M¨²sicas de Irak, India o Tuv¨¢ en Madrid
El VII Festival Mantras se celebra desde hoy y hasta el domingo en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez
Son m¨²sicas que se programan habitualmente en el Th¨¦?tre de la Ville de Par¨ªs o el Barbican de Londres, pero que cuesta poder escuchar en Madrid. Sonidos con siglos de existencia a los que nuestros o¨ªdos no est¨¢n acostumbrados a causa probablemente de cierta anorexia musical. El Festival Mantras, que organiza la Fundaci¨®n Ananta, es alimento para el esp¨ªritu: desde hoy y hasta el domingo, el Teatro Fern¨¢n G¨®mez-Centro Cultural de la Villa acoger¨¢ las actuaciones del indio-pakistan¨ª Sajid Ahmed Khan Qawwali Ensemble (d¨ªa 18), la siberiana Sainkho Namtchylak y el espa?ol Antonio Ferrara (d¨ªa 19), el iraqu¨ª Naseer Shamma (d¨ªa 20) y la estadounidense Jai-Jagdeesh (d¨ªa 21).
Si uno consulta en el diccionario de la Real Academia la palabra ¡®mantra¡¯ se encuentra con esta definici¨®n: en el hinduismo y en el budismo, s¨ªlabas, palabras o frases sagradas, generalmente en s¨¢nscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como apoyo de la meditaci¨®n. Caso de buscar en la Wikipedia, resulta que un mantra es una palabra s¨¢nscrita que se refiere a sonidos (s¨ªlabas, palabras, fonemas o grupos de palabras) que, seg¨²n algunas creencias, tienen alg¨²n poder psicol¨®gico o espiritual.
El Sajid Ahmed Khan Qawwali Ensemble, que abre el Festival Mantras, trae la vibrante m¨²sica qawwali con los tambores junto al armonio y esas voces desgarradas que utilizan el melisma ¨Cgrupo de notas cantadas con la misma s¨ªlaba- y se acompa?an de palmas parecidas a las del flamenco. A pesar de que ya en 1975 algunos europeos hab¨ªan podido escuchar a los hermanos Sabri en un disco de la Unesco, el qawwali se dio a conocer en Occidente de la mano de Nusrat Fateh Ali Khan. Una voz prodigiosa que se apag¨® en 1997, pero que puede disfrutarse en los discos que grab¨® para Peter Gabriel, los conciertos editados antes por el sello franc¨¦s Ocora o la banda sonora de La ¨²ltima tentaci¨®n de Cristo de Scorsese.
El qawwali se remonta al siglo XIV, en la India isl¨¢mica, y es la expresi¨®n musical del sufismo. En Pakist¨¢n significa ¡°la palabra¡±, ¡°lo que se dice bien¡±. Nusrat Fateh Ali Khan dec¨ªa que no se oye con los o¨ªdos y que, aunque no quieras, te lleva porque es el mensaje de Dios. El canto como v¨ªa hacia lo divino. Mezcla de polifon¨ªa persa y ragas indost¨¢nicas para vers¨ªculos del Cor¨¢n o la poes¨ªa de los maestros suf¨ªes, en algunas familias se ha ido heredando durante siglos: Sajid es nieto de Nasir Khan, uno de los grandes qawwal de la India de principios del siglo XX.
De la remota Tuv¨¢, una de las rep¨²blicas de la Federaci¨®n Rusa, al norte de Mongolia, llega Sainkho Namtchylak. Tierras de n¨®madas que practican el chamanismo, cr¨ªan cabras, ovejas, camellos, renos y yaks, y viven en yurtas que cambian de ubicaci¨®n seg¨²n las estaciones. De Tuv¨¢ son los cantos guturales y bif¨®nicos del khoomei, una t¨¦cnica que produce dos o m¨¢s sonidos simult¨¢neamente ¨Cespecie de ronquido que se genera entre la faringe y la boca-. En realidad ser¨¢ un encuentro entre n¨®madas de Siberia y del norte de ?frica porque acompa?ando a la tuvana van a estar m¨²sicos tuaregs. El ¨²ltimo disco de Sainkho, que tambi¨¦n posee una formaci¨®n cl¨¢sica, se titula Like a bird or spirit, not a face, y en ¨¦l han participado dos miembros del grupo Tinariwen junto al productor Ian Brennan y sus loops. Lo de los bucles electr¨®nicos ya lo hab¨ªa probado Sainkho hace a?os en el disco Stepmother city y lo de trabajar con m¨²sicos europeos de vanguardia ¨Cy hasta con alg¨²n DJ- lo ha ido haciendo desde su irrupci¨®n en 1990 en el M¨¹nster Festival. En su amplia discograf¨ªa destaca Naked spirit con sonidos de la taiga y la tundra y el duduk ¨Cpeque?o oboe fabricado con madera de albaricoque- del armenio Djivan Gasparian. Sainkho, hija de una pareja de maestros de escuela, es un esp¨ªritu libre, dif¨ªcilmente clasificable, a la que su nomadismo ha llevado a vivir en Mosc¨², Viena, Mil¨¢n¡
Irak: un pa¨ªs devastado por la guerra desde la ocurrencia de Bush y sus aliados de derrocar al dictador Sadam Hussein con la excusa de las armas de destrucci¨®n masiva. En una ciudad a 160 kil¨®metros al sureste de Bagdad, naci¨® Naseer Shamma, una autoridad del la¨²d. Empez¨® con doce a?os y lo toca con asombrosa precisi¨®n. Adem¨¢s de la escuela iraqu¨ª es un gran conocedor de las escuelas turca y egipcia. Aunque ¨¦l no se limita a interpretar cl¨¢sicos del repertorio ¨¢rabe cl¨¢sico: le gu¨ªa la idea de que la tradici¨®n no debe quedarse petrificada. Cuenta el music¨®logo Habib Yammine que su sue?o de ni?o era ser un m¨²sico tan grande como los de la corte de los reyes babilonios o los califas ab¨¢sidas: la sombra alargada de Zyriab, el legendario m¨²sico que tuvo que huir del califa Harun al-Rashid y encontr¨® refugio en la C¨®rdoba de los Omeyas.
