C¨¢rcel y latigazos por un tr¨¢iler
Punto de Vista estrena el documental iran¨ª de Keywan Karimi por el que fue a prisi¨®n
Writing on the city nunca se ha estrenado. Sin embargo, al r¨¦gimen iran¨ª le vali¨® con ver el tr¨¢iler. El breve adelanto de su documental que el cineasta Keywan Karimi public¨® en YouTube encendi¨® todas las alarmas en Teher¨¢n. Y desencaden¨® una persecuci¨®n contra el director que acab¨® con una condena a seis a?os de c¨¢rcel y 223 latigazos, el pasado 13 de octubre. ?Su culpa? Repasar 35 a?os de historia iran¨ª a trav¨¦s de los mensajes y grafitis que aparec¨ªan en los muros del pa¨ªs. Aunque, seg¨²n la sentencia, Karimi es responsable de los delitos de ¡°propaganda antigubernamental¡± e ¡°insulto a la santidad¡±.
El fallo est¨¢ recurrido. Y Karimi (Baneh, Kurdist¨¢n, 1985) conf¨ªa en que en unas semanas la apelaci¨®n le traiga buenas noticias. Mientras, el director recibe este viernes 12 otra satisfacci¨®n: el estreno mundial de su pel¨ªcula, en el festival de documentales Punto de Vista, en Pamplona. El certamen incluso intent¨® traer al cineasta, pero el riesgo de que no pudiera volver a entrar en Ir¨¢n era demasiado alto. Todo, por un filme de apenas una hora.
¡°Al principio quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre los grafitis underground. Pero descubr¨ª que tambi¨¦n los hab¨ªa de propaganda, hechos por el Gobierno. Y me di cuenta de que se pod¨ªa seguir la historia de la sociedad a trav¨¦s de su reflejo en los muros¡±, relata Karimi por tel¨¦fono desde Teher¨¢n. Las im¨¢genes de archivo y una voz en off gu¨ªan as¨ª al espectador por el pasado reciente de Ir¨¢n y sus paredes, desde la sublevaci¨®n de 1979 liderada por el ayatol¨¢ Jomeini hasta la revoluci¨®n verde de 2008, contra el presidente Mahmoud Ahmadinejad.
¡°Leemos los muros para conocer los sue?os de los habitantes¡±, reza el documental. Altavoces de protesta, lienzos donde pintar la libertad, las paredes sirvieron tambi¨¦n de peri¨®dicos: Writing on the city cuenta que durante la revoluci¨®n los iran¨ªes solo se fiaban de las noticias que otros ciudadanos dejaban escritas en papeles colgados en los muros. Despu¨¦s, los murales de m¨¢rtires protagonizaron la guerra contra Irak en los ochenta y las pintadas publicitarias acompa?aron el aterrizaje del capitalismo en Ir¨¢n. Hasta la llegada de Ahmadinejad, que se traduce en las paredes en im¨¢genes id¨ªlicas de granjeros pintando un arco¨ªris. ¡°Un reflejo de la diferencia entre promesas y realidad, una enorme nader¨ªa¡±, seg¨²n el filme.
En septiembre de 2013, Karimi public¨® el primer avance de la pel¨ªcula en Internet. Y se fue tan tranquilo al Festival de San Sebasti¨¢n a presentar otra obra, el corto The adventure of a Married Couples. Pero el tr¨¢iler encendi¨® una mecha que explot¨® el 14 de diciembre: la Guardia Revolucionaria irrumpi¨® en casa de Karimi y se lo llev¨® para interrogarle. Le dejaron dos semanas en una celda de aislamiento. ¡°Apenas ten¨ªa media hora al aire libre¡±, relata el cineasta. Finalmente, pag¨® la fianza de 100.000 d¨®lares y pudo volver a casa. Sin embargo, su odisea acababa de empezar.
¡°Pas¨¦ ocho veces por el banquillo. Y eso que no hay una sola prueba que sostenga las acusaciones¡±, relata el cineasta. Le resulta imposible comprender sobre todo en qu¨¦ momento insult¨® supuestamente la santidad. ¡°El juez estableci¨® que yo dec¨ªa mentiras contra la rep¨²blica isl¨¢mica, que es santa. Creo que necesitaban ese delito para reforzar la condena¡±. Que, en efecto, fue dur¨ªsima.
El cineasta aguarda ahora al resultado de la apelaci¨®n, con un nuevo juez y m¨¢s optimismo. Conf¨ªa en un descuento, aunque no en librarse de la c¨¢rcel. Sea como fuere, sus ideas no se han movido un solo mil¨ªmetro. ¡°Acepto y entiendo que la gente pueda irse y escoger una vida mejor. Pero yo, como director y activista, tengo aqu¨ª mi fuente, mi lugar donde pensar y actuar. Tienes que pelear cara a cara¡±, asegura el director. Y va m¨¢s all¨¢: ¡°Es un deber moral hacia mi sociedad. Si nos vamos todos, ?qui¨¦n intenta cambiar las cosas? Hice una pel¨ªcula para la Historia, quiero ser responsable de ella¡±.
Su lucha ha recibido el respaldo de cineastas tan c¨¦lebres como Sissako o Lanzmann, que hace un mes firmaron un manifiesto en su defensa. Punto de Vista tambi¨¦n prepara 223 words, un filme donde otros tantos directores le env¨ªan una palabra de apoyo. Karimi agradece la colaboraci¨®n, aunque echa en falta m¨¢s ayuda concreta, sobre todo en Ir¨¢n. En un pa¨ªs donde Jafar Panahi tambi¨¦n fue arrestado y Asghar Farhadi ha sufrido la oposici¨®n del r¨¦gimen, Karimi se siente abandonado por sus compa?eros de profesi¨®n. ¡°Muchos directores tienen miedo de contactar conmigo. ?Estos d¨ªas se celebra el festival anual de cine en Ir¨¢n y ni me invitaron, ni hablan de m¨ª, de hecho ni siquiera me conocen!¡±.
Sea como fuere, ¨¦l sigue en su senda. Cree que la nueva l¨ªnea m¨¢s moderada del presidente Hassan Rouhani es ¡°falsa¡±. Y, pese a que en Ir¨¢n los filmes nacionales tengan un sospechoso 99% de cuota de pantalla, sabe que los suyos ¡°nunca¡± llegar¨¢n a las salas. Aun as¨ª, Karimi ha escogido un cierto tipo de pel¨ªculas: ¡°El dinero y las majors cambiaron el sentido del cine. Hollywood y Bollywood ruedan solo para el negocio y el entretenimiento. Pero el cine est¨¢ hecho para pensar y ense?ar a hacerlo, no para levantar dinero¡±. Por eso prepara dos nuevos largos: un filme autobiogr¨¢fico sobre su periplo judicial y una obra de ficci¨®n sobre un abogado. Le queda poco para terminarlos. A saber, eso s¨ª, cu¨¢ndo y d¨®nde se podr¨¢n ver.
Babelia
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