Ara Malikian, el viol¨ªn trotamundos
El m¨²sico aspira a un Grammy latino por '15', el disco grabado en el Teatro Real
Antes de que Ara Malikian (Beirut, 1968) aspirase a un Grammy latino fue un extravagante concertino de la orquesta del Teatro Real. Toc¨® en el foso siete a?os. Desde que lo dej¨® se ha convertido en un fen¨®meno popular que arrastra tras de s¨ª a legiones de ni?os que a su vez tiran de sus padres gracias a espect¨¢culos como Las cuatro estaciones, donde el m¨²sico t¨ªmido se transforma en un saltimbanqui que se contorsiona y hace chanzas mientras suena Vivaldi. Malikian trata la m¨²sica cl¨¢sica sin reverencia y al viol¨ªn como una guitarra el¨¦ctrica. Respeta a los peque?os como si fuesen mayores e invita a los adultos a volverse ni?os.
En los 15 a?os que lleva en Espa?a ha acentuado su inclinaci¨®n por los caminos art¨ªsticos inciertos. Para festejar esta etapa, en 2014 ofreci¨® un concierto en el Teatro Real. Record¨® el foso y autoparodi¨® sus comienzos. Hizo flamenco con Rafael Amargo, melod¨ªas con Lamari y ?lvaro Urquijo y no se arrug¨® ante el extremoduro I?aki Ant¨®n. Por la grabaci¨®n de aquel concierto, largo, solidario e inclasificable, en el doble ¨¢lbum 15 (BigStar Music y Picos&Ham Records) ha sido nominado a un Grammy latino. Lo de latino es una desconcertante categor¨ªa para un liban¨¦s de origen armenio, que vaga por Europa desde que era un joven aprendiz de violinista y que nunca se siente de paso aunque nunca se asiente del todo: ¡°A veces la gente se empe?a en catalogarte y ponerte etiquetas. Verdaderamente yo no me siento de ning¨²n lado. No s¨¦ d¨®nde estar¨¦ dentro de un a?o. No pienso en eso, ahora estoy bien aqu¨ª¡±.
Tras 15 a?os en Espa?a ha logrado la nacionalidad y un pasaporte que le facilita la vida. ¡°Cuando viajas con un pasaporte liban¨¦s y un estuche de viol¨ªn, la broma m¨¢s frecuente que escuchas es la pregunta de si llevas un viol¨ªn o un kalashnikov. He tenido que esforzarme para reirme toda la vida de esta broma¡±, cuenta durante una entrevista en el Teatro Real.
"Cuando estoy en el escenario solo pienso en transmitir"
Hubo un tiempo en que Malikian se sumergi¨® en la atm¨®sfera de la m¨²sica cl¨¢sica a la manera cl¨¢sica. La dictadura de la perfecci¨®n, el como debe de ser. ¡°Hoy d¨ªa lo que hago es para el p¨²blico, no es ni para los programadores, ni para los compa?eros ni para el manager, es para el p¨²blico, que no pide la perfecci¨®n ni quiere o¨ªr una obra tal y como se tocaba hace 300 a?os. El p¨²blico paga una entrada para emocionarse. Cuando estoy en el escenario solo pienso en transmitir. La t¨¦cnica la practico en casa¡±.
Despu¨¦s de tocar en caf¨¦s, peque?os pueblos, teatros medianos, circos, anuncios, programas televisivos y unas cuantas paradas m¨¢s, Malikian ha acariciado la medida del ¨¦xito: puede elegir. ¡°Un amigo me dice, aunque suene arrogante, que hoy en d¨ªa el mundo de la m¨²sica cl¨¢sica me necesita m¨¢s a m¨ª que yo a ella¡±. El violinista prepara ahora un ¨¢lbum en estudio con composiciones propias, que avanza a trompicones entre conciertos por medio mundo, tras el doble disco grabado en directo en el Teatro Real dedicado a su padre, fallecido pocos meses antes: ¡°Todo lo que he podido hacer profesionalmente fue gracias a mi padre. Sin ¨¦l no habr¨ªa tocado el viol¨ªn, ni se me habr¨ªa ocurrido, ten¨ªa que obligarme a ensayar¡±.
Su muerte coincidi¨® casi con el nacimiento del primer hijo de Malikian. Lo mejor y lo peor juntos, el revoltijo de la vida. Algo que el m¨²sico ha conocido desde sus primeros a?os en L¨ªbano, cuando la guerra obligaba a los civiles a refugiarse en s¨®tanos. All¨ª tambi¨¦n, bajo las bombas, tocaba el viol¨ªn.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.