Alan Rangel, de lavaplatos a chef universal

La intuici¨®n gan¨® a la poderosa madre iglesia en los fogones de la primera edici¨®n de MasterChef M¨¦xico. Alan Rangel, lavaplatos de 25 a?os, super¨® a la hermana Flor, una monja que quer¨ªa llevarse el premio para salvar a su convento de la ruina, con m¨¢s olfato que academia en la cocina. Rangel venci¨® por puro instinto, como un Picasso salido de las cavernas.

Alan gan¨® un lugar en el concurso con una carne de venado con pur¨¦ de papa y camote (boniato) y salsa de chile morita, un platillo que nunca hab¨ªa preparado. ¡°Me dijeron que [el venado] era duro¡±, les dijo a los jueces que no daban cr¨¦dito.

En cada programa, Alan sorprend¨ªa con sus creaciones que, a veces, ni ¨¦l mismo sab¨ªa por qu¨¦ preparaba. El joven, que trabaja desde los 13 a?os para ayudar a su madre, present¨® un platillo decorado con azafr¨¢n; cuando los chefs le dijeron que la especia es una de las m¨¢s apreciadas y caras del mundo como para adornar un plato el joven solo atin¨® a responder ¡°cre¨ª que eran chiles¡±.

La observaci¨®n es otro de los fuertes de Alan. Desde que comenz¨® en un restaurante de Guadalajara fregado y secando platos, el tapat¨ªo recuerda que se apresuraba a acabar pronto con su trabajo para poder ayudar en la cocina cortando verdura. Los chefs se lo reconocieron en la final. ¡°Te hemos visto desde arriba, observando, observando¡±, le dijo la chef Betty V¨¢zquez.

La prueba final de Alan, que estuvo a punto de salir del programa en seis ocasiones, fue un men¨² mexicano de tres tiempos en el que present¨® como entrada tacos de acociles (gusanos), un chile relleno de langosta con salsa de huitlacoche (un hongo del ma¨ªz) y pi?ones de plato fuerte y un tamal de elote con pasas como postre.

Hay algo de cenicienta en Alan. ¡°Es tanta la emoci¨®n que no alcanzo a asimilar [la victoria] todav¨ªa¡±, dijo Alan tras el triunfo. Adem¨¢s del mill¨®n de pesos que gan¨® (60.700 d¨®lares) y la publicaci¨®n de un libro de recetas, el tapat¨ªo tiene una oferta laboral con el chef Adri¨¢n Herrera, juez del programa, en su fonda San Francisco en Nuevo Le¨®n.

La hermana Flor, la gran favorita de las redes sociales, no consigui¨® conquistar a los jueces con su men¨² de tostadas de ceviche, pechuga rellena de espinacas y un pastel de lim¨®n con nuez.