Polonia y las sombras del Holocausto
El Gobierno de Varsovia inicia una cruzada contra el historiador Jan T. Gross, que desvel¨® la matanza de jud¨ªos en Jedwabne, perpetrada por polacos
Jan T. Gross, profesor de la universidad estadounidense de Princeton de origen polaco, desvel¨® en 2001 uno de los ¨²ltimos secretos de la II Guerra Mundial, y uno de los m¨¢s oscuros: la matanza el 10 de julio de 1941 de los jud¨ªos del pueblo de Jedwabne, en Polonia. Los autores no fueron los nazis, sino sus propios vecinos polacos, que tras someterlos a todo tipo de torturas y vejaciones p¨²blicas quemaron vivos a los supervivientes en un pajar.
Aunque 21 perpetradores hab¨ªan sido juzgados y 11 condenados por un tribunal polaco al final del conflicto, la atrocidad acab¨® por ser atribuida a las SS y as¨ª qued¨® en la memoria colectiva. El libro de Gross, Vecinos, caus¨® hace 15 a?os un impacto tremendo en Polonia, un pa¨ªs que este historiador y soci¨®logo abandon¨® en 1968. Ahora, el Gobierno polaco, cuyas medidas autoritarias est¨¢n causando una honda preocupaci¨®n en la UE, ha lanzado una cruzada contra este investigador.
La Fiscal¨ªa polaca est¨¢ estudiando presentar una demanda contra Gross por un texto publicado en septiembre en el diario alem¨¢n Die Welt, titulado "La verg¨¹enza de Europa del Este", en el que reprochaba a los Gobiernos de Polonia, Hungr¨ªa y Eslovaquia su insolidaridad con los refugiados. La frase por la que el fiscal estudia procesarlo por el delito de "insulto p¨²blico a la naci¨®n" es: "Aunque los polacos est¨¢n orgullosos con raz¨®n de su resistencia ante los nazis, mataron m¨¢s jud¨ªos que los alemanes durante la guerra". El Gobierno califica esta frase de "calumnia y un bofet¨®n a los millones de polacos que perdieron la vida en aquella ¨¦poca".
En el texto, Gross reprocha el profundo antisemitismo de la sociedad polaca, antes, durante y despu¨¦s de la guerra. La oficina del presidente Andrzej Duda anunci¨® esta semana que est¨¢ estudiando adem¨¢s despojar a Gross de la orden del m¨¦rito civil, una medida que ha provocado dos manifiestos p¨²blicos de solidaridad por parte de diferentes profesores. Desde la victoria en octubre del partido ultraconservador Ley y Justicia, numerosos periodistas e intelectuales cr¨ªticos han sido acorralados en medio de una intensa ret¨®rica nacionalista.
"Mis libros sobre las relaciones entre polacos y jud¨ªos durante la guerra son el motivo real por el que este r¨¦gimen populista y nacionalista me est¨¢ atacando", responde el profesor Gross (Varsovia, 1947) desde Estados Unidos por correo electr¨®nico. "La fiscal¨ªa ha iniciado una investigaci¨®n oficial que puede conducir a mi procesamiento. El Gobierno actual es nacionalista, xen¨®fobo y autoritario y va a imponer su propia agenda con respecto a la ense?anza de la historia polaca". Gross tuvo que abandonar Polonia en 1968, dentro de una persecuci¨®n de disidentes, de la dictadura comunista, marcadamente antisemita.
Un portavoz de la Presidencia polaca, Marek Magierowski respondi¨® ayer a una pregunta sobre este tema: "El profesor Gross es un personaje muy controvertido. Muchos historiadores polacos de renombre lo llaman 'novelista'. Sus libros est¨¢n repletos de errores, basados en prejuicios. Gross aborda en sus libros temas muy delicados: matanzas de jud¨ªos cometidas por campesinos polacos; antisemitismo polaco despu¨¦s de 1945. Algunos de sus libros y algunas sus declaraciones parecen formar parte de una campa?a cuyo objetivo es crear la imagen de una naci¨®n ferozmente antisemita. Parad¨®jicamente es la misma que m¨¢s representantes tiene en la lista de Los Justos entre las Naciones. No es que no haya antisemitas en Polonia. No es que no debamos avergonzarnos de algunos hechos de nuestro pasado.?Pero Gross ha cruzado la l¨ªnea que separa la historiograf¨ªa de la propaganda".
