El alcalde, que no el rey

Una versi¨®n ¨¢gil, amena, bien puesta en escena y mejor interpretada de una obra pol¨ªtica antiabsolutista, cuyo autor (Andr¨¦s de Claramonte para algunos, Lope de Vega para otros, ninguno de ambos, seg¨²n terceros) enfrenta al rey castellano Sancho IV, encaprichado de una moza de Sevilla, donde est¨¢ de visita, con los representantes del poder local, que van cerrando el paso a sus pretensiones arbitrarias, sin perder las formas y con una autoridad moral plena, reflejada con precisa verdad en este montaje limpio, elegante y did¨¢ctico (en el sentido brechtiano) de Alfonso Zurro, al frente del Teatro Cl¨¢sico de Sevilla. Le¨ªda La Estrella de Sevilla de esta manera (las siluetas de sus protagonistas evocan lejanamente las de los comuneros y en sus versos se prefigura una idea de equidad que tardar¨¢ siglos en abrirse paso en Europa), resulta del todo evidente por qu¨¦ forma parte indiscutida del canon aurisecular.