?Qu¨¦ ha cambiado en nosotros?
(Retrato incompleto de lo que se llev¨® y se lleva)
Televisi¨®n
De los bailes regionales y 'La Clave' a la pol¨ªtica espect¨¢culo y los 'talent shows'
Hubo un tiempo en que resultaba sencillo definir a la sociedad espa?ola a trav¨¦s de sus programas predilectos: la generaci¨®n Un, dos, tres; la generaci¨®n de La bola de cristal; incluso la generaci¨®n Al salir de clase. Con la llegada de la generaci¨®n reality (y su b¨²squeda de la fama r¨¢pida) todo se ha atomizado. Espa?a sali¨® definitivamente de la cris¨¢lida con la llegada de las teles privadas a principios de los noventa, con Valerio Lazarov como hilo conductor de las grandes audiencias gracias a programas como VIP Noche o La quinta marcha (de donde salieron Pen¨¦lope Cruz y Jes¨²s V¨¢zquez). Aunque ninguno de sus inventos es equiparable a la inquebrantable f¨®rmula trash patentada por S¨¢lvame. Mucho antes que Operaci¨®n Triunfo, a mediados de los setenta, tuvimos nuestro talent show primigenio con Gente joven, donde conviv¨ªan los bailes regionales con j¨®venes en busca del ¨¦xito (como Mecano, que debutaron en su plat¨® versionando a Aute). Hoy, la buena salud del g¨¦nero entre las audiencias refrenda la profec¨ªa de Warhol: todos tendremos nuestros 15 minutos de fama. Somos el pa¨ªs que m¨¢s ediciones ha acogido de Gran Hermano, s¨ª, pero tambi¨¦n uno de los que m¨¢s ha trasladado el debate pol¨ªtico al prime time (los bailoteos de Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa o Pablo Iglesias en El Hormiguero no cuentan). Solo hay una cosa que permanece imbatible al paso de los a?os: los especiales de Navidad de Raphael.
Sexo
Del ¡°virgen hasta el matrimonio¡± al Tinder
¡°Quiz¨¢s desilusione por ser demasiado light¡±. Esta fue toda la excusa que puso Narciso Ib¨¢?ez Serrador en la presentaci¨®n de Hablemos de sexo (1990), el primer programa en la televisi¨®n espa?ola que atend¨ªa estrictamente al tema. Dur¨® apenas nueve meses en antena pero legar¨ªa todo un icono: la doctora Elena Ochoa. La d¨¦cada previa, Espa?a hab¨ªa tenido que afrontar tambi¨¦n la embestida del sida en una sociedad donde la educaci¨®n sexual brillaba por su ausencia (hoy, tras la pol¨¦mica ley Wert, sigue sin figurar en el curr¨ªculo escolar). En 1990 llegar¨ªa tambi¨¦n el ¡°p¨®ntelo, p¨®nselo¡±, dirigido a concienciar a los j¨®venes del uso del cond¨®n. Parece mentira que a¨²n hoy se siga tomando a broma el contagio del VIH: en una encuesta de 2014 de la Sociedad Espa?ola de Contracepci¨®n, el 25% de los preguntados reconoc¨ªa no utilizarlo en sus relaciones no estables. Una reciente investigaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra atribuye este comportamiento al incremento del uso de la p¨ªldora anticonceptiva. Mientras, los millennials han dejado atr¨¢s el ¡°estudias o trabajas¡± (un sinsentido en la era ni-ni) para entregarse al ligue a la carta que brinda Tinder y otras apps de geolocalizaci¨®n v¨ªa m¨®vil.
Gastronom¨ªa
De las recetas de la abuela a las tres estrellas Michelin
Simone Ortega hizo de su recetario 1.080 recetas de cocina el aut¨¦ntico best seller de los setenta, Elena Santonja se erigir¨ªa como nuestra Julia Child particular en los ochenta gracias a Con las manos en la masa y Argui?ano convertir¨ªa el ¡°rico, rico, con fundamento¡± en el primer gran eslogan gastrotelevisivo desde su estudio-cocina de Zarauz. Con el aterrizaje de Ferran Adri¨¤ en El Bulli, en 1997, todo cambi¨®. En 2004, Time lo incluir¨ªa entre las 10 personas m¨¢s innovadoras del planeta. Hoy, El Celler de Can Roca, de los hermanos Roca, mantiene viva la llama como mejor restaurante del mundo. Lejos de alimentar competitividades en p¨²blico, el equipo A de grandes chefs espa?oles (con Arzak como padre ideol¨®gico) ha hecho pi?a para hacer del boom de la cocina espa?ola una de nuestras m¨¢s s¨®lidas ense?as internacionales. Y, mientras, acumulan fans. Hoy no hay aspirante a MasterChef que no se rinda ante su abrumador talento aunque jam¨¢s haya traspasado el umbral de sus templos culinarios.
