¡°Iba en pijama. Lo mataron en el campo de tropas¡±
Confesiones a un falangista, antiguas fotograf¨ªas a¨¦reas y la hermana de Lorca se?alan una nueva ubicaci¨®n de la fosa del poeta
Estaban ilusionados, convencidos de sus posibilidades de encontrar en un paraje llamado el Pe?¨®n Colorado, en Alfacar (Granada), la fosa del poeta espa?ol m¨¢s universal. Beb¨ªan de fuentes directas, de los testimonios de los supuestos asesinos de Federico Garc¨ªa Lorca en la madrugada del 17 de agosto de 1936. Su desconcierto fue total cuando, en noviembre del a?o pasado, cumplieron 20 d¨ªas de excavaci¨®n sin rastro de la fosa. El equipo de 18 expertos dirigidos por el arque¨®logo Javier Navarro y el investigador Miguel Caballero revis¨® toda su documentaci¨®n durante cinco meses y tras encargar un nuevo estudio de georadar, concluy¨® que se hab¨ªan equivocado por solo 20 metros. Incapaces de desistir despu¨¦s de haber estado tan cerca, iniciaron una campa?a de crowdfunding para reunir los 33.117 euros que necesitaban para volver a intentarlo. Creen que esta es la definitiva. ?Por qu¨¦? Estos son sus argumentos.
¡°Federico iba en pijama. Era el segundo por la izquierda¡±. La ubicaci¨®n de este nuevo intento se basa en un libro publicado en 1983 de forma p¨®stuma: Los ¨²ltimos d¨ªas de Federico Garc¨ªa Lorca. Su autor, Eduardo Molina Fajardo, era falangista. Caballero ha dedicado a?os a contrastar, uno a uno, los 48 testimonios recogidos por Molina Fajardo con la premisa de que ¡°las personas que participaron en la ejecuci¨®n del poeta estar¨ªan mucho m¨¢s dispuestas a contar la verdad a un colega [otro falangista] antes que a un historiador¡±. As¨ª, Jos¨¦ Mar¨ªa Nestares, mando militar en la zona por entonces le dijo en 1969 a Molina Fajardo: ¡°Llam¨¦ a Manolo Mart¨ªnez Bueso para que los vigilara y presenciara la ejecuci¨®n. Despu¨¦s, me dijo que Federico [Garc¨ªa Lorca] iba en pijama y que los hab¨ªan matado en el campo de instrucci¨®n de las tropas, a la derecha de la carretera. Me dijo que, de los que enterraron, Federico era el segundo por la izquierda¡±. Nestares entreg¨® a Molina Fajardo un croquis del lugar de enterramiento y uno de los hijos del militar acudi¨® posteriormente a la zona acompa?ado por dos guardias de asalto que dijeron haber sido testigos del fusilamiento. A?os m¨¢s tarde, otro falangista, Pedro Cuesta, le se?al¨® ese mismo lugar y a?adi¨® que no ser¨ªa dif¨ªcil identificar al poeta ya que hab¨ªa sido fusilado y enterrado junto a dos banderilleros [Francisco Galad¨ª y Joaqu¨ªn Arcollas] y un maestro cojo, Di¨®scoro Galindo. ¡°S¨ª, all¨ª ten¨ªa la muleta, encima de ellos, estar¨¢ ya podrida...¡±, dijo.
La carta de la hermana. Tambi¨¦n Isabel Garc¨ªa Lorca pensaba que este era el lugar donde estaba enterrado su hermano. Lo revela la indignada carta que escribi¨® en 1998 al alcalde de Alfacar y que recogi¨® incluso The New York Times. ¡°Ha llegado a mis o¨ªdos el plan del Ayuntamiento de hacer un campo de f¨²tbol justo donde fueron a caer miles de hombres asesinados, muchos de ellos correligionarios suyos, socialistas. Tambi¨¦n est¨¢ ah¨ª mi hermano¡±, dec¨ªa Isabel Garc¨ªa Lorca, que entonces ten¨ªa 87 a?os. El campo no lleg¨® a construirse, pero s¨ª fueron removidos 12.000 metros c¨²bicos de tierra de ladera para generar la explanada.
Contar ¨¢rboles uno a uno. El terreno sufri¨® m¨²ltiples transformaciones a lo largo de los a?os: alberg¨® un campo de instrucci¨®n militar, una pista de motocross, un copioso olivar y casi un campo de f¨²tbol. El equipo de expertos busc¨® antiguas fotograf¨ªas a¨¦reas para retratar esa evoluci¨®n y averiguar d¨®nde se hab¨ªan equivocado. En el Archivo General Militar de ?vila encontraron 124 im¨¢genes realizadas en octubre de 1938 por el Ej¨¦rcito Popular de la Rep¨²blica, pero la zona quedaba fuera de la foto ¡°por escasos metros¡±. Localizaron entonces im¨¢genes a¨¦reas de vuelos americanos entre 1944 y 1957 en las que s¨ª se apreciaba el olivar completo y se dedicaron a contar uno a uno los ¨¢rboles para comprobar d¨®nde estaban los pocos que quedan ahora. De peri¨®dicos de la ¨¦poca extrajeron, adem¨¢s, fotos de las obras del campo de f¨²tbol. Todas estas referencias fueron cartografiadas e introducidas en un SIG (Sistema de Informaci¨®n Geogr¨¢fica) para proyectarlas sobre la imagen del terreno en la actualidad.
Los pozos. El catedr¨¢tico em¨¦rito de Geograf¨ªa F¨ªsica Jos¨¦ Luis Pe?a elabor¨® un nuevo estudio de georradar para localizar anomal¨ªas del terreno que se?alaran los pozos a los que fueron arrojados Lorca, Arcollas, Galad¨ª y Galindo. Todo este trabajo se?al¨® un ¨¢rea de 100 metros cuadrados a solo 20 metros del segundo intento y a un kil¨®metro del primero (el paraje se?alado por el supuesto enterrador del poeta, Manuel Castilla, al hispanista Ian Gibson).
Cronolog¨ªa de un misterio
1955. Manuel Castilla, El Comunista, que asegura ser el hombre que enterr¨® a Lorca, se?ala al investigador estadounidense Agust¨ªn Pen¨®n la fosa en un paraje de Alfacar (Granada).
1966. Castilla lleva al mismo lugar al hispanista Ian Gibson, bi¨®grafo del poeta.
2008. El juez Baltasar Garz¨®n ordena exhumar 19 fosas, entre ellas la que se cre¨ªa el punto de entierro de Lorca. La Audiencia Nacional lo paraliza.
2009. En septiembre, comienza la excavaci¨®n en la zona se?alada por Castilla. Tras mes y medio de trabajos y una subvenci¨®n de 70.000 euros de la Junta andaluza, solo se encuentra una roca.
2014.Un nuevo equipo excava en noviembre en el Pe?¨®n Colorado, con 16.500 euros de financiaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa. Los trabajos concluyen sin ¨¦xito 20 d¨ªas despu¨¦s.
Marzo de 2015.El equipo elabora un nuevo estudio de georradar y ubica la fosa a 20 metros de la anterior excavaci¨®n. Solicita un total de 33.117 euros para volver a excavar.
Babelia
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