El d¨ªa en que Bill Viola hizo deberes en un instituto
El videoartista se implica en un corto sobre su obra realizado por alumnos de Artes Pl¨¢sticas de un peque?o pueblo gallego
Bill Viola se revisita en un aula. El influyente videoartista (Nueva York, 1951), al que precede una fama de inaccesible, asoma al mundo su rostro conmovido en un trabajo sobre su obra realizado por los alumnos de un instituto de un peque?o pueblo gallego. La imagen que el artista envi¨® por Skype a los estudiantes levantando el pulgar y elevando despu¨¦s sus manos juntas, mientras inclina la cabeza en signo budista de agradecimiento, forma parte del corto que iniciaron como un trabajo de Artes Pl¨¢sticas 40 alumnos de entre 11 y 17 a?os del instituto p¨²blico de Celanova (Ourense). Los estudiantes acabaron sumergiendo al artista en el an¨¢lisis de su propia creaci¨®n al mismo tiempo que ellos trascend¨ªan su tarea escolar.
Looking for Viola, dirigido por Aser ?lvarez, productor de documentales y exalumno del mismo instituto de Celanova, se estren¨® este mes en el Centro Galego de Arte Contempor¨¢neo (CGAC), en Santiago, desde donde iniciar¨¢ su recorrido por festivales nacionales e internacionales de cine art¨ªstico. Viola figura en los t¨ªtulos de cr¨¦dito como asesor art¨ªstico, de la misma forma que Eugenio Ampudia, uno de los videoartistas espa?oles de mayor reconocimiento internacional.
El homenaje al estadounidense con el que los autores han pretendido ¡°propiciar la reflexi¨®n sobre el videoarte¡± surgi¨® como un reto acad¨¦mico. Jos¨¦ Rivela, profesor de Artes Pl¨¢sticas en el instituto, desafi¨® a sus alumnos cuando desde?aron las obras de arte visual que les mostraba con un ¡°eso lo hace cualquiera¡±. ¡°Pues hacedlo¡±, los conmin¨® ¨¦l poniendo sobre la mesa el trabajo del neoyorquino.
El profesor decidi¨® explicarle el proyecto acad¨¦mico al artista en un correo electr¨®nico y, para sorpresa de todos, Viola le contest¨® entusiasmado. Para entonces Rivela ya hab¨ªa realizado con sus alumnos un considerable trabajo documental. La constante presencia en el corto del agua ¡ªelemento fundamental y el m¨¢s f¨®bico en la obra del artista¡ª lo ha conmovido. De forma especial, la secuencia en la que el profesor del instituto se sumerge en la fuente de la Plaza Mayor de Celanova. ¡°Es la representaci¨®n m¨¢s realista de mi vivencia¡±, ha reconocido Viola aludiendo a la traum¨¢tica experiencia que vivi¨® durante unas vacaciones familiares en la monta?a cuando casi muere ahogado en un lago.
¡°Es la representaci¨®n m¨¢s realista de mi vivencia¡±, ha reconocido Viola sobre la imagen de la fuente
La imagen subacu¨¢tica que muestra los limos de la fuente de Celanova tambi¨¦n le sorprendi¨®. ¡°Nos pregunt¨® muy interesado por la t¨¦cnica que hab¨ªamos utilizado y tuvimos que decirle que se trataba de una c¨¢mara sumergible atada al palo de una escoba¡±, explica ?lvarez sobre los recursos ingeniados en un rodaje realizado en un solo d¨ªa y con un presupuesto inferior a 1.000 euros.
Aprender jugando
¡°Aprendimos mucho de Viola y de su obra y nos adentramos en el mundo de la videocreaci¨®n, que nuestra productora no hab¨ªa explorado, pero sobre todo aprendimos de la espontaneidad; de c¨®mo se aprende jugando¡±, sostiene ?lvarez. El productor asegura que los alumnos acabaron percat¨¢ndose de la ¡°imponente cultura audiovisual que naturalmente ten¨ªan pero de la que no eran conscientes¡±. Cuando habla de aprendizaje, ?lvarez se refiere no solo al art¨ªstico. El corto va m¨¢s all¨¢. El homenaje a Viola lo es tambi¨¦n, por extensi¨®n, a la reencarnaci¨®n de los lugares, a su purificaci¨®n.
Gran parte del v¨ªdeo se rod¨® en el claustro barroco del Monasterio de San Rosendo, en donde est¨¢ ubicado el instituto. Un impresionante inmueble, Premio Europa Nostra de patrimonio, que antes de convertirse en centro educativo lo fue de la represi¨®n como c¨¢rcel del franquismo: alberg¨® a 3.000 presos, muchos de ellos asesinados en el monte de O Furriolo. ¡°El corto habla de la evoluci¨®n de la vida, de la transformaci¨®n¡±, insiste ?lvarez en ese homenaje. Tanto ¨¦l como el profesor del que arranc¨® la experiencia consideran que solo un genio podr¨ªa implicarse en un proyecto as¨ª. ¡°Viola vio el potencial transformador del mundo educativo y no dud¨® en participar¡±, se?ala convencido el productor.
Emocionado por el resultado del corto, Bill Viola apunta a otra reencarnaci¨®n. Ha asegurado que entre los alumnos que han participado en el corto est¨¢ ¡°el pr¨®ximo Picasso¡±.
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