Uruguay celebra los 80 a?os de su ballet nacional
Julio Bocca dirige la agrupaci¨®n desde hace un lustro y la eleva a categor¨ªa internacional
La pasada semana comenzaron los actos por el 80? aniversario del Ballet Nacional uruguayo, con galas que se sucedieron a teatro lleno y actos como que el presidente de la Rep¨²blica Oriental del Uruguay, Tabar¨¦ V¨¢zquez, le impusiera a Julio Bocca la medalla Delmira Agustini, la m¨¢s alta distinci¨®n cultural del pa¨ªs. En estos mismos d¨ªas Bocca ha sido ordenado Caballero de las Artes y las Letras de la Rep¨²blica Francesa. Conciertos, programas did¨¢cticos paras los m¨¢s peque?os, la presentaci¨®n de una nueva orquesta de j¨®venes, un desfile de todos los estudiantes de ballet del conservatorio nacional¡ puede resumirse como una efervescente actualidad de manifestaciones art¨ªsticas en torno al ballet como eje y motor. No se habla de milagro, sino de trabajo duro y continuado, de disciplina y un entusiasmo contagioso que conlleva orgullo. Bocca dice: ¡°esto no ha hecho m¨¢s que empezar, llegaremos todo lo lejos que nos marque nuestra ambici¨®n junto con nuestro sudor¡±.
Las decisiones del anterior presidente Jos¨¦ Mujica fueron fundamentales, desde impulsar la terminaci¨®n del nuevo Auditorio Nacional Adela Reta (actual sede del ballet y de la orquesta) hasta respaldar la decisi¨®n de nombrar al argentino Julio Bocca (Munro, Gran Buenos Aires, 1967) como director art¨ªstico. Bocca, que en su momento, hace a?os, rechaz¨® la oferta espa?ola para la direcci¨®n del entonces Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional, ha tenido que sortear dificultades, alg¨²n rechazo, hostilidades sindicales y lo que queda de una inveterada rivalidad entre uruguayos y argentinos que suena en alguna milonga pero que hoy hace sonre¨ªr. No se equivocaban quienes propusieron el nombre del astro rioplatense, la figura masculina m¨¢s importante que dio el ballet latinoamericano en el siglo XX, con un prestigio indiscutido de premios y logros que pasa por el American Ballet Theatre de Nueva York, el Teatro Bolshoi de Mosc¨², el Kirov-Mariinski de San Petersburgo, el Teatro alla Scala de Mil¨¢n, el Col¨®n de Buenos Aires o la ?pera de Par¨ªs, coliseos y compa?¨ªas donde ha acumulado una experiencia valiosa y prism¨¢tica que ahora le permite asumir con solvencia la direcci¨®n de la compa?¨ªa de Montevideo, el SODRE, que estaba muy de capa ca¨ªda. En apenas cinco a?os, Bocca a puesta a esta agrupaci¨®n en el panorama internacional. El a?o pasado hizo una exitosa gira a Espa?a con ¡°El Mes¨ªas¡± (Haendel) de Mauricio Wainrot.
No se puede perder vista que todo esto sucede a gran velocidad en un peque?o pa¨ªs de 3 millones y medio de habitantes, cuya mitad aproximada vive en la capital. Las cifras de este quinquenio de trabajo intenso son mareantes: 500.000 espectadores; 334 funciones en Uruguay (una cada cinco d¨ªas); 50 funciones en el extranjero; 30 nuevas obras estrenadas de las que 15 son grandes producciones abarcando a d¨ªa de hoy pr¨¢cticamente todo el repertorio acad¨¦mico (incluyendo ¡°Copp¨¦lia¡±, ¡°Giselle¡±, ¡°Lago de los cisnes¡±, ¡°Bayadera¡±, ¡°El Corsario¡±, ¡°Paquita¡± y Don Quijote¡±). Los actos de aniversario que empezaron el pasado lunes con la gala internacional del 80? aniversario culminar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 10 de diciembre con el estreno del ballet ¡°Romeo y Julieta¡± en la prestigiada versi¨®n de Kenneth MacMillan, ocasi¨®n para la que se pone en pie una nueva y ambiciosa producci¨®n con todo el rigor posible. Es otra pica en Flandes que pone Julio Bocca. Resulta del todo excepcional que obtuviera los derechos de esta obra, quiz¨¢s todo sea porque ¨¦l mismo fue un Romeo de leyenda en esta coreograf¨ªa asumi¨¦ndolos en teatros como el Covent Garden de Londres o el Metropolitan de Nueva York.
En la compa?¨ªa uruguaya, presencia espa?ola de altura: la santanderina Lorena Fern¨¢ndez, mano derecha, maestra y asistente del director; el solista Dami¨¢n Tor¨ªo y el primer bailar¨ªn malague?o Ciro Tamayo, que no pudo participar en las galas por una grave lesi¨®n en un pie. La plantilla refulge de juventud y de talento, ya con acento cosmopolita, teniendo como maestros y reponedores del repertorio a reputados mundiales como Willy Burman o Patricia Ruanne.
El Ballet Nacional de Uruguay aprovech¨® los fastos de su 80 cumplea?os para anunciar oficialmente que entre diciembre de 2016 y enero de 2017 har¨¢ su segunda gira por Espa?a, con presentaciones en los Teatros del Canal de Madrid y en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, trayendo dos programas: la Copp¨¦lia en la versi¨®n de Enrique Mart¨ªnez y Un tranv¨ªa llamado deseo, de Wainrot. Para esta segunda pieza, Bocca ha debido lidiar hasta obtener los permisos de los herederos de Tennessee Williams.
Las galas, armadas al mejor estilo neoyorkino, con agilidad y buen gusto, con lluvia de confeti dorado, fin de fiesta y mucho virtuosismo, contaron con bailarines invitados del Teatro Col¨®n de Buenos Aires (Nadia Muzyca y Federico Fern¨¢ndez), el Ballet de Sao Paulo (Luisa Yuk y Yoshi Suzuki) y del Teatro Municipal de Santiago de Chile (Gustavo Echevarr¨ªa). Los invitados de la ?pera de Par¨ªs no pudieron viajar a Montevideo por los recientes atentados.
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