Las preguntas quedan fuera
En alg¨²n lugar entre la academia, el periodismo y la literatura emerge la historia oral, rama de las ciencias sociales dedicada a la indagaci¨®n de la memoria a partir de testimonios directos. La pr¨¢ctica de esta disciplina le ha valido a Svetlana Alexi¨¦vich el Nobel, que recoge este jueves
Por qu¨¦ no salir a las calles de Chicago y escribir un libro sobre la ciudad a trav¨¦s de una ecl¨¦ctica mezcla de testimonios directos, de historias corrientes y extraordinarias pasadas por el rasante de una grabadora? La idea la tuvo un editor, el trabajo lo hizo?Studs Terkel y el resultado fue?Division Street America, el primero de los m¨¢s de 10 libros que el legendario y carism¨¢tico periodista estadounidense firm¨®, y con los que logr¨® traspasar la barrera que hasta entonces separaba la historia oral de las mesas de novedades y del gran p¨²blico.
En 1985, Terkel recibi¨® el premio Pulitzer por?La guerra buena, una historia oral de la II Guerra Mundial, libro en el que enlaza largos extractos de sus entrevistas con m¨¢s de 120 personas, cuyas palabras editadas conforman literalmente la carne de la historia. Las preguntas quedan fuera. El orden en el que se reproducen los testimonios arma la trama. Lo mismo ocurre con el trabajo de Svetlana Alexi¨¦vich, que recoger¨¢ este jueves en Estocolmo el Nobel de Literatura y ha logrado elevar el g¨¦nero ensalzando su potencial literario. "No escribo sobre la guerra, sino sobre el ser humano en la guerra. No escribo la historia de la guerra, sino la historia de los sentimientos. Soy historiadora del alma", afirma la autora bielorrusa en?La guerra no tiene rostro de mujer, libro en el que presenta con conmovedora fuerza los testimonios de cientos de mujeres que participaron en el Ej¨¦rcito Rojo. En? El fin del homo sovieticus vuelve a explicarse: "Yo escribo, re¨²no las briznas, las migas de la historia del socialismo dom¨¦stico, del socialismo interior..."
Pero, ?en qu¨¦ consiste la historia oral? El gregario e inteligente Terkel cre¨® una versi¨®n popular y cercana de una disciplina de las ciencias sociales en la que convergen la sociolog¨ªa, la psicolog¨ªa, la ling¨¹¨ªstica, la etnograf¨ªa y la antropolog¨ªa, seg¨²n el acad¨¦mico Alessandro Portelli, una de las figuras claves en este campo desde los a?os setenta. "En mi caso la motivaci¨®n fue pol¨ªtica", dice Portelli en uno de sus ensayos. M¨¢s all¨¢ de las grabaciones antropol¨®gicas para rescatar el folclore o registrar usos ling¨¹¨ªsticos en v¨ªas de extinci¨®n, la historia oral planteaba desde mediados del siglo XX abrir el foco, romper con algunas convenciones y oficialismos; reivindicar recuerdos y memoria como parte del cuerpo mismo de la historia, un relato en el que a menudo quedaban excluidas las mujeres, la poblaci¨®n m¨¢s humilde o las minor¨ªas raciales. Las fuentes orales y no solo las escritas merec¨ªan un papel, aunque fuera con transcripci¨®n de por medio.
Antes de que esta disciplina fuese enarbolada como territorio de reivindicaci¨®n y de inclusi¨®n en los sesenta, su origen podr¨ªa situarse en la radio en Reino Unido, donde cuaja la idea de entrevistar a gente corriente. "El principio, uno lo encuentra en Her¨®doto", apuntaba, una tarde de noviembre en su oficina, Mary Marshall Clark, directora del Centro de Investigaci¨®n de Historia Oral de la Universidad de Columbia. El centro, el primero creado en una universidad, fue fundado en 1948 por Allan Nevins y actualmente cuenta con archivo de m¨¢s de 10.000 entrevistas transcritas y un programa de posgrado en esta disciplina. "Nevins pens¨® en las grabaciones como un sustituto de los diarios", explica Marshall Clark. Entre los proyectos m¨¢s ambiciosos emprendidos por este centro est¨¢ el que dedicaron al 11-S, con cientos de entrevistas que han repetido a las mismas personas a lo largo de los a?os. "Tratamos de usar las narraciones personales para tejer algo que podr¨ªamos llamar una memoria compartida, social", dice su directora. "Nos gusta pensar en la historia oral como una combinaci¨®n de testimonio y contexto. Cuando entrevistas a alguien le pides que te ampl¨ªe el contexto: ?pensaban lo mismo otros miembros de su familia?, ?qu¨¦ otras cosas pasaban en ese momento?, ?qu¨¦ cosas pueden influir en su opini¨®n? Las preguntas son muy importantes. Tratamos de ser transparentes en el trabajo que hacemos, no hay nada oculto en esta forma de entrevista, es algo que se crea a partir de la relaci¨®n subjetiva que se genera. El punto de vista queda patente en la edici¨®n".
