Francesc Betriu, siempre a todo riesgo
De trayectoria inclasificable, el director catal¨¢n ha firmado comedias esperp¨¦nticas
Paco Betriu, catal¨¢n de 75 a?os, vivi¨® en Madrid durante mucho tiempo y reside ahora en Valencia. Su carrera cinematogr¨¢fica es tan diversa como inclasificable. Fund¨® a finales de los sesenta una productora que se propuso realizar ¡°13 pel¨ªculas de 13 minutos de 13 nuevos directores y el proyecto tuvo ¨¦xito¡±, recuerda. ¡°Muchos profesionales comenzaron ah¨ª ¡ªGuti¨¦rrez Arag¨®n, Garc¨ªa S¨¢nchez, Alcaine, Antonio Drove, Gamero, Luis Megino, yo mismo...¡ª, pero cuando nos fuimos pasando al largometraje se acab¨® la cosa¡±.
?l mismo dirigi¨® algunos cortos, entre otros Bolero de amor, una suerte de co?a del lenguaje de las fotonovelas, tan en boga entonces. Ese mismo esp¨ªritu guas¨®n lo prolong¨® Betriu a sus primeros largos. Furia espa?ola, en 1975, arm¨® tal barullo que la censura lo prohibi¨® tajantemente, levantando con ello la protesta de numerosos cr¨ªticos e intelectuales. Hasta se cuenta que a Franco le dio un soponcio cuando la vio pocos meses antes de su muerte. ¡°No puedo confirmar que ese susto le diera la puntilla, aunque eso me dijeron¡±, sonr¨ªe. ¡°Puede que Furia espa?ola fuera la ¨²ltima pel¨ªcula que vio Franco, un honor¡±. Finalmente, se pudo estrenar una vez muerto el dictador, pero, eso s¨ª, con numerosos cortes.
¡®Furia espa?ola¡¯ arm¨® tal barullo en 1975 que la censura la prohibi¨®
Betriu ha hecho comedias esperp¨¦nticas con un toque personal ¡ªLa viuda andaluza, Los fieles sirvientes, Sinatra¡¡ª que ha alternado con adaptaciones literarias ¡ªR¨¦quiem por un campesino espa?ol, de Sender; La plaza del Diamante, de Rodoreda; Un d¨ªa volver¨¦, de Mars¨¦¡¡ª con las que tuvo grandes ¨¦xitos, y tambi¨¦n problemas. La plaza del Diamante, por ejemplo. ¡°Iba a ser mi primera pel¨ªcula, pero entonces no fue posible. Cuando a?os despu¨¦s la pude hacer fue en formato de serie, de la que luego se extrajo una pel¨ªcula de hora y media. No estoy de acuerdo con esta versi¨®n corta; la ¨²nica que reconozco como m¨ªa es la serie de cuatro cap¨ªtulos¡±. Otra adaptaci¨®n literaria, La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza, qued¨® frustrada. ¡°Despu¨¦s de tres a?os de trabajo, al llegar la hora de rodar, me di cuenta de que no hab¨ªa suficiente dinero. El coproductor franc¨¦s quer¨ªa que la acci¨®n solo transcurriera durante 20 a?os, cuando el marco hist¨®rico de la novela sucede de la primera exposici¨®n de Barcelona de 1888 a la de 1929. Me supo mal abandonar el proyecto, pero no me arrepiento¡±. S¨ª se arrepiente de algunas de sus pel¨ªculas. ¡°Una pareja perfecta, sin embargo, inspirada en Diario de un jubilado, de Delibes, la firmo sin verg¨¹enza; para m¨ª es reivindicable¡±.
Esos caminos le han llevado a pel¨ªculas tan at¨ªpicas como fascinantes, M¨®nica del Raval (2008) y El d¨ªa que muri¨® Gracia Imperio (2012) dos joyas del documental. ¡°Las llam¨¦ documentales por cuestiones administrativas, pero en realidad no lo son. El 70% de los personajes que aparecen en ellas son m¨ªos. No utilic¨¦ a actores, sino gentes del Raval¡±. La primera de todos, M¨®nica, manchega que hace veinte a?os lleg¨® a Barcelona, donde sigue ejerciendo la prostituci¨®n. ¡°Durante meses tuve con ella entrevistas diarias que me hac¨ªa pagar como si fueran servicios; si habl¨¢bamos durante tres horas aplicaba la tarifa correspondiente. Con ese material escrib¨ª el gui¨®n, que ella interpret¨® muy bien porque es una actriz cojonuda. Todos los di¨¢logos estaban escritos, y los personajes elegidos hab¨ªan tenido vivencias parecidas a las que cuentan en la pel¨ªcula. Pero tampoco era un falso documental, sistema que est¨¢ ahora de moda. Se les llama as¨ª porque los personajes hablan a c¨¢mara, pero tambi¨¦n lo hacen en Ciudadano Kane y nadie lo define como falso documental. M¨®nica del Raval es una pel¨ªcula de ficci¨®n. Hay cosas de mentira que se hacen pasar como si fueran verdad, como hizo Kubrick con el viaje a la Luna¡±.
¡°El d¨ªa que muri¨® Gracia Imperio ¡°es m¨¢s documental, aunque muchos de los que aparecen hablando de ella ni la conocieron; todo estaba en el gui¨®n. Estoy disfrutando ahora del cine m¨¢s que en toda mi vida. Contar con equipos reducidos y todo el tiempo que necesites son cosas que con el cine tradicional no pod¨ªas ni so?ar. He cambiado de rodar seis semanas con 80 personas a rodar con seis personas 80 semanas¡±.
Un viaje con 40 actores
Est¨¢ ahora inmerso en El ultimo aviador, en torno a los pilotos espa?oles de la Rep¨²blica que fueron a aprender a Rusia y que no pudieron regresar a Espa?a cuando acab¨® la guerra civil. Les invitaron a quedarse en el Ej¨¦rcito ruso y los que no quisieron hacerlo acabaron en el gulag, donde coincidieron con los prisioneros de la Divisi¨®n Azul. En esa convivencia hubo una especie de reconciliaci¨®n entre los enfrentados en la guerra espa?ola. Pasaron 14 a?os y volvieron a Espa?a todos juntos en el famoso barco Semiramis. ¡°Casi todos han muerto ya, pero queda vivo alguno y vamos a entrevistarle. Es una historia poco conocida¡±.
Prepara un proyecto sobre los pilotos de la Rep¨²blica que marcharon a Rusia
¡°Y otro proyecto en el que trabajo es una historia que naci¨® en conversaciones con Azcona. Aunque ¨¦l no se jubil¨®, recib¨ªa propuestas de viajes del Imserso. Pensamos en la historia de un viaje de 40 actores del cine espa?ol reunidos en un hotel en el que se encierran, haci¨¦ndose fuertes hasta que llega la Guardia Civil. Tom¨¦ el t¨ªtulo de la famosa frase de Antonio Gamero: ¡®Como fuera de casa, en ning¨²n sitio¡¯. Hicimos una lista de los 40 actores, pero ya ninguno est¨¢ vivo. Lo voy a rodar aqu¨ª, en Valencia, donde estoy haciendo el casting, que aprovecho como parte de la pel¨ªcula¡±.
El recuerdo de tantos amigos fallecidos no le hace perder energ¨ªa: ¡°Nunca los borro de la agenda; solo les digo hasta luego¡±. Y Betriu me deja para volver a su trabajo, que como casi todos en su carrera es a todo riesgo.
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