Goya, Vel¨¢zquez o Rubens, al detalle en la web del Prado
Las obras protagonizan la renovada p¨¢gina del museo madrile?o
Templos internacionales del arte como el MoMA, la Tate o el Rijksmuseum de ?msterdam han modificado la manera de relacionarse con las audiencias a trav¨¦s de Internet. ¡°Las p¨¢ginas web de este tipo de instituciones deben estar centradas en crear una experiencia digital ¨²nica para que el usuario quiera ir¡±, afirma Luz de Le¨®n, responsable de la empresa de dise?o digital Diga33!
El Rijksmuseum, elegido como la mejor pinacoteca continental por el Foro Europeo de Museos en 2015, ha sido uno de los primeros en acercar su colecci¨®n al p¨²blico a trav¨¦s de Internet. Despu¨¦s de un estudio, el responsable de su renovaci¨®n digital, Peter Gorgels, lleg¨® a la conclusi¨®n de que los visitantes consumen el arte como si se tratara de un aperitivo. Picotean obras de aqu¨ª y all¨¢ para crear su propio men¨²; los llam¨® culture snackers. ¡°Aman el arte y les gusta compartirlo en las redes sociales¡±, explic¨® Gorgels en 2013 en el congreso internacional de museos MuseumNext.
Mejor navegaci¨®n
A ese concepto de consumo tambi¨¦n lleg¨® el equipo de desarrollo digital del Prado, encabezado por Javier Pantoja y Carlos Naval¨®n, de la firma cncstudio.org, la empresa responsable del proyecto, cuando se propuso renovar la web de la pinacoteca madrile?a. Tras cuatro a?os de trabajo, dieron a luz a finales de 2015 una web en la que resulta m¨¢s f¨¢cil navegar, con las obras de arte como protagonistas.
Hasta ese momento, la p¨¢gina hab¨ªa sido como ¡°un escritorio con miles de cajones¡±, se?alan. La informaci¨®n se hallaba muy compartimentada y era dif¨ªcil acceder a ella, explican ambos creadores. El nuevo dise?o reduce el n¨²mero de secciones e incorpora un buscador sem¨¢ntico, similar al que tiene la pinacoteca holandesa. Es una especie de Google que interrelaciona conceptos para enriquecer los resultados.
Si se buscan los t¨¦rminos ¡°cruz¡± y ¡°santo¡±, por ejemplo, el sistema muestra todas las pinturas, los art¨ªculos y otra informaci¨®n relacionada con presencia de cruces y santos, desde una pintura al fresco de la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo del siglo XII ¡ªla obra m¨¢s antigua¡ª hasta una moneda de plata conmemorativa de la Exposici¨®n Nacional de Bellas Artes de 1915. Y entre ambas, decenas de piezas de Durero, Tiepolo, Ribera, Goya, Tiziano, Vel¨¢zquez, El Bosco o Van der Weyden, entre otros, reproducidas con una resoluci¨®n suficiente como para ser disfrutadas sin problema en cualquier tipo de pantalla.
¡°La calidad de las im¨¢genes es otro de los ¨¦xitos de la web. Cada fotograf¨ªa se puede ampliar para apreciar mejor la obra¡±, destaca De Le¨®n. Adem¨¢s, se pueden descargar las instant¨¢neas para darles un uso personal.
Se ha creado tambi¨¦n Mi Prado, una red social similar a MyMet del Metropolitan de Nueva York, en la que los usuarios pueden confeccionar sus propios itinerarios a trav¨¦s de las exposiciones y compartirlos con los dem¨¢s miembros registrados.
Las 'apps' del museo
La gu¨ªa del Prado
Second Canvas
Photo Prado
Obras en alta definici¨®n para perderse en los detalles y herramientas para hacerse un selfie con tu pintura favorita. El museo dispone de tres aplicaciones en varios idiomas.
Permite acceder a 50 obras maestras del Museo en alta definici¨®n y observarlas en un recorrido por colecciones o por autores. Est¨¢ disponible en 9 idiomas. Su precio es de 5,99 euros.
Los amantes del detalle pueden observar 14 obras maestras del Prado como Las meninas o El caballero de la mano en el pecho en formato Gigapixel (ultra HD), visi¨®n de rayos X y ultravioleta que se presentan acompa?adas de documentaci¨®n para comprenderla mejor en ingl¨¦s y castellano. Su precio es de 5,99 euros.
La utilizaci¨®n del m¨®vil dentro del museo est¨¢ desaconsejada. Pero se recomienda su uso en varios puntos se?alados para que el visitante pueda sacarse una foto con alguna de las 50 obras maestras, sin ocupar el espacio expositivo de la original. Es necesario descargarse la aplicaci¨®n gratuita Photo Prado y escanear el c¨®digo de realidad aumentada.
Babelia
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