finalizar su anterior libro que quer¨ªa escribir sobre una atleta. Comenz¨® una investigaci¨®n sobre la historia del deporte y en paralelo escrib¨ªa la historia de una mujer mayor que recuerda su infancia marcada por la primera guerra mundial, la humilde vida en el campo, la Guerra Civil Espa?ola¡ Ambas tareas confluyeron y esta mujer se convirti¨® en su ficci¨®n en parte del grupo de deportistas femeninas que viaj¨® a ?msterdam, a pesar de la oposici¨®n del fundador de los Juegos Ol¨ªmpicos modernos, Pierre de Coubertin. ¡°Al igual que las atletas con las que habl¨¦, el gesto de mi protagonista no es pol¨ªtico, ella simplemente quer¨ªa correr y lo hizo¡±, cuenta la autora en su visita a Espa?a para presentar el libro en el Hay Festival Segovia. Snyder se suma as¨ª a otros t¨ªtulos con el running como protagonista como el superventas Nacidos para correr, de Chistopher MacDougal y Correr, de Jean Echenoz.
El gesto de mi protagonista no es pol¨ªtico, ella simplemente quer¨ªa correr y lo hizo¡±
A la escritora le sorprendi¨® que la primera participaci¨®n de las mujeres en unos Juegos Ol¨ªmpicos? hubiera pasado desapercibida en la Historia. Por eso se esforz¨® tambi¨¦n en reflejar en el libro la fugacidad de la fama, ¡°peligrosamente seductora y breve¡±, afirma ella. ¡°Quer¨ªa transmitir lo que se siente al ser admirada y olvidada. Aganetha es alguien que no pierde mucho tiempo mirando atr¨¢s pero justo al final de su vida, no puede escapar de sus recuerdos¡±.
Tras publicar la novela, Snyder charl¨® con descendientes de integrantes de aquella expedici¨®n. ¡°Me contaron que entrenaban en condiciones tan precarias que su madre, que ten¨ªa madera de l¨ªder, animaba a sus compa?eras a practicar persiguiendo a los coches¡±. La escritora se document¨® para llevar adelante el proyecto con art¨ªculos period¨ªsticos, libros e informaci¨®n que encontr¨® en internet. Necesit¨® la herramienta inform¨¢tica Scrivener para poner el orden todos los detalles y dar forma a la curiosa l¨ªnea narrativa. La historia se divide en cap¨ªtulos sin orden temporal. Snyder explica que lo ide¨® as¨ª para transmitir el modo de ver las cosas de la protagonista: ¡°Ella es muy vieja y empieza a tener demencia, para ella es natural ir de adelante atr¨¢s en el tiempo y que parezca que sus recuerdos pasados son muy presentes¡±.
La autora tambi¨¦n se plante¨® este libro como un homenaje a las mujeres deportistas, porque considera que a¨²n quedan muchas historias que merecen ser contadas desde el punto de vista femenino. ¡°Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de este grupo de mujeres pioneras en el deporte. Cuando estudiamos, nos ense?an hitos pol¨ªticos. El sufragio fue importante para las mujeres, pero el atletismo tambi¨¦n. Es parte de nuestra libertad de expresi¨®n¡±, defiende. Aunque se declara una escritora feminista, a?ade con timidez que no sabe si ¡°es un t¨¦rmino muy de moda¡± ¨²ltimamente. Ella, que trabaja desde casa y tiene cuatro hijos asegura que ¡°el feminismo es poder elegir libremente sin tener que disculparte por tu decisi¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.