Urbanismo
De la tribu urbana a la aldea global (y local)
Dec¨ªa hace poco Miguel Trillo, fot¨®grafo insignia de las tribus urbanas desde la Transici¨®n, que la geograf¨ªa ya no es decisiva a la hora de definir la cultura de un lugar. Un paseo por barrios como Lavapi¨¦s, en Madrid, o el Raval, en Barcelona, refrendan esa idea de que una Espa?a multicultural es posible. Tambi¨¦n de que la gentrificaci¨®n, ese fen¨®meno por el que los j¨®venes toman barrios desfavorecidos para revalorizarlos hasta disparar sus precios, acaba dibujando un mapa de nuestras ciudades m¨¢s excluyente que integrador. Especulaci¨®n es la palabra que mejor ha definido el urbanismo patrio del ¨²ltimo medio siglo: desde las colmenas levantadas por Franco hasta los alcaldes contando billetes del cobro de comisiones. El ¡°Espa?a va bien¡± de la burbuja inmobiliaria de Aznar reventar¨ªa en la cara de cientos de familias desahuciadas, despertando una movilizaci¨®n social impulsada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Entretanto, un sano movimiento de recuperaci¨®n recorre la pen¨ªnsula: en Espa?a hay unos 3.000 pueblos abandonados, y muchos se est¨¢n poniendo en venta. Llamarlo moda ser¨ªa una frivolidad, ll¨¢menlo b¨²squeda de calidad de vida: algunas aldeas se venden por poco m¨¢s de 50.000 euros, lo mismo que un piso de apenas 30 metros cuadrados.
La fiesta
De la Movida al macrofestival
Hoy ser¨ªa impensable ver a uno de nuestros pol¨ªticos d¨¢ndole un premio a una actriz con las tetas al aire o instando al p¨²blico a ¡°colocarse¡± en un concierto (por mucho club de fumador de marihuana que se haya abierto ¨²ltimamente). Pero a finales de los setenta, cuando todo estaba por hacerse, el alcalde Enrique Tierno Galv¨¢n refrend¨® la diversi¨®n sin tab¨²es en el Madrid de la Movida. Alaska, musa inalterable al paso de las modas, enarbolar¨ªa despu¨¦s el clubbing heredado de los clubes de Londres en la ¨¦poca acid house. Un movimiento que encontrar¨ªa su eclosi¨®n en el S¨®nar, nacido al amparo de la Barcelona postol¨ªmpica, y en la actualidad situado a la cabeza de la vanguardia electr¨®nica global. El auge de los macrofestivales, con el FIB (Benic¨¤ssim) a la cabeza, redefini¨® el turismo de fiesta y playa para los j¨®venes turistas europeos. En paralelo, Ibiza pegaba el subid¨®n como epicentro de la fiesta mundial. Pr¨¢cticamente no hay dj superestrella (David Guetta, Avicii, etc¨¦tera) que no tenga aqu¨ª su residencia veraniega, ni superfamoso (Justin Bieber, Kate Moss...) que no programe sus vacaciones sin tenerla en cuenta como destino de juerga prioritario.
Gais
De la ley de vagos y maleantes a la bandera arco¨ªris en el Ayuntamiento
En la primera manifestaci¨®n (imposible llamarla Orgullo gay) homosexual que se celebr¨® en Espa?a, en 1977, no hubo foto. Apenas una columna en el diario La Vanguardia titulada: ¡°4.000 homosexuales se manifestaron por las Ramblas de Barcelona¡±. La lucha para que la imagen de la bandera gay ondeando orgullosa colgada de la fachada del Ayuntamiento de Madrid diera la vuelta al mundo ha sido larga. Aunque cueste creerlo, la ley sobre peligrosidad y rehabilitaci¨®n social y la ley de esc¨¢ndalo p¨²blico, aplicadas sistem¨¢ticamente a homosexuales y transexuales, no fueron derogadas hasta 1989. Despu¨¦s nos convertimos en la cuarta naci¨®n en aprobar el matrimonio gay (en 2005, por el Gobierno de Zapatero). Decir que la homofobia ha sido erradicada ser¨ªa enga?arnos. Mientras el PP juega la carta del aperturismo con Rajoy y su pl¨¦yade asistiendo a la boda (gay) del vicesecretario vasco de su partido Javier Maroto, el debate se centra hoy en otro frente: la transexualidad infantil. La Fundaci¨®n Daniela reclama una ley de contemple el cambio de g¨¦nero de los ni?os que no se sientan c¨®modos con el sexo de su certificado de nacimiento. Ya llevan casi 50.000 firmas en Change.org. La calle est¨¢ preparada, ?y el Gobierno?
