La alegr¨ªa de la liviana inmadurez

A Louis Garrel (Par¨ªs, 1983) no le quedaba otra salida. Hijo de Philippe, un grande del cine franc¨¦s, empez¨® a actuar a los 18 a?os y desde entonces no ha parado. Habitual de las pel¨ªculas de Christophe Honor¨¦, ganador del C¨¦sar a actor promesa con Les amants r¨¦guliers, de su padre, So?adores de Bernardo Bertolucci le catapult¨® a la fama. Lleva ya una veintena larga de pel¨ªculas como actor como Un verano ardiente, Mon roi, Un castillo en Italia, La belle personne, Los amantes imaginarios, Saint Laurent¡­ Pero empez¨® a dirigir cortos y entre las influencias paterna y de Honor¨¦ y su propio ¨ªmpetu ha acabado debutando en un largo, Los dos amigos, que se pudo ver en la Semana de la Cr¨ªtica en Cannes y que ha servido para inaugurar la 12? edici¨®n del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Garrel no enga?a a nadie: ha hecho una pel¨ªcula ligera que quiere hablar de la inmadurez. Otra cosa es si la jugada acaba en gol.

Porque en Los dos amigos hay una pareja de camaradas (el mismo Garrel y Vincent Macaigne, s¨ª, aunque tambi¨¦n un objeto de deseo, Golshifteh Farahani ¨Cla actriz iran¨ª de A prop¨®sito de Elly, La piedra de la paciencia, Red de mentiras o Pollo con ciruelas-. ¡°Trabaj¨¦ con ella en 2011 en un corto, en realidad la eleg¨ª en un casting por Internet y en este tiempo ha mejorado much¨ªsimo su franc¨¦s¡±, recuerda Garrel. ¡°Ahora ya no puede volver a Ir¨¢n. Yo le ped¨ª que se olvidara de lo que le toca hacer habitualmente, de mujer musulmana, que solo encarnara a una mujer. Y ha alcanzado un punto fant¨¢stico¡±. Hay que apuntar que la separaci¨®n del cineasta con Valeria Bruni-Tedeschi, Garrel y Farahani fueron durante un tiempo pareja en la vida real.

Sobre su pel¨ªcula, Garrel ha contado en Sevilla que para ¨¦l es un ¡°manifiesto por la inmadurez¡±. ¡°Cuando me hablan de la importancia de la sinceridad recuerdo un texto de Fran?ois Truffaut que aseguraba que no hab¨ªa nada peor que la gente sincera, y que era buena cierta delicadeza en las relaciones. Con la verdad todo ser¨ªa inaguantable en una relaci¨®n sentimental. Mi pel¨ªcula tiene que ver con las peleas tradicionales conyugales que yo he traspasado a una amistad entre dos hombres¡±.

Ese tr¨ªo sentimental que tanto da?o se hace entre s¨ª es fruto de un guion escrito entre Garrel y Honor¨¦, un libreto que en Sevilla el otro actor, Macaigne, asegur¨® que era muy preciso. ¡°Louis es muy preciso en su cine y algo pop. Como es tan preciso en las emociones y los di¨¢logos, no se puede improvisar. Trabajamos mucho en ensayos y ah¨ª es donde me dej¨® aportar¡±.

Garrel ha desgranado su idea de la inmadurez y el concepto de tres. ¡°Milan Kundera dice que si la profundidad se encuentra en la ligereza o en la gravedad. Es cierto, nos levantamos cada d¨ªa en un mundo tan en crisis, que te sientes culpable por estar a veces alegre. Y eso te empuja al ansia. Siempre pienso: ¡®Ma?ana ser¨¦ yo mismo¡¯. Y no me enga?o, eso es una forma de inmadurez, por eso es complicado hablar de consideraciones adolescentes en mi filme. S¨ª es cierto que cuando tienes 15 o 16 a?os y vas en pandilla es normal eso de pensar en qui¨¦n me quiere o no¡­ y lo pat¨¦tico es ver ese comportamiento igual en grupos de treintea?eros. Volver a ser adultos es mimar un comportamiento responsable. Me gusta la idea de hombres perdidos en un no lugar como el de mi pel¨ªcula que est¨¢n buscando una tabla de salvaci¨®n en ese mar de inmadurez¡±. Y de ah¨ª el esquema de comedia ¡°sin grandes problema sociales¡±. ¡°Puede que ese concepto sea, en el fondo, reflejo de mi propia inmadurez. Defiendo la idea de usar la liviandad para profundizar en la inmadurez¡±.

Sobre los tr¨ªos, el cineasta ya ten¨ªa la lecci¨®n bien aprendida. ¡°El n¨²mero tres siempre se resuelve con la divisi¨®n. Nunca siguen juntos. Pod¨ªa haber resuelto el atolladero con un drama, una muerte, pero para m¨ª no pod¨ªa terminar de otra forma que como lo hago. El n¨²mero 3 es el de la utop¨ªa. A veces dicen que eso del tr¨ªo es muy franc¨¦s. Pues no, est¨¢ en mucho cine de todo el mundo. Por ejemplo, en Y tu mam¨¢ tambi¨¦n, que logra que el espectador crea que durante un tiempo que ese tipo de relaci¨®n s¨ª es posible. Mentira: ellos viven como un subid¨®n de droga, porque luego llega la verdad¡±. Y la verdad es dolorosa¡­ excepto en personajes como los de Los dos amigos.