El lugar donde todo transcurre es el maqam, que en el mundo ¨¢rabe se refiere a un modo musical definido por el estado de ¨¢nimo y la inspiraci¨®n. Una m¨²sica que tambi¨¦n forma parte de nuestra cultura aunque lo hayamos olvidado. Autor de la banda sonora del documental Invierno en Bagdad, de Javier Corcuera, Naseer Shamma ha desarrollado una t¨¦cnica que permite tocar el la¨²d con una sola mano. Cumpli¨® la promesa hecha a un amigo que hab¨ªa perdido un brazo por culpa de una mina. Huy¨® de Irak en 1993 y encontr¨® trabajo en el Conservatorio de M¨²sica ?rabe de T¨²nez. En ciudades como El Cairo, Doha, Abu Dabi o Jartum, ha abierto escuelas con el nombre de La casa del la¨²d ¨¢rabe. La semana pr¨®xima estar¨¢ en Par¨ªs, en el Olympia, tras el paso por la sala de Joe Jackson, Art Garfunkel y DJ Snake. Para su actual proyecto, El viaje de las almas, cuenta con m¨²sicos como el pianista italiano Cesare Pico o el clarinetista rumano Alex Simu. Parte de la recaudaci¨®n de sus conciertos la destina al env¨ªo de medicamentos para ONGs que trabajan en su pa¨ªs.
Ja¨ª ¨CJagdeesh, una de las cantantes m¨¢s populares en Estados Unidos de kirtan -nombre en s¨¢nscrito del canto meditativo de mantras-, adapta melod¨ªas sencillas de la raga ¨Cforma musical cl¨¢sica de la India- y las envuelve en arreglos actuales. Naci¨® en los a?os ochenta en una comunidad de kundalini yoga as¨ª que vive entre la meditaci¨®n y los cantos de mantras desde que era ni?a. Estudi¨® en un internado en Amritsar y recorri¨® todo el norte de la India dejando oir su voz en ashrams y gurdwaras. Y, una vez al mes, lo hac¨ªa en la entrada del Templo Dorado, para curar las heridas de los ataques militares contra ese lugar sagrado. Una experiencia que, solo a?os m¨¢s tarde, entendi¨® que hab¨ªa sido una bendici¨®n para ella. En 2010 grab¨® su primer disco en la discogr¨¢fica Spirit Voyage, combinando mantras sagrados y letras en ingl¨¦s. Y con Of heaven & earth (Del cielo y la tierra) se col¨® en 2013 en la lista de New Age de la revista Billboard llegando al n¨²mero seis. Hace un a?o que public¨® Miracles abound (Los milagros abundan) su ¨²ltimo disco de meditaci¨®n.
Por las anteriores ediciones del Festival Mantras pasaron las cantantes Yungchen Lhamo (Tibet), Huongh Thanh (Vietnam) y Urna (Mongolia), el maestro del bansuri ¨Cflauta travesera de bamb¨²- Singh Sachdev ¨Cadmirado por George Harrison-, el guitarrista Mohan Vishwa Bhatt ¨Cque ha grabado con Ry Cooder, Taj Mahal o B¨¦la Fleck-, el estadounidense de origen navajo R. Carlos Nakai o El Misterio de las Voces B¨²lgaras. Como cada a?o, los posibles beneficios ir¨¢n destinados a programas solidarios: Bicis para la vida -taller de reparaci¨®n de bicicletas en Pinto (Madrid) que emplea a personas discapacitadas y entrega de forma gratuita las bicicletas a colectivos desfavorecidos-; seis escuelas rurales infantiles en Quang Tri, Vietnam; los premios solidarios Fundaci¨®n Ananta-Fundaci¨®n Alberto Contador; Global Hospital en Mount Abu, Rajast¨¢n, India, y talleres de yoga y pensamiento positivo en los centros penitenciarios de Valdemoro (Madrid) y Brieva (?vila).
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