Por qu¨¦ vuelven (los aut¨¦nticos) Guns N¡¯ Roses
El mito de la banda se ha engrandecido dos d¨¦cadas despu¨¦s de su separaci¨®n. Slash sufri¨® menos para sustituir a Rose que Rose para sustituir a Slash
En los ¨²ltimos ochenta y primeros noventa, Guns N¡¯ Roses ten¨ªa m¨¢s audiencia que prestigio. La banda llenaba estadios en todo el mundo y vend¨ªa cifras de discos (el mejor el de su debut: Appetite For Destruction, 1987) que hoy resultan impensables. Pero gran parte de la cr¨ªtica los consideraba demasiado comerciales, palabra muy despectiva en el circuito rockero de entonces. Su ¨¦xito en las radiof¨®rmulas no les granje¨® el cari?o de los puristas. El tiempo, sin embargo, ha revalorizado la marca. Resulta que en las radiof¨®rmulas nost¨¢lgicas que dominan el dial siguen sonando tanto o m¨¢s dos d¨¦cadas despu¨¦s de la ruptura de la formaci¨®n original en 1994. Notas como las de Sweet Child o¡¯Mine son tan familiares al oyente de hoy que al de entonces.
Se da por seguro el reencuentro de los dos pilares de la banda, por este orden: el primero, el guitarrista Slash; el segundo, el cantante Axl Rose. Despu¨¦s de la separaci¨®n, el segundo retuvo el nombre de la banda y Slash se acompa?¨® de distintos cantantes para su carrera en solitario o con el grupo Velvet Revolver. Ambos bandos siguieron explotando el gran repertorio de la banda -Welcome to the Jungle, Paradise City, November Rain o la espl¨¦ndida versi¨®n de Knockin¡¯ on Heaven¡¯s Door de Dylan-. Pero Rose ha sufrido m¨¢s para sustituir a Slash (y para componer) que Slash para sustituir a Rose.?
Axl Rose solo fue capaz de lanzar un ¨¢lbum de un adulterado Guns N¡¯ Roses tras la separaci¨®n: Chinese Democracy, que se edit¨® en 2008 tras innumerables retrasos y enormes costes sin que cumpliera las expectativas. No estaba a la altura. "Un monstruo hinchado", escribi¨® Diego A. Manrique. Su directo recibi¨® palos de la cr¨ªtica. Slash, por el contrario, engrandec¨ªa su leyenda: su nombre aparec¨ªa en las listas de mejores guitarristas de la historia del rock a que son tan aficionadas las revistas (Time, Squire, Rolling Stone) y su presencia era muy cotizada en discos ajenos (de Michael Jackson a Rihanna) y en eventos de m¨¢xima audiencia (como en el espect¨¢culo del descanso de la SuperBowl de 2011 junto a Black Eyed Peas). El tercer puntal de la banda, Izzy Stradlin, guitarrista y coautor de los ¨¦xitos originales, tambi¨¦n tuvo una notable aunque menos popular carrera en solitario y ha colaborado puntualmente con los dos anteriores. Su reincorporaci¨®n ahora no est¨¢ confirmada. Cuando, en 2012, la banda ingres¨® en el Rock and Roll Hall of Fame, Axl Rose declin¨® asistir, y tambi¨¦n Stradlin, pero s¨ª lo hicieron el resto de sus antes compa?eros encabezados por Slash, y actuaron con vocalista sustituto: Myles Kennedy.
El regreso de Guns N¡¯ Roses en versi¨®n aut¨¦ntica, anunciado por Billboard para el festival de Coachella, en Estados Unidos, en abril de 2016, ser¨¢ probablemente continuado en una gira por EE UU, qui¨¦n sabe si mundial. Los tiempos son propicios para ese tipo de regresos, porque ya no se exige tener material nuevo como excusa para conciertos multitudinarios (y car¨ªsimos) en los que los fans desean escuchar los temas cl¨¢sicos. Y los grandes estadios son el h¨¢bitat natural de este tipo de rock. Como los Stones o The Who, m¨¢s entrados en a?os que ellos, como Police, AC/DC o aqu¨ª Tequila, Guns N¡¯ Roses vuelven a los escenarios para satisfacer a los suyos y, c¨®mo no, para hacer caja. Buena noticia para quien se los perdiera en su d¨ªa o no tuviera edad para asistir a sus poderosos directos. La guinda ser¨ªa que despu¨¦s de esta gira nadie vuelva a usar la marca Guns N¡¯ Roses, que ha envejecido muy bien pese al mal uso que hizo de ella su ¨²ltimo propietario.
Babelia
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