Jean Sibelius, visto de cerca
El compositor finland¨¦s y su obra han sido pasto de clich¨¦s que conviene desterrar por falsos y simplistas
El pobre Sibelius vivi¨® en tiempos dif¨ªciles que convirtieron su m¨²sica en algo que no era. Naci¨® en Rusia y hablaba sueco, algo muy duro de admitir para los finlandeses. Al fin y al cabo, es nuestro h¨¦roe nacionalista. Hoy d¨ªa incluso los populistas liberales escuchan su m¨²sica al tiempo que abrazan la bandera finlandesa y ven partidos de hockey sobre hielo.
Cuando Sibelius lleg¨® de la perif¨¦rica H?meenlinna a la ligeramente menos perif¨¦rica Helsinki, un pu?ado de intelectuales se hab¨ªan inventado la gran idea de algo llamado Finlandia. Como a Sibelius le encantaban la buena comida y las bebidas alcoh¨®licas de primera (nunca beb¨ªa cerveza ni nada barato), se sentaba siete d¨ªas a la semana en el ¨²nico restaurante de Helsinki, el K?mp, y se ve¨ªa obligado a escuchar la propaganda nacionalista.
En lo m¨¢s profundo de su mente sab¨ªa que todo aquel parloteo no era para ¨¦l. A los 10 a?os ya se hab¨ªa dado cuenta de que era un genio. En aquella ¨¦poca, genio era sin¨®nimo de artista. Si quer¨ªas ser un artista internacional, eras un genio, as¨ª que se tuvo por un genio con toda naturalidad y, finalmente, todos los dem¨¢s hicieron lo propio.
A Sibelius siempre le preguntaban de qu¨¦ trataba su m¨²sica. ¡°M¨²sica pura¡±, respond¨ªa, como Brahms
Y era un genio. Como compositor, eso significa que puedes crear m¨²sica que suena como algo ¨²nico. La m¨²sica de Sibelius es reconocible; tiene ese sabor personal distintivo. Lo mismo sucede con todos los genios, de Beetho?ven a Bart¨®k. Ser ¨²nico significa haber creado algo universal. Pero eso no encaja con el papel de un compositor nacionalista. La funci¨®n de Sibelius fue inventar la m¨²sica finlandesa, mostrar al mundo qu¨¦ intelectual y civilizada era la reci¨¦n nacida naci¨®n surgida de los bosques. Como nunca hubo rivales para Sibelius, cualquier cosa que compon¨ªa se ajustaba a este prop¨®sito.
En Helsinki se celebr¨® una gala ben¨¦fica en 1899. Tres de los comensales del restaurante K?mp escribieron una historia muy imaginativa sobre la historia del pueblo finland¨¦s y pidieron a Sibelius que escribiera alguna m¨²sica para acompa?arla y ¨¦l lo hizo como persona complaciente que era. La ¨²ltima escena contaba la valiente historia del futuro de los finlandeses. Por alg¨²n motivo, los escritores pensaban que la tecnolog¨ªa moderna era la clave para un brillante futuro. Como Sibelius hab¨ªa admirado siempre los trenes, la m¨²sica se concentr¨® en describir una locomotora de vapor mientras sal¨ªa de la estaci¨®n. Para la secci¨®n B escribi¨® un emotivo himno.
Algunos a?os despu¨¦s, la pieza se bautiz¨® como Finlandia. No fue idea de Sibelius pero, como pensaba que no era una de sus mejores obras, accedi¨®. Finalmente, Finlandia se independiz¨® y tuvo que v¨¦rselas con su nuevo vecino, la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Durante la Segunda Guerra Mundial, Sibelius se vio obligado a aceptar el texto patri¨®tico para el himno de Finlandia. ¡°No estaba pensado para cantarse¡±, susurr¨®, pero nadie le escuch¨®. Es su obra m¨¢s famosa, por supuesto. Ha sido el himno nacional de Biafra, es un himno religioso popular en muchas iglesias y por algunos sitios de Europa oriental la cantan en los brindis. Muy flexible, siempre eficaz. Pero nada que ver con el misterio de ser finland¨¦s.
A Sibelius siempre le preguntaban de qu¨¦ trataba su m¨²sica. ¡°M¨²sica pura¡±, respond¨ªa, como Brahms. Luego quer¨ªan saber cu¨¢l era la inspiraci¨®n de la m¨²sica. Todos los creadores saben que la inspiraci¨®n como tal no existe. Hay que crear la obra. A veces todo brota con fluidez, pero la mayor parte del tiempo no es m¨¢s que trabajo duro. Sibelius compon¨ªa de noche, ya que de d¨ªa sus cinco hijas armaban un barullo tremendo y ¨¦l no ten¨ªa un estudio propio. Para dar una respuesta, dec¨ªa que su inspiraci¨®n era la naturaleza. Era una manera generalmente aceptada de hablar del proceso creativo, utilizada por los artistas ya en tiempos de Goethe. Para un artista rom¨¢ntico, la naturaleza era algo que pod¨ªan admirar cuando se hallaban c¨®modamente sentados en casa.
Era un genio. Como compositor, eso significa que puedes crear m¨²sica que suena como algo ¨²nico. La m¨²sica de Sibelius es reconocible; tiene ese sabor personal distintivo
Los finlandeses han vivido siempre en medio de la naturaleza, al lado de un oso, frente a los ojos de un alce. Como el clima de Finlandia es insoportable 11 meses al a?o, estar en la naturaleza significa luchar contra las fuerzas superiores. Cazamos, pescamos, cogemos setas y bayas y vivimos de la naturaleza. Sibelius, no. Era todo lo urbano y centroeuropeo que se pod¨ªa ser. Le compraron sus primeras botas de goma a los 80 a?os y jam¨¢s se las puso. Iba vestido siempre como un aut¨¦ntico dandi y, cuando disfrutaba de la atm¨®sfera de la naturaleza, se sentaba en su silla Biedermeier debajo de un pino y fumaba un puro.
Para m¨ª, Sibelius es perfecto. Me siento a gusto en ciudades urbanas, igual que ¨¦l. Odio la naturaleza si tengo que estar en estrecho contacto con ella. Pero puedo sentir las fuertes emociones de la m¨²sica de Sibelius. No son ni patri¨®ticas, ni finlandesas, sino profundamente humanas y universales. ?Qu¨¦ maravillosa coincidencia que seamos los dos finlandeses!
Minna Lindgren, music¨®loga y escritora finlandesa, ha publicado este a?o Tres abuelas y un cocinero muerto y Tres abuelas y un joyero de ida y vuelta (Suma de Letras), las dos primeras entregas de su Trilog¨ªa de Helsinki.
Traducci¨®n de Luis Gago.
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