El gregario e inteligente Terkel cre¨® una versi¨®n popular y cercana de una disciplina de las ciencias sociales en cuya historia convergen la sociolog¨ªa, la psicolog¨ªa, la ling¨¹¨ªstica, la etnograf¨ªa
En los a?os cincuenta en California, Willa Baum crea el Centro Regional de Historia Oral que dirigi¨® hasta el a?o 2000, y que es otro de los puntales fundamentales en el mapa de esta disciplina. Su trabajo en torno a la metodolog¨ªa que deb¨ªa emplearse fue esencial en aquellos a?os en los que la resistencia a aceptar las fuentes orales dentro de la historia era manifiesta.?Mercedes Vilanova, catedr¨¢tica em¨¦rita de la Universidad de Barcelona y figura fundamental en el movimiento internacional de la historia oral, conoci¨® a Baum y su centro. "Llegu¨¦ a esta disciplina porque no hab¨ªa documentaci¨®n y quer¨ªa escribir sobre la guerra civil, la revoluci¨®n, las colectividades en Catalu?a", recuerda. "Soy muy radical. En los a?os sesenta reivindicamos la historia alternativa de mujeres, de obreros que hab¨ªan quedado en la cuneta. Luchamos por meter esto en los departamentos de historia de las universidades y lo logramos. Las fuentes orales son el complemento ideal de la estad¨ªstica, porque hay que ir a las personas. Pero no se trata de dar voz, sino de escuchar". Vilanova form¨® parte del grupo europeo que organiz¨® coloquios y congresos alternativos, pero siempre mantuvo un pie en la academia. Su pelea se ha planteado en los claustros m¨¢s que en las librer¨ªas, aunque su bibliograf¨ªa incluye t¨ªtulos como Mauthausen, despu¨¦s. Voces de espa?oles deportados (C¨¢tedra, 2014).
Con los a?os, los costosos procesos de grabaci¨®n y transcripci¨®n se fueron abarantando y el g¨¦nero floreci¨® en Reino Unido, Francia, Alemania.?Eugenia Meyer en M¨¦xico y T¨²lio Vargas en Brasil ayudaron a crear potentes escuelas al otro lado del Atl¨¢ntico. "La historia oral muy militante, comenz¨® siendo una metodolog¨ªa que aspiraba a escribir otro tipo de historia. Hoy se usa como una fuente m¨¢s", corrobora la catedr¨¢tica?Cristina Border¨ªas, autora de libros como Entre l¨ªneas, donde usa los testimonios de las trabajadoras de Telef¨®nica. Fundadora de la Asociaci¨®n Internacional de Historia Oral, que presidi¨® varios a?os, Vilanova explica las diferencias con el periodismo: "Nosotros preguntamos en busca de la memoria. Nuestra modalidad trata sobre c¨®mo se ha vivido algo, es el c¨®mo contamos, c¨®mo se siente la emoci¨®n, el paso del tiempo, la experiencia. Y el 50% es del entrevistado y el otro 50% del entrevistador: hay que saber preguntar".
Lecturas en espa?ol
- Svetlana Alexi¨¦vich, 'El fin del homo sovieticus' (Acantilado) y 'Voces de Chern¨®bil' y 'La guerra no tiene rostro de mujer' (ambos en Debate).
- Studs Terkel, 'La guerra buena. Una historia oral de la II Guerra Mundial' (Capit¨¢n Swing).
