Qu¨¦ hay que mejorar en los Goya como espect¨¢culo televisivo

Ya es la tradici¨®n: no se puede ver una gala de los Goya sin que Twitter se llene de cr¨ªticas a lo que se est¨¢ viendo. Pero es que a veces lo ponen demasiado f¨¢cil para que las redes se llenen de comentarios ¨¢cidos. Nunca se puede contentar a todos, y no hay una gala de premios (ni aqu¨ª ni fuera) que no se haga eterna y sopor¨ªfera por momentos. Pero los Goya 2016 han tenido varios aspectos m¨¢s que mejorables y de los que se deber¨ªa aprender para futuras ceremonias.

- Un arranque flojo y copiando de fuera

El n¨²mero musical con el que comenz¨® la gala no estuvo a la altura de las circunstancias. Un aniversario como los 30 a?os de premios Goya merec¨ªa algo m¨¢s espectacular. A cambio, vimos una actuaci¨®n que result¨® pobre y parec¨ªa incluso poco ensayada. Esa falta de espectacularidad quisieron suplirla con un truco de magia de Jorge Blass, que hizo desaparecer a Dani Rovira del escenario para reaparecer al final del patio de butacas. Sorprendente, s¨ª. Si no fuera porque esto, junto al discurso a toda velocidad combinando los t¨ªtulos de los nominados, ya se hizo hace unos a?os. Fue en los premios Tony con Neil Patrick Harris como protagonista. De hecho, Dani Rovira hizo menci¨®n al actor y presentador de premios estadounidense ("Neil Patrick Harris, esto lo hacemos en Espa?a y con menos presupuesto"). Entonces, ?d¨®nde ha quedado la originalidad?

- Un guion que no fluye y bajones de ritmo

El presentador volvi¨® a aparecer en el escenario tras haberse entregado los primeros premios de la noche. Entonces lleg¨® el discurso con tintes humor¨ªsticos que realmente supo a pistoletazo de salida. M¨¢s tarde, menciones a la gran cantidad de pol¨ªticos en la sala con varios chistes logrados. En otras ocasiones, Rovira camin¨® por el patio de butacas hablando con los asistentes. El problema de algunos de estos momentos fue que, de nuevo, parec¨ªan poco ensayados. El mon¨®logo de apertura result¨® algo deslavazado. Muchos chistes no funcionaban. El guion no flu¨ªa, y muchas veces estas interrupciones en la ceremonia m¨¢s que animarla lo que hac¨ªan era frenar el ritmo. Muy bien por dar protagonismo al presentador, pero mejor si se hace para empujar el espect¨¢culo hacia delante en vez de pararlo.

- ?Magia en la gala de premios de cine?

Si el a?o pasado las largas actuaciones de Miguel Poveda y de Alex O'Dogherty alargaron innecesariamente la ceremonia, este a?o ese papel lo tuvo el televisivo mago Jorge Blass. No porque sus trucos no estuvieran a la altura, sino porque no parec¨ªan encajar en el discurrir de la gala. La magia del cine no era esto.

- Interminables agradecimientos cortados en seco

Pero lo que alarga de verdad una gala de premios y lo que la hace tediosa son los agradecimientos de los premiados. Pronto se empez¨® a ver a galardonados que consum¨ªan demasiado tiempo dando la gracias a todos y cada uno de sus conocidos. Hubo quien, despu¨¦s de llevar varios minutos hablando, par¨® 10 largos segundos para sacar varios folios llenos de nombres con la intenci¨®n de recitarlos todos. La soluci¨®n fue cortar por lo sano y, cuando alguien se alargaba m¨¢s de la cuenta, o se met¨ªa un v¨ªdeo repentinamente o una voz en off anunciaba otro premio. Especialmente brutal fue el corte que se dio en el discurso de agradecimiento de Natalia de Molina, ganadora del Goya a la mejor actriz. Urge buscar una f¨®rmula para acortar los agradecimientos que no sea dejar con la palabra en la boca a los premiados.

- Problemas t¨¦cnicos y de realizaci¨®n

Son cosas del directo. Pero esas cosas del directo no deber¨ªan pasar en los Goya. Dani Rovira se qued¨® sin sonido en pleno mon¨®logo. Las c¨¢maras a veces apuntaban a lugares extra?os o no enfocaban bien. Muchas veces se tard¨® demasiado en mostrar en pantalla la reacci¨®n de un aludido (si Rovira est¨¢ hablando con el ministro de Cultura y hace un chiste a partir de unas palabras de Rajoy, nos gustar¨ªa ver la reacci¨®n del ministro en ese momento exacto, no 10 segundos despu¨¦s).

Los Goya deben corregir muchas cosas si quieren estar a la altura como espect¨¢culo televisivo. Eso si es que quieren ser un espect¨¢culo. El 30 cumplea?os de los premios era la ocasi¨®n perfecta para lucirse. Sin embargo, qued¨® la sensaci¨®n de que los Goya todav¨ªa necesitan mejorar.