Contra Dios Padre

En la obra cinematogr¨¢fica del belga Jaco van Dormael, la sofisticaci¨®n narrativa siempre se ha dado la mano con un llamativo barroquismo visual, aunque los resultados no han salido siempre equilibrados. En su opera prima, Tot¨®, el h¨¦roe (1991), hubo un imaginativo uso de la figura del narrador no fiable que, a trav¨¦s de un relato discontinuo, no exclu¨ªa la emoci¨®n. Sin embargo, los juegos fractales de Las vidas posibles de Mr. Nobody (2009) no lograban ocultar una enorme ingenuidad de fondo, cayendo en unas formas expresivas que se acercaban peligrosamente a la ret¨®rica publicitaria. Daba la impresi¨®n de que Jaco Van Dormael sucumb¨ªa, irremisiblemente, a lo peor de un Jean-Pierre Jeunet. El nuevo nuevo testamento no s¨®lo invita a reconciliarse con el director: en este exc¨¦ntrico trabajo pervive lo mejor de su toque, al tiempo que se da forma a algo completamente distinto.

Con la exuberancia imaginativa de una historieta de Fran?ois Boucq ¨Cla extrema libertad de Los pioneros de la aventura humana no anda lejos de aqu¨ª- y el ¨ªmpetu l¨²dico-reflexivo del Dios en persona de Marc-Antoine Mathieu, el cineasta propone una feliz herej¨ªa a partir de la rebeli¨®n individual de la hija de una deidad desastrada y energ¨²mena, encarnada en el gran c¨®mico Beno?t Poelvoorde. El desfile de im¨¢genes chocantes, filtradas a trav¨¦s de una textura melanc¨®lica que evoca la obra del fot¨®grafo Andrzej Dragan, acaba construyendo un discurso muy ambicioso sobre la necesidad de impugnar la herencia de una religi¨®n opresiva y patriarcal.

El gusto de Van Dormael por el relato fragmentario se canaliza a trav¨¦s de una serie de neo-evangelios que proponen una nueva era bajo el signo de lo femenino. Un nuevo mundo inclusivo y emp¨¢tico donde el Dios Padre que disfruta con la muerte como un ni?o perverso jugando con su tren el¨¦ctrico es sustituido por una Diosa Madre que posibilita nuevas formas de relaci¨®n con el dom¨¦stico relajo de quien se enfrasca a elaborar un bordado tan grande como el mismo Universo. La cursiler¨ªa apunta ligeramente el morro en el tramo final, pero el afortunado sentido de la comicidad de esta pel¨ªcula inclasificable domina el conjunto con una curios¨ªsima mezcla de humor negro, humanismo, imaginer¨ªa de filiaci¨®n surrealista e inteligencia enloquecida.