Doc Pomus y la canci¨®n de amor m¨¢s triste
La gente recuerda los grandes momentos de la vida por peque?os detalles, por gestos y situaciones que fijan esos instantes en la memoria. Las grandes canciones, las que se hacen eternas, se nutren de esos momentos y captan su esencia. A Doc Pomus se le grab¨® con fuego su noche de bodas por la amarga impotencia de mirar desde su silla, apoyado en su muleta, como su mujer bailaba radiante con otros hombres. Cuando ella miraba, ¨¦l sonre¨ªa mientras garabateaba notas en las invitaciones de cada mesa en la que se sentaba. Aquel jud¨ªo con polio no dejaba de darle vueltas a ese momento. Pomus, que a lo largo de su vida firm¨® m¨¢s de 1.000 canciones para artistas como Elvis Presley, Doctor John o Ray Charles, intentaba disimular su dolor, pero aquel dolor se plasm¨® en palabras que acabaron siendo el g¨¦nesis de Save the last dance for me.
Aquella canci¨®n tan personal se convirti¨® en 1960 en un gran ¨¦xito para The Drifters, y desde entonces ha sido interpretada por Nancy Sinatra, Leonard Cohen, Bruce Springsteen o incluso Bruce Willis. Todos la han cantado y la han sentido suya porque el alma de esas estrofas es com¨²n a mucha gente. "Puedes bailar con cada tipo que te eche el ojo, deja que te agarren fuerte y sonr¨ªe, pero no te olvides de con qui¨¦n te ir¨¢s a casa y entre los brazos de qui¨¦n estar¨¢s... as¨ª que cari?o guarda el ¨²ltimo baile para m¨ª", escribi¨® Doc Pomus en un letra que mezcla la tristeza y la pasi¨®n con elegancia en una canci¨®n seductora y tierna que rob¨® las l¨¢grimas a su mujer la primera vez que la escuch¨®. "Todav¨ªa lloro cuando suena", afirma Willi Burke -ya divorciada del compositor- en el documental AKA Doc Pomus (2012). "Soy incapaz de escuchar esa canci¨®n y no sentirme muy triste y muy feliz al mismo tiempo. Nuestro matrimonio empez¨® con esa canci¨®n y acab¨® con Can?t get used to losing you", relata la exactriz.
Doc Pomus, fallecido en 1991, fue uno de los m¨¢s grandes compositores de todos los tiempos, una figura legendaria que fue maestro de John Lennon o Tom Waits y que escribi¨® varias de las canciones m¨¢s importantes del siglo XX, un compositor que sab¨ªa mezclar en un c¨®ctel los sentimientos que afectan al com¨²n de los humanos y servirlo a la temperatura precisa para que resulte dulce en el paladar y amargo en el coraz¨®n. Su don consist¨ªa en captar esos instantes tan personales y hacerlos comunes a todos, poner voz y melod¨ªa a sentimientos poderosos que se convert¨ªan en canciones que conectaban con el p¨²blico.
El viaje personal y profesional de Doc Pomus fue intenso, a principios de los sesenta lleg¨® a colocar 13 canciones en la lista de ¨¦xitos, pero tambi¨¦n tuvo altibajos. Durante las d¨¦cadas siguientes sobrevivi¨® organizando partidas clandestinas de p¨®ker hasta que las nuevas generaciones de artistas reclamaron su legado y su influencia y volvi¨® a componer junto a ellos, ejerciendo de maestro para todo el que quiso pasarse por su casa y sentarse junto a ¨¦l.
A pesar del millar de canciones que firm¨® a lo largo de su carrera, pocas composiciones tienen una historia tan personal como Save the last dance for me, incluida en la lista de las mejores canciones del siglo XX de Rolling Stone. Un cuarto de siglo despu¨¦s de la muerte de Pomus sus grandes ¨¦xitos siguen sonando en la radio, buena prueba del alcance del legado de aquel chico jud¨ªo de Brooklyn que so?aba con ser cantante de blues y que ha pasado a la historia como uno de los mejores y m¨¢s prol¨ªficos compositores de la m¨²sica.
Babelia
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