Mapas de la desmemoria

La trayectoria de Rogelio L¨®pez Cuenca (Nerja, 1959) es conocida por su permanente confrontaci¨®n del arte como dispositivo cr¨ªtico, su rigurosa estrategia de apropiaci¨®n de significativos registros de la cultura contempor¨¢nea (residuos de la vanguardia, iconos de las mitolog¨ªas de masas, publicidad, referencias literarias), a fin de practicar una operaci¨®n de distorsi¨®n del sentido, poniendo de manifiesto lo oculto bajo las capas con que el sistema dominante entierra lo diferente e impone las identidades convenientes para perpetuarse en el control de la esfera p¨²blica. Quiz¨¢s esto suene demasiado gen¨¦rico, pero lo que demuestra en la exposici¨®n Radical Geographics del IVAM es su capacidad para trabajar con brillantez en los t¨¦rminos m¨¢s concretos. De hecho, el proyecto de altercartograf¨ªa, desarrollado desde hace a?os y presentado aqu¨ª, consiste en una serie de trabajos colaborativos realizados a partir de investigaciones en diversas ciudades. As¨ª construye y documenta sus mapas, se?alando en ellos, como puntos de una constelaci¨®n, hechos reales y simb¨®licos habitualmente ausentes en las gu¨ªas de viaje.

La trayectoria de este artista es conocida por su permanente confrontaci¨®n del arte como dispositivo cr¨ªtico

Un buen ejemplo es el de Valpara¨ªso White Noise, en donde se ironiza sobre el paralelismo entre los equipos de presos ¡°marxistas¡± reclutados en 1973 para borrar pintadas proAllende y los actuales grupos de voluntarios contra los grafitis, blanqueando fachadas de una ciudad que fue foco del alzamiento de Pinochet y m¨¢s tarde patrimonio de la humanidad. En el mapa se indican lugares de internamiento, tortura y asesinato. Alguno de esos enclaves (estadio, universidad, colegios, comisar¨ªas, cuarteles) se reconvirti¨® en espacio c¨ªvico o centro cultural, poni¨¦ndolo ¡ªde paso¡ª al servicio de una ¡°apropiaci¨®n capitalista del espacio p¨²blico¡±. Aunque, reconociendo los intereses econ¨®micos subyacentes al borrado de las huellas de los cr¨ªmenes, cabe preguntase si ser¨ªa mejor preservar una tenebrosa prisi¨®n (donde quiz¨¢s seguir¨ªan resonando los lamentos de las v¨ªctimas) que transformarla en luminoso centro de cultura (donde esos gritos de dolor quedan neutralizados por el ruido blanco).

Pero si pasamos a Lima Inn Memoriam esas contradicciones no funcionan del mismo modo. Los eventos resaltados en el mapa (tambi¨¦n asociados a un pasado cruento, durante los ochenta) no parecen blanqueados, sino olvidados sin m¨¢s, reprimidos en el inconsciente. Algo semejante se deduce del Mappa di Roma. De la ¡°ciudad eterna¡± (con la persistente presencia del legado del poder, desde los tiempos de SPQR al EUR mussoliniano), el artista rememora las (no)huellas de ¡°los a?os del plomo¡± (los setenta), con el despertar del feminismo, pero tambi¨¦n del radicalismo de los ¡°aut¨®nomos¡±, las Brigadas Rojas (el cad¨¢ver de Aldo Moro en el maletero del R-4), las manifestaciones reprimidas a tiros¡­ y los primeros cines porno (feministas indignadas incendiaron dos de ellos). Es natural que los lugares de estos sucesos queden excluidos del itinerario tur¨ªstico (los visitantes no depositan sus esperanzas en la revoluci¨®n, sino acaso en la moneda que echan a la Fontana di Trevi).

M¨¢s complejo es el Mapa de M¨¦xico. Repleto de elementos de fuerte carga simb¨®lica, no rehuye los espacios emblem¨¢ticos de la megal¨®polis. Plazas: Z¨®calo (celebraciones), Tlaxcoaque, Solidaridad (ni?os callejeros); monumentos: Jos¨¦ Mart¨ª (rodeado de gais), la Victoria Alada (¨¢ngel de la independencia), la Virgen de Guadalupe (heredera de la diosa Tonantzin); barrios: City Santa Fe (modernidad agresiva), Tepito (trapicheo); edificios singulares, hiperautopistas; Cuauhtemoc frente a la Malinche; la pierna desenterrada del general Santa Anna, reliquias de Santa Mar¨ªa Alacoque (comedora de v¨®mitos de pobres enfermos, siempre en aras de alcanzar el ¨¦xtasis). Todo ello acompa?ado ¡ªpor formularlo seg¨²n la ret¨®rica al uso¡ª de su sombra oficialmente emborronada y cr¨ªticamente evidenciada desde los fragmentarios intersticios de los s¨ªmbolos, cuestionados desde una suerte de antiautoritario rizoma subterr¨¢neo.

La prostituci¨®n en Matar¨®, la M¨¢laga conquistada por los nacionales, Nerja, Barcelona o Tinduf son parte de la muestra

Dicho esto, el Mapa de Matar¨® resulta m¨¢s previsible: pr¨®ceres exponentes del poder, f¨¢bricas infernales, oleadas de inmigrantes, zonas de prostituci¨®n, folclore identitario¡­ y el recuerdo de Peret. En cuanto al de Valencia, es una work in progress en donde, se dir¨ªa, apenas aparece nada que no sea evidente (en Valencia casi todo es evidente). En el contexto de la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica, tenemos un impresionante v¨ªdeo sobre la sangrienta conquista por los ¡°nacionales¡± de una M¨¢laga indefensa en 1937; y finalmente, dos sencillas contraposiciones: en el tiempo, la Nerja actual (centro tur¨ªstico) frente a la original (pueblecito pesquero); en el espacio: Barcelona frente a Tinduf (Argelia).

En la galer¨ªa Pazycomedias vemos un aspecto complementario de lo anterior. Aqu¨ª no aparece el espacio p¨²blico, sino el privado: el habitar (¡°Dichterisch ?wohnet der Mensch¡±, escribi¨® H?lderlin, y cita el artista en la pared, en grandes letras de colores), la vivienda, sus escandalosas variantes y los giros ling¨¹¨ªsticos propios del negocio. Extra¨ªdos del libro Home Swept Hole (palabras o expresiones sueltas, compuestas como im¨¢genes, con gran cuidado tipogr¨¢fico), los Pronoms febles (¡°pronombres d¨¦biles¡±) nos hablan de alguien cuyo compromiso cr¨ªtico no le impide guardar las formas. Tal vez le hayan ayudado en esto sus estudios de filolog¨ªa.

Radical Geographics. Rogelio L¨®pez Cuenca. IVAM. Valencia. Hasta el 14 de febrero.