- Mercedes Vilanova, 'Mathausen, despu¨¦s. Voces de espa?oles deportados' (C¨¢tedra).
- Roland Fraser, 'Recu¨¦rdalo t¨² y recu¨¦rdalo a otros' (Cr¨ªtica).
- Cristina Border¨ªas, 'Entre l¨ªneas. Trabajo e identidad femenina en la Espa?a contempor¨¢nea' (Icaria).
- Miren Llona, 'Entre se?orita y gar?onne: historia oral de las mujeres bilba¨ªnas 1919-1939)', (Universidad de M¨¢laga).
- Legs McNeil y Gillian McCain, 'Por favor m¨¢tame' (Libros Crudos).
- Jean Stein y George Plimpton, 'Edie' (Circe).
- Nando Cruz, 'Peque?o circo. Historia oral del indie en Espa?a' (Editorial Contra).
La historia oral de la guerra civil del brit¨¢nico Roland Fraser, Recu¨¦rdalo t¨² y recu¨¦rdalo a otros, ayud¨® a consolidar el respeto hacia este g¨¦nero en Espa?a, y el trabajo sobre las mujeres de clase media bilba¨ªnas de Miren Llona Entre se?orita y gar?onne o Peque?o circo, de Nando Cruz, sobre la m¨²sica indie en Espa?a, son una muestra de que sigue vivo, fuera de archivos como los de la Universidad Complutense. Pero esta disciplina no acaba de ser comercialmente popular o de superar la resistencia de editores. Una prueba de ello es el libro de testimonios de desplazados, v¨ªctimas del conflicto en Colombia, Throwing Stones to the Moon, que solo ha sido editado en ingl¨¦s en la colecci¨®n de historia oral Voices of Witness de McSweeney¡¯s. "A partir de las transcripciones buscamos el hilo narrativo. Hac¨ªamos sesiones de hasta 12 horas de entrevistas con una misma persona, buscamos el detalle literario preguntando, por ejemplo, por el olor", explica Sybille Brodzinsky, autora del libro y periodista, que menciona el trabajo de Alfredo Molano como pionero de la historia oral del conflicto en Colombia.
Versi¨®n acad¨¦mica y comercial conviven en EE UU sin problema. Las librer¨ªas est¨¢n llenas de t¨ªtulos que reconstruyen a trav¨¦s de un coro de voces desde la biograf¨ªa de un actor o un pol¨ªtico, hasta la intrahistoria de un programa de televisi¨®n. Aun as¨ª hay notables carencias: "?Por qu¨¦ no hay una historia oral publicada de la guerra de Irak? ?Ser¨¢ por la calidad de los textos o porque no es un tema atractivo? Dif¨ªcil saberlo", comenta Tom Mayer, editor de WW Norton, que compara el trabajo en los t¨ªtulos de historia oral a la edici¨®n de un documental m¨¢s que a la de un libro al uso.
Pero no hay duda de que el modelo que Terkel populariz¨® est¨¢ aceptado en el mundo editorial anglosaj¨®n. "La historia oral ha vendido muy bien en EE UU, crece como g¨¦nero. Ofrece un testimonio sin filtros, pero claro que puede ser tedioso si no est¨¢ bien hecho", explica el veterano editor Morgan Entrekin, fundador del sello?Grove Atlantic. En el cat¨¢logo de esta editorial se encuentran t¨ªtulos fundamentales como Edie, biograf¨ªa de la modelo y actriz Edie Sedgwick realizada por Jean Stein y George Plimpton que construye el friso cultural de los sesenta con un coro de voces que abarca desde Truman Capote hasta Leo Castelli; Por favor, m¨¢tame, la historia oral del punk de Legs McNeil y y Gillian McCain; o Bullwhip Days, the Slaves Remember, el libro realizado a partir de los testimonios de esclavos que recogi¨® el Writer¡¯s Project Association impulsado por la Administraci¨®n Roosevelt. Entrekin trabaja ahora en Anatomy of a Song, una historia oral de legendarias canciones del periodista Michael Myers: "Como editor no puedes cambiar las palabras pero tratas el tejido alrededor, intentas de mejorar el ritmo y aportar distancia para que la historia avance. Es un arte que implica mucho m¨¢s que juntar las piezas".
Babelia
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