El sue?o enciclop¨¦dico del Nuevo Mundo
La Unesco reconoce el valor de los Vocabularios de Lenguas Ind¨ªgenas de Am¨¦rica y Asia, del siglo XVIII
Esta historia empieza en Rusia en el ¨²ltimo tercio del siglo XVIII y, tras pasar por Espa?a y llegar a M¨¦xico, al Per¨² y las Filipinas, termina en la Unesco, que acaba de reconocer el valor universal de una serie de Vocabularios de Lenguas Ind¨ªgenas del Nuevo Mundo guardados en el Archivo General de Indias de Sevilla. Se trata de 12 documentos del siglo XVIII que contienen la lexicograf¨ªa de 35 lenguas ind¨ªgenas de Am¨¦rica y Asia ¡ªdesde el populca de Veracruz al rapanui de la Isla de Pascua o el quechua de los Andes¡ª, que han pasado a formar parte del Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco, un listado que recoge el patrimonio documental de gran importancia para la historia de la humanidad.
Todo comenz¨® en la imaginaci¨®n de la zarina Catalina II, Catalina la grande, que, imbuida por el esp¨ªritu enciclop¨¦dico de la ilustraci¨®n y retomando un proyecto del fil¨®sofo alem¨¢n Gottfried Leibniz, se propuso hacer un enorme compendio que tradujera a todos los idiomas del mundo unas 400 palabras rusas de uso com¨²n, como madre, r¨ªo, viento, casa... As¨ª, vio la luz entre los a?os 1786 y 1787 Linguarum totius orbis vocabulario comparativa en 200 lenguas de Europa y Asia, editado por el naturalista alem¨¢n P. S. Pallas.
Pero el esp¨ªritu universal se quedaba corto en aquella obra, entre otras cosas, porque no hab¨ªa en ella ninguna lengua americana. Por eso, Catalina escribi¨® una carta pidiendo ayuda al rey de Espa?a, Carlos III, que a su vez firm¨® el 13 de noviembre de 1787 la Real Orden para traducci¨®n de vocablos y Remici¨®n de Libros. A trav¨¦s de ese texto, exig¨ªa a los gobernadores de la Nueva Espa?a y Filipinas la confecci¨®n de vocabularios de las lenguas existentes en sus respectivos territorios.
Nunca llegaron a Rusia
Los textos nunca llegaron a manos de los sabios rusos, por culpa de sucesivos retrasos y por la muerte de Carlos III en 1788, seg¨²n diversos autores. ¡°La desidia de la administraci¨®n hizo que una buena parte de los vocabularios se almacenara en el Archivo de Indias¡±, explica el catedr¨¢tico de Ling¨¹¨ªstica de la Universidad de la Universidad de Valencia Julio Calvo.
Sin embargo, aunque nunca llegaran a cumplir su prop¨®sito inicial, son por s¨ª solos un testimonio ¡°de la diversidad cultural de los pueblos originarios de Am¨¦rica y Asia¡± y ponen de manifiesto ¡°que muchas de estas lenguas han llegado a nuestros d¨ªas gracias a la codificaci¨®n en alfabeto latino que se realiz¨® durante la etapa colonial espa?ola¡±, asegura el texto con el que el Ministerio de Cultura espa?ol ha convencido a la Unesco del valor de los documentos.
Tres de los 12 textos reconocidos por el organismo internacional, sin embargo, son anteriores a la orden de Carlos III. El primero, de 1760, traduce vocablos de varios idiomas de pueblos hoy extintos: chaimas, cumanagotos, cores y parias. El segundo, de 1770, es un vocabulario confeccionado a base de se?as, demostraciones y dibujos de los lugare?os de la isla de Pascua. El ¨²ltimo fue elaborado en 1774 despu¨¦s de llevar a tres tahitianos a Lima para ense?arles espa?ol; el viaje le cost¨® la vida a uno de ellos, de nombre Heiao, que muri¨® de viruela pocos meses despu¨¦s de su llegada.
