Jacobo Serra, ¡°el beatle manchego¡±
El artista albacete?o se al¨ªa con Juanma Latorre, guitarrista de Vetusta Morla, para alumbrar su EP ¡®Icebergs¡¯
"No tienes miedo, no sientes nada / El hielo invade, suenan las alarmas¡¡±. Sin un solo segundo de introducci¨®n instrumental, con la voz irrumpiendo ajena a cualquier titubeo, arranca Icebergs, adelanto del nuevo trabajo de Jacobo Serra (Albacete, 1983) y primera canci¨®n en castellano en la discograf¨ªa de uno de los mejores cantautores que ha alumbrado la pen¨ªnsula en a?os, ese muchacho al que muchos identifican ya como ¡°el Rufus Wainwright espa?ol¡± y del que sus paisanos presumen, leg¨ªtimamente, como ¡°el Beatle manchego¡±. De momento es solo un primer paso: los otros tres cortes de Icebergs, el EP que ver¨¢ la luz a mediados de febrero (en edici¨®n digital y vinilo a 45 revoluciones), permanecen fieles a la lengua de Shakespeare. Pero habr¨¢ m¨¢s. O eso se?alan todos los indicios: como en cualquier iceberg, la parte visible es muy peque?a respecto a la que ocultan las aguas.
Licenciado en Derecho, formado acad¨¦micamente en tierras brit¨¢nicas y con pareja inglesa, Serra es biling¨¹e perfecto e incluso ha ejercido como profesor de ingl¨¦s. En esta lengua compuso ¨ªntegramente sus dos trabajos anteriores, el EP The word I never say (2013) y Don¡¯t give up, hasta ahora su ¨²nico disco grande, que en 2014 recibi¨® cr¨ªticas entusiastas y diversas menciones entre lo mejor del a?o. Pero su conversi¨®n se fragu¨® el pasado 23 de mayo, en el ya famoso concierto de Vetusta Morla en el Barclaycard Center que devino en el ¨¢lbum en vivo 15151. Poco amigo de las grandes multitudes, Jacobo se enfrentaba por primera vez, asombrado, al espect¨¢culo de 15.000 almas coreando a pulm¨®n algunas letras francamente bellas. Y algo hizo clic en su interior.
¡°Hasta entonces pensaba que el ingl¨¦s era el idioma natural para el pop, que resultaba m¨¢s propicio por la apertura de sus vocales, incluso que mi voz en castellano sonaba rara¡±, se sincera este albacete?o tan t¨ªmido como risue?o. Y prosigue: ¡°Esa noche me convenc¨ª, en cambio, de algo evidente: la conexi¨®n con el p¨²blico no es la misma utilizando el ingl¨¦s, ni siquiera con quienes s¨ª que manejan y entienden este idioma. A partir de ese d¨ªa sent¨ª el prurito de cantar tambi¨¦n en espa?ol¡±.
Que su voz en castellano suena igualmente hermosa ya se lo hab¨ªa advertido Jorge Drexler, otro fan confeso de Serra, con el que comparti¨® escenario en un par de ocasiones para interpretar una de las m¨¢s clamorosas preciosidades del uruguayo, Soledad. Y de materializar Icebergs y los otros nuevos temas se acab¨® encargando, precisamente, uno de los integrantes de Vetusta Morla, el guitarrista y compositor Juanma Latorre, que ha producido el EP y embarc¨® a otros dos vetustos, el bater¨ªa David Garc¨ªa ¡°el Indio¡± y el bajista ?lvaro Baglietto, para que ejercieran como secci¨®n r¨ªtmica de excepci¨®n en cortes como You never came home, un gran ejemplo de belleza acongojada, entre Wainwright y, casi, Nick Drake.
La conexi¨®n entre Jacobo Serra y Vetusta Morla, que se profesan rec¨ªproca admiraci¨®n desde est¨¦ticas no muy parejas, tiene algo de pintoresco. Jacobo y Juanma se conocieron hace apenas un a?o, en una cena con el periodista de Radio 3 ?ngel Carmona, y congeniaron enseguida. Latorre se pas¨® las horas muertas de la gira de Vetusta por M¨¦xico y Colombia escuchando las maquetas de Serra e imaginando c¨®mo ¡°redimensionarlas¡±. Pero, charlando con los dos en una terraza del madrile?o barrio de Chueca, descubrimos que la alianza podr¨ªa haberse remontado a muchos a?os atr¨¢s. Porque Jacobo y Vetusta Morla compartieron cartel una vez, all¨¢ por el verano de 2007, en¡ ?Roma!
¡°Era un festival un poco disparatado y ca¨®tico, pensado para p¨²blico Erasmus. No recuerdo la actuaci¨®n de Jacobo, pero sospecho que lo habremos olvidado casi todo de aquella experiencia¡±, anota el guitarrista entre risas. Y Serra matiza: ¡°Vi a Vetusta Morla en primera fila. Apenas eran conocidos y hab¨ªa pocos espectadores, pero me hab¨ªan llegado buenas referencias. Y s¨ª, sin encajar en mis prioridades estil¨ªsticas, ya entonces me parecieron muy buenos. ?Deber¨ªa haberme acercado tras el concierto para ofrecerme como m¨¢nager!¡±.
Devoto no solo de Wainwright y McCartney, sino tambi¨¦n de Divine Comedy, Crosby Stills & Nash, Jackson Browne o Amos Lee, el artista albacete?o ha aprendido con Latorre a ampliar su gama crom¨¢tica. Let it go, por ejemplo, era en la maqueta un homenaje a la escritura pulcra y sencilla de James Taylor, pero ha acelerado su tiempo y se enriquece con los aromas campestres del banjo y la guitarra slide. Mayor sorpresa depara a¨²n el tema inaugural, There¡¯s a sign, un absoluto primor sonoro, con guitarras entrelazadas, briznas electr¨®nicas y arreglos de cuerda, en el que tanto Serra como Latorre admiten la influencia de Damon Albarn en solitario y de Carrie & Lowell, el alabad¨ªsimo ¨²ltimo disco de Sufjan Stevens. ¡°Tambi¨¦n puede haber elementos de Los r¨ªos de Alice, el proyecto instrumental de Vetusta Morla¡±, asiente Latorre, ¡°sobre todo en ese empe?o de difuminar la armon¨ªa, de hacerla menos n¨ªtida¡±.
Autosuficiente con todo y responsable de casi cada detalle en su trayectoria discogr¨¢fica, Jacobo Serra ha encontrado esta vez alg¨²n nuevo aliado aparte de Latorre. Icebergs volver¨¢ a aparecer en su propio sello, Artifacts Records, pero esta vez lo distribuye una multinacional (Sony). Y el v¨ªdeo de la canci¨®n Icebergs, ya disponible en YouTube, por una vez no lo dirige ¨¦l mismo, sino el pintor albacete?o Pablo Alfaro Molina, autor ya de la portada de Don¡¯t give up y amigo de la infancia. La familia jacobina sigue creciendo: seguramente el secreto de un beatle venido desde Albacete no pueda (ni deba) ocultarse un solo d¨ªa m¨¢s.
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