Los libros de Paquito
El saxofonista y clarinetista cubano publica en ingl¨¦s 'Letters to Yeyito'
Era un adolescente cuando conoci¨® a Ernesto Guevara. -?Vos a qu¨¦ te dedic¨¢s?, le pregunt¨® el comandante. -Soy m¨²sico, le respondi¨® Paquito. ¨CNo, vos no me entend¨¦s, lo que quiero decir es en qu¨¦ trabaj¨¢s. A Paquito D?Rivera le divierte escribir contando cosas que pudieron suceder o no. A sus 67 a?os, el saxofonista y clarinetista, miembro fundador de la Orquesta Cubana de M¨²sica Moderna y de Irakere, acaba de publicar un nuevo libro, Letters to Yeyito: Lessons from a life in music (Restless Books). Yeyito es un estudiante de m¨²sica imaginario que le pide consejos y al que contesta por medio de cartas.
En 1977, un extranjero, de paso por La Habana, le dej¨® una nota en una bodega. El bodeguero, sin saber que aquel gringo era tremendo m¨²sico de jazz, lo describi¨® como un negro que vest¨ªa igual que Sherlock Holmes. As¨ª, seg¨²n Paquito, conoci¨® al trompetista Dizzy Gillespie, con el que acabar¨ªa tocando. Su padre, que regentaba una tienda de instrumentos y accesorios musicales, le inculc¨® el amor por la m¨²sica: mand¨® hacer en Francia un saxof¨®n en miniatura para que alcanzara con facilidad la boquilla y las llaves. A ¨¦l le debe tambi¨¦n el gusto por la literatura, desde que puso en sus manos un libro de Emilio Salgari. Por su tienda de la calle Virtudes se pasaban gigantes como Ernesto Lecuona, Bebo Vald¨¦s, Cachao o el recientemente fallecido Alfredo Chocolate Armenteros.
Paquito D?Rivera se fue de Cuba hace 35 a?os. Y no ha vuelto. Le dijo adi¨®s en mayo de 1980, en el aeropuerto de Madrid, durante una gira con Irakere. Para no despertar sospechas, factur¨® el equipaje ¨Cuna maleta llena de objetos in¨²tiles- y se qued¨® el saxo alto con la excusa de hacerle un arreglo. Esper¨® a que el avi¨®n despegara sin ¨¦l y tom¨® un taxi hasta la casa de la hija de una amiga. Solicit¨® asilo pol¨ªtico y la embajada de Estados Unidos, tras hacerle aguardar seis meses, le concedi¨® finalmente el visado.
Mientras sigue esperando que algo ocurra en Cuba, publica discos que ahondan en lo panamericano ¨Cel ¨²ltimo, Paquito & Manzanero, de obras de Armando Manzanero con arreglos de jazz-, recoge premios ¨Cvarios Grammy-, recibe doctorados Honoris Causa y condecoraciones, y escribe libros. Hasta ahora ten¨ªa tres editados: Mi vida saxual (2000) ¨Ccon pr¨®logos de su admirado Cabrera Infante y de Fernando Trueba-, la novela ?Oh, La Habana! (2004) -recreaci¨®n del esplendor art¨ªstico en la ciudad prerrevolucionaria- y Ser o no ser, ?Esa es la jodienda! (2010) ¨Ccr¨®nicas de sus muchos viajes por el mundo-.
Escritos todos desde el anticomunismo ¨Chabr¨ªa incluso declinado jugosas ofertas para tocar en China- y trufados de an¨¦cdotas impagables. Prosa extrovertida con la que burlarse de las desgracias y gozar la vida. Sin concesiones. Ya tuvo que morderse la lengua demasiadas veces en Cuba: su primer art¨ªculo para Juventud Rebelde fue tambi¨¦n el ¨²ltimo all¨ª de este cubano universal, afincado en Nueva Jersey, que redescubri¨® la m¨²sica de su isla a orillas del Hudson.
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