Star Wars, una noche en la galaxia friki
Un ej¨¦rcito de fan¨¢ticos dejaron atr¨¢s sus vidas cotidianas y se enfundaron los disfraces de sus personajes favoritos para presenciar el estreno de la pel¨ªcula
Darth Vader y sus secuaces se adue?aron de los cines de M¨¦xico con el permiso de los Jedi y de otros seres ideados por George Lucas. No quisieron perderse el estreno de la s¨¦ptima pel¨ªcula de Star Wars. El universo de esta saga se torn¨® m¨¢s real que nunca con un ej¨¦rcito de fan¨¢ticos que se olvidaron de sus vidas cotidianas para enfundarse en disfraces de galaxias lejanas y mundos desconocidos. Quienes no se transformaron pasaron a ser los extra?os en esta galaxia friki.
Como si hubieran desembarcado de la Estrella de la Muerte, la Legi¨®n 501, "el grupo de fans m¨¢s importante de M¨¦xico¡±, reconoci¨® uno de sus seguidores, se hizo con el control de los cines de Plaza Universidad, un centro comercial al sur de la capital mexicana. Los accesos al recinto, la entrada al cine y a las salas estaban protegidos por los miembros de este grupo selecto de aficionados de la saga. Situados en puntos estrat¨¦gicos del lugar, llegaron con una misi¨®n: ¡°proteger a quienes acud¨ªan al estreno de la pel¨ªcula¡±, asegur¨® una de sus miembros.
Ellos son los m¨¢s fan¨¢ticos entre los fan¨¢ticos, los m¨¢s venerados entre los frikies. Se trata de grandes estrellas para los apasionados de la saga y como tales acaparan flashes y entrevistas con la prensa. Todos quieren posar con un miembro de la Legi¨®n 501 y muchos ans¨ªan formar parte de este grupo de fans con presencia en numerosos pa¨ªses del mundo.
Entrar a ¨¦l no es tan sencillo. Como carta de presentaci¨®n deben mostrar los trajes de la saga que poseen para que se eval¨²e si superan los est¨¢ndares de calidad. De esta forma, cuando las filas de la Legi¨®n salen a la calle nadie los supera. El universo de George Lucas se convierte en real.
El soldado 8.136, que recibe el nombre de Israel cuando no viste su armadura, lleva cuatro a?os formando parte de este grupo y toda una vida amando Star Wars. Como miembro de la Legi¨®n 501 tiene un objetivo en la Tierra: llevar el bien al planeta. Su misi¨®n durante el a?o es visitar escuelas y hospitales infantiles para hacer sonre¨ªr a los ni?os.
Los accesos al recinto, la entrada al cine y a las salas estaban protegidos por los miembros de este grupo selecto de aficionados de la saga
La Legi¨®n 501 cont¨® la madrugada de jueves con muchos c¨®mplices. Numerosos aficionados quisieron transgredir la l¨ªnea que separa realidad y ficci¨®n al acudir a las salas vestidos de sus personajes favoritos. Demostraban una vez m¨¢s que son incondicionales de esta saga. Ya solo haber conseguido entradas para el estreno fue toda una proeza. Algunos esperaron varias horas en la preventa que se realiz¨® en agosto, otros aguardaron frente al ordenador el instante en el que comenzaba la compra y que poco tiempo despu¨¦s finaliz¨® debido a la alta demanda.
¡°Ten¨ªa claro que no iba a perderme el estreno, llevo 10 a?os esperando que llegue este momento. Hubiese hecho cualquier cosa por conseguir un boleto¡±, relata Sof¨ªa vestida para el estreno como la Princesa Leia.
Ni?os vestidos de Jedi, adultos disfrazados de Darth Vader, espadas l¨¢ser que trataban de fulminar a los curiosos y hasta ancianos que acompa?aban a sus hijos ya adultos abarrotaban los accesos a esta sala de cine. Nunca antes un estreno hab¨ªa congregado a tal cantidad de espectadores. Se rompieron todos los r¨¦cord al reunir a m¨¢s de 400.000 personas en M¨¦xico.
¡°Desde que con cuatro a?os les puse la pel¨ªcula de Star Wars a mi hijo, mi casa se ha llenado de espadas l¨¢ser¡±, se?alaba Gabriela, tratando de justificar su presencia en este estreno al que ven¨ªa acompa?ada por su familia.
Este jueves fue el d¨ªa en que los mayores fan¨¢ticos de esta saga desempolvaron sus armaduras. Algunos llevaban meses preparando la vestimenta, otros, como Miguel ?ngel, tuvieron que escoger uno de los siete que acumula en el armario. Y es que para todos ellos se trataba de una fecha se?alada. Era el d¨ªa en el que poder lucir con orgullo su pasi¨®n por esta saga, antes de retomar sus vidas, no tan extravagantes como se permitieron ser esta noche.
Babelia
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