La guerra de los Leroy

En la estupenda La guerra de los Rose, un matrimonio en proceso de divorcio cuyos miembros est¨¢n poco dispuestos a ceder la casa al contrario decide seguir conviviendo hasta hacerse la vida imposible a base de diversas artima?as que llegan a alcanzar la violencia f¨ªsica. Comedia negra, slapstick, screwball y farsa converg¨ªan en una seria realidad: la desintegraci¨®n familiar. Unas pautas c¨®micas que el franc¨¦s Martin Bourboulon recupera en la aparentemente intrascendente y en realidad salvaje Pap¨¢ o mam¨¢, que lleva en la chepa una atractiva y arriesgada novedad: aqu¨ª la clave es que el matrimonio lucha a brazo partido por, ojo, no quedarse con la custodia de los tres hijos, que sufren los esfuerzos de sus padres para convencerles de que vivir en solitario con cada uno ser¨ªa el infierno en vida.

A pesar de que Bourboulon y sus guionistas llegan hasta las ¨²ltimas consecuencias (s¨ª, tambi¨¦n hay hostias, en una secuencia suicida que sin embargo sale muy bien parada), los dardos envenenados, el dolor y la risa, nunca hacen mella en los hijos y s¨ª en el comportamiento de los padres. Y he ah¨ª la gran paradoja de la pel¨ªcula, y lo que la convierte en una curiosa anomal¨ªa: que el patetismo, el ego¨ªsmo, el rid¨ªculo y la violencia de las acciones de los progenitores, esos comportamientos sacados de quicio, son muy reconocibles en la realidad, pero no en parejas que quieran librarse de sus hijos, sino en gente que los quiere y ans¨ªa sentirse amada por ellos.