Los espacios infinitos
En sus dibujos y fotograf¨ªas, la artista india Nasreen Mohamedi renunci¨® a todo menos a la l¨ªnea. Su obra es intensamente abstracta, de un equilibrio soberbio sintaxis de horizontes
Para abordar el trabajo de Nasreen Mohamedi vale m¨¢s alejarse del inmanentismo de las leyes kantianas sobre la belleza, pues el arte de esta autora india es el de un ser humano incansablemente activo que se abre paso hasta los escondrijos m¨¢s rec¨®nditos de la naturaleza para descubrir una versi¨®n interior de s¨ª misma, su identidad imaginaria.
Nacida en Karachi en 1937, cuando la ciudad pertenec¨ªa a¨²n a la India unificada bajo el Raj brit¨¢nico, Mohamedi estudi¨® en Londres, complet¨® su formaci¨®n en Par¨ªs y, hasta que sus fuerzas se lo permitieron, recorri¨® con su c¨¢mara fotogr¨¢fica varios continentes. Fue, junto a Zarina Hashmi, la primera mujer musulmana que se dedic¨® a las bellas artes en la India moderna. Muri¨® demasiado pronto, a los 53 a?os, v¨ªctima de una dolencia cruel y paralizante que la oblig¨® a trabajar como una escriba: reneg¨® del caballete, del lienzo y de los colores c¨¢lidos de su entorno, renunci¨® pr¨¢cticamente a todo menos a la l¨ªnea. La l¨ªnea fue, adem¨¢s de su columna vertebral, la estructura de su cotidianidad. Con ella y a trav¨¦s de ella quiso abarcar el mundo entero. Cada imagen lograda era primero un desgarro, despu¨¦s una fantas¨ªa de consuelo que implicaba una curaci¨®n.
La obra de Mohamedi es intensamente abstracta, de un equilibrio soberbio, l¨²cida, una maravillosa sintaxis de horizontes. Pero su elegancia no es una cuesti¨®n de estilo. Sobre la fragilidad del papel, reduc¨ªa al m¨ªnimo los elementos innecesarios para forjar una imagen contemplativa. Sus dibujos geom¨¦tricos son verdaderas lecciones de ¨®ptica y perspectiva, t¨¦cnicas que aprendi¨® a partir de sus experimentos fotogr¨¢ficos en plein air y en el cuarto oscuro. Cualquier motivo que poseyera un ritmo lo convert¨ªa en recurso: el oc¨¦ano que tanto amaba cerca de su casa familiar en Bombay y a?os m¨¢s tarde en Bar¨¦in, la actividad de las olas, las l¨ªneas onduladas que se forman en el lecho del desierto, las ciudades del Rayast¨¢n, el austero vac¨ªo de los elementos arquitect¨®nicos de la cultura isl¨¢mica o el reflejo de la luz nocturna sobre el mar. Todo su trabajo es una indagaci¨®n sobre el espacio desde la m¨²sica, un diagrama delicado e impalpable de su vida interior.
La amplia retrospectiva que le dedica el Museo Reina Sof¨ªa descubre, por primera vez en Espa?a, los fragmentos verificables de una vida no alienada que nos llegan, en unos momentos de regocijo del arte triunfal y de modas ef¨ªmeras, como el reverso de una mercanc¨ªa capaz de reintegrar nuestra mirada en un espacio de fuga tan poco frecuentado, el que a¨²na modernidad art¨ªstica e islam.
Dibujos y fotograf¨ªas resisten toda interpretaci¨®n racional, pues si son una unidad sincr¨®nica y una conclusi¨®n est¨¦tica, ?c¨®mo conceptualizar lo que es puramente intuitivo? La clave est¨¢ en la ret¨ªcula, la compacta y adecuada estructura interna que la artista imprime a cada percepci¨®n, una cualidad que reclama una vinculaci¨®n fraternal con autoras que adoptaron una concepci¨®n no formalista de la geometr¨ªa y que a lo largo de estos ¨²ltimos a?os han ocupado tambi¨¦n un sitio en la colecci¨®n del Reina Sof¨ªa: Gego, Mira Schendel, Lygia Pape, Lygia Clark, Elena Asins y Hanne Darboven. En este sentido, las estructuras y redes de Mohamedi son tan importantes como el hueco que dejan, por m¨ªnimo que sea: una construcci¨®n del deseo como cosa en s¨ª misma y en perpetuo desplazamiento.
Mohamedi invoc¨® con su obra los espacios infinitos de un mundo extra?o entre otros muchos, y lo hizo al precio de una disciplinada observaci¨®n. Pero en ese acto laborioso negoci¨® un acuerdo con su imaginaci¨®n. Ella fue un petit prince; y su estudio, en la bella y culta ciudad india de Baroda, donde trabaj¨® hasta su muerte, su peque?o planeta. Su c¨¢scara de nuez.
Nasreen Mohamedi. La espera forma parte de una vida intensa. Museo Reina Sof¨ªa. Hasta el 11 de enero.
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