El ¡°viaje emocional¡± de Audiard abre la Seminci
El director franc¨¦s presenta ¡®Dheepan¡¯, una pel¨ªcula de inmigrantes y familias ficticias que gan¨® la ¨²ltima Palma de Oro en Cannes
Cuando el pasado mes de mayo, Jacques Audiard (Par¨ªs, 1952) gan¨® la Palma de Oro en el certamen de Cannes con Dheepan, el cineasta franc¨¦s sonri¨®, por fin, con plenitud. No es que el director sea un tipo arisco, pero siempre ha preferido re¨ªr con los suyos antes que con la prensa. Esa noche lleg¨® a abrazar a los periodistas, alcanzando de una vez por todas un ansiado sue?o, un galard¨®n que roz¨® con los dedos con Un profeta, Gran Premio del Jurado en la edici¨®n en que gan¨® La cinta blanca,de Michael Haneke. ¡°Hombre, es deseado, pero no el objetivo de mi vida¡±, dijo aquella noche mientras sus coguionistas, el joven No¨¦ Debr¨¦ y su amigo del alma Thomas Bidegain, le jaleaban en la sala de prensa. Sus carcajadas parec¨ªan contradecir su discurso.
Dheepan inaugura hoy la 60? edici¨®n de la Seminci antes de su estreno comercial en Espa?a el pr¨®ximo 6 de noviembre. Por supuesto, hay personajes contundentes. Por supuesto hay violencia, rudeza, corazones destrozados, amargura y alguna posibilidad de redenci¨®n. Por supuesto sus actores ocupan gran espacio f¨ªsico en pantalla y proyectan una virilidad que impacta en la narraci¨®n cinematogr¨¢fica.
Desde Un h¨¦roe muy discreto (1996), su segundo filme y el primero en estrenarse en Espa?a, la carrera de Audiard se ha basado en esos f¨¦rreos cimientos: Lee mis labios (2001), De latir mi coraz¨®n se ha parado (2005), Un profeta (2009) y De ¨®xido y huesos (2012) no le han desviado de ese sendero. ¡°Me pregunta por la violencia en mi cine y le respondo como a todo el que me lo plantea. S¨¦ lo que cuento, pero no tengo un razonamiento al respecto¡±. O no quiere tenerlo, porque para otras cuestiones s¨ª desgrana un discurso largo acerca de cierto trasfondo social que puede intuirse en su obra: ¡°La funci¨®n del cine ha cambiado en los ¨²ltimos 30 a?os. Muchos directores van por la vida como si todo siguiese igual, pero no. Aquella funci¨®n que realizaba el cine de presentar, explicar y cuestionar el mundo ya no la hace ¨¦l solo. Hoy ya no sabes de d¨®nde vienen las im¨¢genes, hay un exceso de im¨¢genes. En fin, me asusta mucho la imbecilidad ideol¨®gica de bastante del cine actual¡±.
En Dheepan, Audiard arranca una historia de inmigraci¨®n, integraci¨®n y supervivencia en la guerra civil en Sri Lanka, donde murieron 100.000 personas, como punto de partida para disertar qu¨¦ convierte a la gente en familia. El protagonista, guerrillero tamil, harto de la violencia en su pa¨ªs, emigra. La manera m¨¢s r¨¢pida de salir de Sri Lanka es que le acompa?en una chica y una ni?a de 9 a?os, a los que hace pasar por su familia. ¡°S¨¦ que no voy a aportar nada nuevo cuando explico que para m¨ª la familia se puede construir. Me interesaba mostrar c¨®mo este tr¨ªo pod¨ªa cultivar los suficientes lazos como para sentir al final un parentesco sentimental. Yo lo defino como viaje emocional¡±. Como pegamento, la violenta realidad que les envuelve en Francia en uno de los barrios de extrarradio, de la banlieue, un escenario dibujado por las drogas y los criminales.
Una historia de amor
?Audiard lleva masajeando el guion en su cabeza desde antes de El profeta. ¡°Escog¨ª Sri Lanka porque no tiene nada que ver con el colonialismo franc¨¦s. No quer¨ªa enviar un mensaje sobre ese pasado, porque la pel¨ªcula, al menos lo que a m¨ª me motivaba, es una historia de amor. Y necesitaba contarlo desde un ¨¢ngulo distinto¡±, algo que le cost¨® encontrar. ¡°Ha sido una pel¨ªcula muy meditada; en cambio la film¨¦ casi precipitadamente para llegar a Cannes. Cuanto m¨¢s r¨¢pido te mueves, menos piensas, y eso me gusta. No te planteas cosas, no tienes tiempo para arrepentimientos¡±. Y eso le ha hecho huir de mensajes pol¨ªticos: ¡°Dheepan no va ni de Sri Lanka, que sufre una guerra horrible, ni de esos barrios, ni espero que alguien se ponga a buscar sediciosos mensajes sociales sobre la emigraci¨®n. Va de otra cosa... En realidad, encuentro muy dif¨ªcil describir las cosas que saco en pantalla. Suelo derivar visualmente a lo abstracto; no s¨¦ si sabr¨¦ cambiar en el futuro¡±.
Esa pasi¨®n visual lleva a una ¨²ltima pregunta con la que estalla en risas: ?se considera Audiard un artista? ¡°Me cuesta mucho responder a eso. Un artista es una persona que toma riesgos para aportar un sentido a la realidad. Ahora, si yo soy un artista...¡±.
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