Ingres de todos los tiempos
Una retrospectiva del pintor franc¨¦s llega por primera vez al Museo del Prado. Sus obras perviven en artistas como Michael Jackson, Picasso, Man Ray, Cindy Sherman o Godard
Muchos transe¨²ntes tendr¨¢n la seguridad de haber visto ese rostro antes, aunque desconozcan el nombre de su autor. Las creaciones de Ingres forman parte del imaginario colectivo. La cabeza girada de La gran Odalisca, buscando la mirada de quien la observa, ser¨¢ uno de los reclamos publicitarios de la retrospectiva que realiza el Museo del Prado sobre Jean-Auguste-Dominique Ingres (Montauban, 1780-Par¨ªs, 1867), que se abrir¨¢ al p¨²blico el pr¨®ximo martes. Ya lo dice Florence Viguier-Dutheil, directora del Museo Ingres de Montauban: ¡°Ingres es inactual¡±. Gracias a esa atemporalidad, a mimetizarse y camuflarse en cada ¨¦poca, el pintor ha viajado del siglo XIX al XXI dejando su impronta en distintas obras y autores. Su pr¨®xima parada es la pinacoteca madrile?a, donde se instalar¨¢ hasta el 27 de marzo.
La gran Odalisca ?¡ªcomo se?alan las Guerrilla Girls¡ª entr¨® desnuda al Prado, no pod¨ªa ser de otra manera. Esta, una de las obras m¨¢s reconocibles y versionadas del pintor franc¨¦s, espera desde el 11 de noviembre colgada de una de las paredes grises de las salas de exposiciones temporales. Es una de las contad¨ªsimas ocasiones en las que ha salido del Museo del Louvre y la primera que viene a Espa?a. Tristes d¨ªas para que una parisiense de pro no est¨¦ acompa?ando a sus vecinos. Es una imagen emblem¨¢tica, no solo de su autor, tambi¨¦n de toda la historia de la pintura. Ingres representa su ideal de mujer desnuda, sin argumentos mitol¨®gicos o literarios que lo justifiquen, por placer, sin orden en los elementos que lo conforman y con una dimensi¨®n er¨®tica remarcada por la sinuosidad de la curva de su largu¨ªsima espalda. Las acusaciones de falta de precisi¨®n anat¨®mica fueron tales que se lleg¨® a decir que ten¨ªa tres v¨¦rtebras de m¨¢s. Este ¨®leo ha dado mucho juego a lo largo de su historia, desde una caricatura que realiz¨® su coet¨¢neo Delacroix a la imagen del grupo de artistas feministas Guerrilla Girls. Organizaci¨®n, nacida en la d¨¦cada de los ochenta, que denuncia la escas¨ªsima representaci¨®n de creadoras en los museos y el gran agravio que hay si se compara con el de mujeres representadas.
?Ser¨ªa Picasso quien es sin beber de la fuente de Ingres? El malague?o toma el desorden de sus desnudos como uno de los elementos con los que conforma el cubismo. La generaci¨®n siguiente a la del neocl¨¢sico franc¨¦s no se entiende sin su presencia. Es dif¨ªcil imaginar las escenas de toilette de Degas sin los harenes de Ingres.
Seg¨²n Andrew Carrington Shelton, autor de numerosa bibliograf¨ªa sobre Ingres y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Ohio, el pintor neocl¨¢sico ¡°result¨® ser una mina para las travesuras pict¨®ricas de los surrealistas y dada¨ªstas¡±. As¨ª, una de las reinterpretaciones con m¨¢s trascendencia es la fotograf¨ªa de Man Ray, El viol¨ªn de Ingres, tomando como modelo La ba?ista de Valpin?on y uni¨¦ndola a la faceta musical del pintor. Era violinista, su viol¨ªn se conserva en el museo de Montauban. En 1990, otro fot¨®grafo norteamericano, Jo?l Peter Witkin, volvi¨® a esta ba?ista. Al contrario que la imagen de Man Ray, esta es cruel ya que las eses del instrumento son dos heridas de las alas y la libertad arrancadas de la Mujer que fue p¨¢jaro.
La fotograf¨ªa fue la primera de las nuevas artes que tuvo en cuenta la figura de Ingres ???¡ªel montaban¨¦s tambi¨¦n a ella, en su archivo conserva centenares¡ª pero no la ¨²nica. Algunos de los maestros del cine y la m¨²sica del siglo pasado no pueden construir im¨¢genes sin hacerle homenajes. As¨ª, Jean-Luc Godard no solo hace correr a los protagonistas de Banda aparte (1964) por el Louvre, escena que homenajear¨¢ Bernardo Bertolucci en So?adores (2003), sino que las ba?istas vuelven a ser imagen recurrente, esta vez como cartel de su pel¨ªcula Pasi¨®n (1982).
La m¨²sica tampoco le ha dejado escapar. Michael Jackson utiliza en la car¨¢tula de su ¨¢lbum Dangerous (1991) otra de las im¨¢genes que encumbr¨® al pintor franc¨¦s, el retrato de Napole¨®n I en su trono imperial. Del Rey del pop a una de las reinas de los escenarios del siglo XXI, Lady Gaga, que en 2013 entr¨® en el Museo del Louvre de la mano del polifac¨¦tico artista Robert Wilson que cre¨® un v¨ªdeo en el que ella estaba representada como si de Mademoiselle Rivi¨¨re se tratara, imagen harto repetida desde 1806, cuando Ingres retrat¨® a Caroline Rivi¨¨re. Ese vestido de corte imperio, la estola de piel y los guantes marrones han sido tambi¨¦n usados en obras de Marcel Broodthaers y del artista colombiano Fernando Botero, entre otros muchos.
El retrato es otro de los g¨¦neros en los que destac¨® Ingres. El pintor no solo fomenta la entrada de mujeres desnudas en los museos. El cuidado y el detalle con el que representa los tejidos, las texturas, los detalles de los adornos, es tambi¨¦n marca de la casa. La mujer bella de esta ¨¦poca es la que tiene la voluntad de serlo, la que se arregla conscientemente para lograrlo. Con esta idea trabaja Cindy Sherman cuando se inmortaliza a la manera ingresca en 1989.
La lista de artistas que se han visto influidos o que han homenajeado al pintor montaban¨¦s es innumerable: Saura, Bacon, Hockney, siempre Picasso, que repite durante toda su carrera sus motivos. Ingres ha tra¨ªdo a las artes de este siglo su pintura del siglo XIX y no solo dentro de los museos el artista urbano Space Invader reprodujo La fuente en la calle del pueblo natal del pintor donde se encuentra su museo.
Ingres. Museo del Prado. Madrid. Del 24 de noviembre al 27 de marzo de 2016.
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