El profesor Calvo se?ala que quiz¨¢ hay otros textos ¡ªpor ejemplo, gram¨¢ticas¡ª m¨¢s ¨²tiles para el estudio ling¨¹¨ªstico de los idiomas ind¨ªgenas, pero les reconoce a estos su gran valor testimonial. ¡°Lo que cuenta ahora es que por fin se reconozca que aquel trabajo de cotejo no se perdi¨® y que ahora todo el que quiera va a tener acceso a ¨¦l¡±.
La torre que inspir¨® a Umberto Eco
La Unesco tiene tres programas principales de protecci¨®n del legado cultural y natural mundial: el de sitios Patrimonio de la Humanidad (que reconoce, por ejemplo, la Mezquita de C¨®rdoba), el del patrimonio Cultural inmaterial (por ejemplo, el flamenco) y el de reconocimiento de documentos de valor universal, llamado Memoria del Mundo.
Cada dos a?os, un grupo de 14 expertos internacionales designados por la UNESCO decide cu¨¢les de las propuestas hechas por los pa¨ªses entran a formar parte del Registro de la Memoria del Mundo. La ¨²ltima vez, en octubre de 2015, dieron el visto bueno a dos propuestas espa?olas: los Vocabularios Ind¨ªgenas del Nuevo Mundo y Los Beatos Medievales de Espa?a y Portugal.
Este ¨²ltimo es una serie de manuscritos medievales hechos a partir de Los Comentarios al Apocalipsis, del siglo VIII, atribuido al Beato de Li¨¦bana. Son obras religiosas que, para dar orientaciones, se acompa?aban de dibujos. Y en ellos reside, en buena medida, el enorme valor de estos documentos, pues despliegan una poderos¨ªsima iconograf¨ªa cuya influencia llega al siglo XX, por ejemplo, a trav¨¦s de distintas obras cubistas de Pablo Picasso, incluido el Guernica.
Otro ejemplo es la novela El nombre de la Rosa: la ilustraci¨®n de la Torre Scrioptorium, del c¨®dice del Beato de T¨¢bara (cuya imagen pueden ver sobre estas l¨ªneas) inspir¨® al escritor italiano Umberto Eco para escribir la obra que m¨¢s tarde llev¨® al cine el director franc¨¦s Jean-Jacques Annaud. Ese dibujo custodiado en el Archivo Hist¨®rico Nacional es un documento ¨²nico para comprender c¨®mo era la vida en un scriptorium medieval, pues refleja la labor de copistas e ilustradores, la organizaci¨®n de las escaleras y estancias de la torre, y la disposici¨®n de los libros.
¡°La relevancia de estos manuscritos est¨¢ en su origen y en la transmisi¨®n de un mismo patr¨®n de la cultura escrita ib¨¦rica e hispano altomedieval¡±, explican desde el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura, que ha impulsado la candidatura de los Beatos junto al Gobierno Portugu¨¦s. De hecho, dos los 11 ejemplares que han pasado a formar parte del Registro de la Memoria del Mundo est¨¢n custodiados en bibliotecas lusas.
En total, Espa?a tiene siete grupos de documentos en el listado de la Unesco: los otros cinco son El Tratado de Tordesillas (por el que Espa?a y Portugal se repartieron el Nuevo Mundo en el siglo XV), Las Capitulaciones de Santa Fe (con las negociaciones entre los Reyes Cat¨®licos y Crist¨®bal Col¨®n), los Decreta de Le¨®n de 1188 (uno de los documentos m¨¢s antiguos que reflejan el sistema parlamentario europeo), el Llibre del Sindicat Remen?a de 1448 (un precedente de la abolici¨®n de la servidumbre en Catalu?a) y los documentos sobre la Embajada Keicho (una misi¨®n diplom¨¢tica japonesa del siglo XVII en Roma y Madrid).
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