El culebr¨®n vasco ya es historia

La ¨²ltima escena de la serie Goenkale re¨²ne frente a frente a dos de sus personajes m¨¢s carism¨¢ticos. ¡°?Te vas de Arralde?¡±, pregunta Alizia. ¡°No hay nada como Arralde¡±, le contesta Leonor. Esta conversaci¨®n, que deja un poso nost¨¢lgico en el espectador, puso ayer fin a la telenovela que m¨¢s tiempo ha perdurado en la televisi¨®n en Espa?a. The end a 21 a?os de emisi¨®n ininterrumpida en Euskal Telebista (ETB).

Arralde es el nombre de un pueblo ficticio de la costa vasca donde se ha desarrollado, ¨ªntegramente en euskera, toda la trama de Goenkale (Calle de Arriba). Arralde desapareci¨® ayer del mapa y ya es historia de la televisi¨®n. ¡°Ha sido un trabajo desconocido para m¨ª, totalmente enriquecedor y que ha merecido la pena¡±, afirma el levantador de piedras I?aki Perurena, que en la ¨²ltima etapa del programa ha hecho el papel de Imanol, el alcalde de Arralde.

Coproducida por Pausoka y Euskal Telebista (ETB), Goenkale ha estado en pantalla desde el 3 de octubre de 1994. Su despedida deja atr¨¢s 3.707 cap¨ªtulos y 1.854 horas de emisi¨®n. M¨¢s de 700 actores, entre principales, secundarios y extras, han intervenido en un serial que ha sabido combinar el drama y la comedia, ha dado rienda suelta a las intrigas amorosas y reflejado las principales problem¨¢ticas sociales del momento. ¡°A m¨ª me ha servido para crecer como actor¡±, confiesa Martxelo Rubio, que encarn¨® durante los dos primeros a?os de la serie a Jon Kepa, un profesor homosexual, y durante los ¨²ltimos siete ha sido Kandido, ¡°un tipo ¨ªntegro¡±. Rubio coincide con otras dos veteranas, Tessa Andonegi y Ainhoa Aierbe (Alizia y Leonor en la ficci¨®n): ¡°Goenkale nos ha dado a los actores estabilidad en el trabajo, algo muy dif¨ªcil de conseguir en una profesi¨®n tan cambiante¡±.

Eso acab¨® en febrero, cuando un equipo de unas 200 personas ¡ªentre actores, guionistas, productores, ling¨¹istas, c¨¢maras, regidores, iluminadores, decoradores, personal de maquillaje y vestuario¡ª rod¨® el episodio final. El suspense que se ha mantenido hasta el ¨²ltimo d¨ªa se despej¨® ayer con un desenlace sin puntos suspensivos. ¡°Es un cierre muy cuidado. Por ahora, sin vuelta atr¨¢s¡±, declara Andonegi.

La pol¨ªtica, ¡°no tocar¡±

Una de las claves del ¨¦xito de Goenkale, explican sus responsables, ha consistido en ¡°la cercan¨ªa, la sencillez y su car¨¢cter familiar¡±, de tal modo que ¡°la gente siempre se ha sentido identificada con los personajes¡±. El forzudo Perurena, que con ocasi¨®n del cap¨ªtulo 1.700 levant¨® en una gala una piedra de 100 kilos 1.700 veces ¡ªfueron nueve horas de faena¡ª, destaca ¡°el empe?o de la serie en dar a conocer las problem¨¢ticas sociales con naturalidad¡±. Inmigrantes hablando en euskera, la homosexualidad sin estereotipos, el no a la violencia de g¨¦nero... han tenido cabida en el culebr¨®n. Pero hab¨ªa una pauta muy clara: ¡°La pol¨ªtica, ni tocar¡±, afirma Rubio.

En pleno ¡°duelo¡± por el adi¨®s a Arralde, los actores coinciden en que se le ha dado una muerte ¡°muy digna¡±. El bar Boga, principal referente del programa y escenario de la mayor¨ªa de las tramas, estaba pendiente de una orden de demolici¨®n, lo que pod¨ªa simbolizar el derrumbe completo del proyecto televisivo. Finalmente, los vecinos de Arralde se amotinan para impedirlo y el Boga ¡°sale triunfante¡±, se felicita Aierbe. ?Una alegor¨ªa del posible regreso de Goenkale en un futuro?