Una verdad oculta
La publicaci¨®n de Vecinos provoc¨® un profundo choque en la sociedad polaca y, aunque se han editado m¨¢s investigaciones sobre el tema e incluso se realiz¨® una pel¨ªcula en 2012, El secreto de la aldea, sigue siendo una verdad a la que le cuesta salir a la luz. "El tratamiento de los jud¨ªos por parte de los polacos durante la guerra ha sido investigado a fondo desde hace una d¨¦cada. Pero los resultados no han calado en el conocimiento general de la guerra. Los polacos mantienen una profunda ignorancia sobre la mayor tragedia de la II Guerra Mundial, el Holocausto", prosigue Ross.
El gran problema es que Polonia es uno de los pa¨ªses que m¨¢s sufri¨® durante aquel conflicto, invadido por la Alemania nazi y por la URSS, totalmente destruido, con cinco millones de muertos ¡ªtres de ellos polacos jud¨ªos, asesinados en gran parte en los campos de exterminio nazis instalados en la Polonia ocupada¡ª. El Gobierno de Varsovia ha anunciado una ley que penalice la utilizaci¨®n de la expresi¨®n "campos de exterminio polacos", porque Polonia no tuvo nada que ver con la organizaci¨®n de estos centros de muerte, de los que sus ciudadanos fueron v¨ªctimas.
Cuando se revel¨® en 2001 lo ocurrido en Jedwabne, un pogromo en el que fueron asesinadas entre 300 y 1.600 personas, el director de Gazeta Wyborcza, Adam Michnik, uno de los m¨¢s importantes intelectuales polacos, escribi¨®: "Es dif¨ªcil valorar la dimensi¨®n de ese choque. El libro de Gross ha provocado reacciones que pueden ser comparadas con las que motiv¨® el libro de Hannah Arendt Eichmann en Jerusal¨¦n". El fil¨®sofo George Steiner asegur¨® entonces que "el relato de Gross de las atrocidades durante la guerra ha despertado a una naci¨®n que ha escondido sistem¨¢ticamente su pasado". En sus investigaciones, Gross tambi¨¦n destap¨® otros pogromos cometidos por ciudadanos polacos.
Narrativa de la guerra
"Es muy dif¨ªcil para los ciudadanos polacos admitir cualquiera de esas cosas porque durante la guerra la narrativa fue la misma: s¨®lo los nazis cometieron cr¨ªmenes y los polacos fueron v¨ªctimas", ha se?alado la periodista Anna Bikont, autora de otro libro sobre Jedwabne, en el que no s¨®lo relata los hechos sino que describe el antisemitismo que persiste en parte de la sociedad polaca y el silencio que sigue planeando sobre la matanza. Su estudio, El crimen y el silencio, fue publicado en polaco en 2005, en franc¨¦s en 2011 (gan¨® el Premio del Libro Europeo) y el a?o pasado en ingl¨¦s.
En una rese?a significativamente titulada "Peor de lo que pens¨¢bamos", el escritor brit¨¢nico Julian Barnes asegur¨® en The New York Review of Books que el trabajo de Bikont "amplia nuestro conocimiento sobre el antisemitismo en Polonia, encabezado por la Iglesia cat¨®lica y las ¨¦lites profesionales y el todav¨ªa m¨¢s terrible antisemitismo posterior al conflicto". Seg¨²n Gross, entre 1.500 y 2.000 jud¨ªos fueron asesinados en los a?os posteriores a la ocupaci¨®n alemana. "El episodio m¨¢s tr¨¢gico fue el pogromo de Kielce, el 4 de julio de 1946, en el que 80 jud¨ªos fueron asesinados en un d¨ªa", explica.
En septiembre 2011, el memorial de Jedwabne dedicado a las v¨ªctimas jud¨ªas apareci¨® marcado con cruces gamadas y con mensajes como: "Eran altamente inflamables". Anna Bikont entrevist¨® a dos de los perpetradores que fueron condenados. Dice que es lo m¨¢s duro que ha hecho en su vida profesional: "Fueron completamente c¨ªnicos. No mostraron ning¨²n tipo de arrepentimiento".
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