La mujer
De la pata quebrada y en casa a Ana Patricia Bot¨ªn
Hace 40 a?os la espa?ola casada precisaba del permiso de su esposo para casi cualquier cosa que tuviera que ver con su vida en sociedad: trabajar, comprar una casa, abrir una cuenta bancaria, viajar, sacarse el carn¨¦ de conducir o el pasaporte... Nos enga?ar¨ªamos si pens¨¢ramos que ya somos iguales en derechos. Sobre todo, a la hora de equiparar los sueldos: las mujeres cobran una media de un 24% menos que los hombres, seg¨²n la Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE de 2015. Aunque aquella estampa de tipos poderosos trajeados que copaba los peri¨®dicos en los a?os de la cultura del pelotazo ha dado paso a un tiempo nuevo en el que ellas roban cada vez m¨¢s la foto. Mientras los Albertos andan restaurando su reputaci¨®n para las altas finanzas, sus ex, las hermanas Koplowitz, multiplican su fortuna. ?Llegar¨¢ el d¨ªa en que dejemos de hacer hincapi¨¦ en el g¨¦nero de alguien como Ana Patricia Bot¨ªn cuando alcance la presidencia de un banco como el Santander? No hasta que rompamos las estad¨ªsticas: en la ¨²ltima d¨¦cada, las mujeres en puestos directivos han alcanzado el 30%, seg¨²n informes del Instituto de la Mujer. Pero seguimos muy por debajo de la media: ocupamos el puesto 16? entre los pa¨ªses europeos, seg¨²n el informe publicado por la Comisi¨®n Europea en 2014.
Moda
Amancio, ?no controles mi forma de vestir!
A mediados de los setenta, agonizaban ante el empuje del pr¨ºt-¨¤-porter nuestros maestros de la costura: Pedro Rodr¨ªguez, Balenciaga, Pertegaz. Sus maravillosas creaciones fueron sustituidas por el acr¨ªlico y la pana que vestir¨ªa a la progres¨ªa espa?ola (recordemos esa ic¨®nica chaqueta de Felipe Gonz¨¢lez). Los ochenta nos traer¨ªan los excesos: hombreras, brillo, charol y el h¨¢ztelo t¨² mismo heredado del punk londinense de los ochenta, adonde viajaban m¨²sicos y artistas en busca de inspiraci¨®n. Tuvo que ser un se?or de una aldea gallega el que nos pivotara a la aldea global: Amancio Ortega. Inditex nos ayud¨® a copiar el estilo de Europa sin necesidad de campa?as ni pasarelas. Hoy, el padre de Zara viste al mundo y se disputa con Bill Gates (fundador de Microsoft) el primer puesto en el ranking de los m¨¢s ricos del mundo. De acuerdo con Forbes, su fortuna asciende a 72.330 millones de euros.
Cine
Del destape a 'Lo imposible'
Pasamos de cruzar la frontera francesa para ver pelis er¨®ticas como Emmanuelle a contemplar el felpudo de la Cantudo. Almod¨®var tomar¨ªa el testigo de Saura, Querejeta o Erice en la b¨²squeda de un reconocimiento internacional de nuestro cine y allanar¨ªa tambi¨¦n el camino a nuestras estrellas m¨¢s exportables desde Sara Montiel: Pen¨¦lope Cruz y Antonio Banderas. Hoy, raro es el actor espa?ol de renombre que no intente saltar el charco, casi siempre estrell¨¢ndose contra el t¨®pico latino hollywoodiense. Mientras, vemos c¨®mo algunos de nuestros cineastas logran lo imposible. Amen¨¢bar, Fresnadillo o J. A. Bayonas se han instalado en el Olimpo de los directores mundiales de cine de g¨¦nero. Lo que queda fuera de plano es m¨¢s feo: la progresiva falta de ayudas por parte del Gobierno al cine espa?ol, el IVA cultural del 21% y las cifras r¨¦cord de pirateo digital (seg¨²n el Observatorio de Pirater¨ªa y H¨¢bitos de Consumo Digitales, por un valor de 23.265 millones de euros, solo en 2014) contin¨²an frenando el crecimiento de la industria patria.
Artes
Del Guernica a las cifras r¨¦cord
Podr¨ªamos situar el a?o cero de nuestra nueva era del arte contempor¨¢neo en el momento en que el Guernica pis¨® suelo patrio en 1981. El cuadro hab¨ªa permanecido en el extranjero (en el MoMA de Nueva York), a petici¨®n expresa de Picasso, hasta el fin de la dictadura. Despu¨¦s vendr¨ªa la creaci¨®n de ARCO, la feria de arte, bajo la direcci¨®n de Juana de Aizpuru, en 1982. Y la construcci¨®n del llamado ¡°tri¨¢ngulo del arte¡± en Madrid a principios de los noventa (al Prado se sumaron el Reina Sof¨ªa y la colecci¨®n Thyssen-Bornemisza). Hoy, ese eje convoca a m¨¢s de cinco millones de visitantes al a?o. La llegada del Guggenheim de Bilbao, con la impresionante estructura met¨¢lica de Frank Gehry rompiendo el paisaje de la r¨ªa, prob¨® la fuerza del arte como motor tur¨ªstico en provincias. Le seguir¨ªan el MUSAC (Le¨®n), Domus Artium (Salamanca) o el CAC (M¨¢laga). Las cifras m¨¢s recientes permiten vislumbrar un futuro interesante para el sector: en 2014 aumentaron un 50% las visitas a los museos estatales.
Babelia
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