La Biblia, pero no toda...
Las pel¨ªculas basadas en los textos sagrados han vuelto a ser fuente de inspiraci¨®n para el cine
Desde que en 1913 se impuso una prohibici¨®n para construir cines a menos de 60 metros de una iglesia en algunos territorios de Estados Unidos, ha llovido mucho en las relaciones entre la industria cinematogr¨¢fica y el cristianismo. Pasados esos primeros momentos, el cine, y no solo el estadounidense, abraz¨® la fe con fuerza. Posiblemente, la Biblia es la mayor cantera de guiones que ha visto la historia, si se except¨²a a William Shakespeare: historias y personajes m¨¢s grandes que la vida misma, batallas y acci¨®n, complejas intrigas familiares y una cronolog¨ªa conocida para mucha gente. ¡°Denme un par de p¨¢ginas de la Biblia y les har¨¦ una pel¨ªcula¡±, dec¨ªa Cecil B. De Mille, cuyo cine, m¨¢s espect¨¢culo que religi¨®n, fij¨® el universo b¨ªblico en las retinas de los espectadores mucho m¨¢s que las p¨¢ginas del catecismo, gracias a sus hordas de gladiadores, org¨ªas sobreentendidas y dosis ingentes de Vista Visi¨®n, los m¨ªticos p¨¦plums.
En cambio en Europa, proliferaron versiones menos can¨®nicas del libro de libros: El Evangelio seg¨²n San Mateo (1964) en la que Pier Paolo Pasolini cuenta la vida de Jes¨²s desde una perspectiva gay y marxista, para esc¨¢ndalo de la ¨¦poca, o la irreverente La vida de Brian (1979) m¨¢s bien una s¨¢tira desternillante sobre la religi¨®n, pero en la que abundan los gui?os al Hollywood cl¨¢sico. Los Monty Python hicieron caja para la ¨¦poca (20 millones de d¨®lares s¨®lo en su estreno en EE UU), igual que Norman Jewison con la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Jesucristo Superstar (24 millones en su estreno en 1973), pero no puede decirse que fueran muy ortodoxas.
Hubo que esperar al efecto Gibson con La pasi¨®n de Cristo (m¨¢s de 600 millones de d¨®lares recaudados en su estreno en 2004), espoleado por el conservadurismo que se viv¨ªa en Estados Unidos, para que volviese a despertarse el inter¨¦s de los estudios por este g¨¦nero (La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo, de Scorsese, de 1988, gener¨® protestas, quemas de cines y hasta juicios y eso que no estaba basada en los textos b¨ªblicos ). A partir de ah¨ª, en los ¨²ltimos a?os se mezclan obras maestras con aut¨¦nticas mediocridades como Exodus, de Ridley Scott, o? No¨¦, de Darren Aronofsky que recaud¨® millones en todo el mundo en 2014, un a?o en el que hubo avalancha de pel¨ªculas religiosas tras el ¨¦xito de la serie televisiva La Biblia del Canal History, que fue vista por 14 millones de espectadores, y cuya exhibici¨®n fue prohibida en varios pa¨ªses musulmanes. Parece que por el momento, el p¨¦plum est¨¢ de moda, quiz¨¢ de la mano del aumento del peso de la religi¨®n en todo el planeta.
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