Aquellas romanas seductoras, maternales, excesivas y an¨®nimas
CaixaForum Madrid estrena su colaboraci¨®n con El Louvre con una exposici¨®n de 172 piezas procedentes de sus colecciones
Muy poco se sabe del papel de las mujeres en el mundo antiguo. Conocemos, por ejemplo, que los egipcios la consideraban un complemento. Para los griegos, no pasaba de ser una eterna menor de edad. Los romanos, en cambio, les reconoc¨ªan cierta importancia, pero solo de puertas adentro, no en el ¨¢mbito civil y pol¨ªtico. Relegadas de la vida p¨²blica y recluidas en sus hogares, se sabe muy poco de lo que sent¨ªan estas mujeres. Las ¨²nicas pistas informativas proceden del arte, de las esculturas y pinturas con las que adornaban los espacios p¨²blicos y privados. La exposici¨®n Mujeres de Roma, que hasta el 14 de febrero se puede ver en Caixaforum Madrid ofrece un detallado recorrido a partir de 178 piezas prestadas por Museo del Louvre (47 restauradas expresamente para esta muestra) procedentes de la decoraci¨®n dom¨¦stica que las rodeaba y los objetos que las acompa?aban en su vida cotidiana. La exposici¨®n viajar¨¢ despu¨¦s a Zaragoza y Palma de Mallorca.
El retrato que propone la exposici¨®n es el de una mujer que, a la vez, era objeto de amor y temor, de deseo y de desprecio. Para su entorno masculino eran menores de edad, seductoras, maternales y excesivas. Daniel Roger, conservador jefe del departamento de antig¨¹edades griegas, romanas y etruscas del Louvre, comisario de la exposici¨®n junto a Aur¨¦lie Piriou, sit¨²a la exposici¨®n entre el siglo I antes de Cristo y el I despu¨¦s de Cristo, un per¨ªodo en el que las artes pl¨¢sticas alcanzan una importancia extraordinaria en Roma y cuyos restos arqueol¨®gicos contienen una informaci¨®n de primer orden. Es un tiempo, puntualiza Daniel Roger, "en el que se produce un cierto cambio de mentalidad que genera una contradicci¨®n entre una imagen tradicional de tipo aristocr¨¢tico y la realidad de una sociedad en la que empieza a emanciparse y en la que sus logros le permiten superar el rol ancestral asignado. El estatuto de cierto privilegio de la mujer en Roma se traduce en distintas representaciones bajo el prisma de la mitolog¨ªa, la religi¨®n y la fuerza materna, as¨ª como de la alegor¨ªa de la seducci¨®n y el exceso".
47 de las piezas expuestas han sido restauradas expresamente para esta muestra
En las sucesivas salas que ocupa la exposici¨®n se mezcla la representaci¨®n subalterna de la mujer con la exaltaci¨®n mitol¨®gica utilizada como puro ornamento. Su papel de diosa del hogar se refleja en escenas esculpidas sobre l¨¢mparas de aceite, candelabros, espejos, horquillas, camafeos y joyas. De su papel en el exterior hablan las las musas, inspiradoras de las artes y el pensamiento; Venus, imagen de la belleza y la seducci¨®n; Minerva y Diana, f¨¦rreas defensoras de la virginidad y la virtud, las monstruosas gorgonas y sirenas o las responsables de tremendos desastres como Medea o Pas¨ªfae.
La exposici¨®n arranca con seis bustos de mujer que se diferencian entre ellas por unos peinados esculpidos con tal realismo que parece que los mechones tuvieran movimiento. La manera de colocarse el cabello es esencial para datar la obra, explican los comisarios. Las modas variaron enormemente con el paso de los a?os, marcadas por las damas de la corte imperial, con las que el resto de las romanas se familiarizaba gracias a la escultura p¨²blica. Trenzas, mechones ondulados, bucles sueltos o recogidos en la nuca sirven para diferenciar las tendencias imperantes seg¨²n quien ocupara el poder. Como ejemplo, se se?ala que durante el reinado de Ner¨®n (54-68) se impuso la melena con varias capas de bucles que los escultores imitan mediante perforaciones realizadas con el tr¨¦pano.
El retrato que propone la exposici¨®n es el de una mujer que, a la vez, era objeto de amor y temor, de deseo y de desprecio
Para las decoraciones de los interiores de las viviendas pintaban frescos o esculp¨ªan arcillas en las que las mujeres de la familia adquir¨ªan aspectos mitol¨®gicos y encarnaban sentimientos positivos como la fertilidad, la prosperidad, la creaci¨®n o la suerte. Durante la era de Augusto, las mujeres adquieren cierta presencia p¨²blica. No solo las que son familia del emperador, sino que empieza a surgir un peque?o grupo al que se le permite administrar su fortuna y ocuparse de importantes ceremonias religiosas, de manera que su tratamiento en la escultura adquiere una importancia y belleza que antes no hab¨ªa conocido. Las varias recreaciones de las tres gracias, que aqu¨ª se exhiben, dan cuenta de ese nuevo papel de poder.
Entre diosas, adoradoras de Dionisos y criaturas femeninas mostruosas con una parada ante Hermafrodito, el joven de extraordinaria belleza convertido en criatura bisexuada, la exposici¨®n concluye con una espectacular pieza, Polimia y una reflexi¨®n. Polimia, musa de los mitos, fue copiada del original griego por un artista romano. Partida desde su tronco, fue recreada en el siglo XVIII por un artista italiano, Agostino Penna. De manera que la parte inferior es aut¨¦ntica y la superior, inventada. La duda se plantea si tenemos en cuenta que la recreaci¨®n de la vida de las romanas est¨¢ hecha a partir de hallazgos arqueol¨®gicos incompletos. Lo que queda por descubrir puede cambiar radicalmente la historia tal como hasta ahora la conocemos.
Babelia
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