Las manos de El Cigala esconden un Tutankam¨®n
El cantaor madrile?o aterriza en la Ciudad de M¨¦xico con un ¨²nico concierto, el m¨¢s ¨ªntimo
Diego El Cigala cuenta que su secreto est¨¢ en las manos. Como si la fuerza de su voz no fuera suficiente, el cantaor madrile?o abraza y golpea sus palmas para darle forma al sentimiento que sale de su garganta. Tambi¨¦n lo hace cuando habla. Y de fondo siempre, el tintineo de una decena de anillos y pulseras de oro macizo. En sus dedos est¨¢ representado el valor fara¨®nico que tuvo, y sigue teniendo, seg¨²n cuenta, al subirse a un escenario horas despu¨¦s de la muerte de su mujer el a?o pasado. En el anular de la mano izquierda esconde un Tutankam¨®n.
Este jueves se plantar¨¢ sobre las tablas del Teatro Metropolitan de la Ciudad de M¨¦xico. Un ¨²nico concierto en la capital para casi 4.000 personas. Ha escogido un repertorio de boleros cl¨¢sicos y los ha ali?ado con otros de Roberto Carlos, Nino Bravo, Armando Manzanero, Francisco C¨¦spedes, Roc¨ªo Jurado y los versos de Garc¨ªa Lorca y un cl¨¢sico: Camar¨®n.
Fue Amparo la que me empuj¨® a cantar. Lo s¨¦. De hecho es la que lo sigue haciendo, est¨¢ aqu¨ª conmigo. Siempre est¨¢ ella y siempre estar¨¢
"El Cigala m¨¢s ¨ªntimo", cuenta desde el sof¨¢ de su habitaci¨®n de hotel en la capital. "El piano de Yumitus y yo durante dos horas. Es dif¨ªcil mantener a un p¨²blico as¨ª. ?Pero qu¨¦ piano!", se?ala. El pianista catal¨¢n lo conoce bien, llevan trabajando m¨¢s de 10 a?os juntos: "Adem¨¢s de conocer los boleros estupendamente, es gitano y flamenco", asegura.
Pregunta. ?Qu¨¦ es ser flamenco?
Respuesta. Es una forma de vida y un estado de ¨¢nimo. As¨ª naces. Tambi¨¦n tiene sus penas, sus alegr¨ªas, su soledad. Y la m¨²sica flamenca ya es algo universal. T¨² f¨ªjate lo que les gusta en Jap¨®n o en Australia. El flamenco tiene mucho poder, mucho agarre, porque hay mucho sentimiento y mucha jondura. Y sobre todo, mucha verdad. Porque se canta con el alma.
P. ?Qu¨¦ siente cuando se sube al escenario?
R. Soy otra persona. Entro en ese espacio donde soy amo y se?or. No dejo entrar a nadie y me vuelvo muy ego¨ªsta, sanamente. Y desde que empiezo, pienso en transmitir todo lo que llevo dentro. Amo por encima de todo cantar.
P. ?De d¨®nde sac¨® la fuerza en Los ?ngeles para hacerlo poco despu¨¦s de que muriera su esposa?
R. De ella. Porque si no, hubiera sido imposible. Con tanto dolor en el alma no se puede cantar. Ese tiempo de espera, ese viaje, lo que fue bajarme del avi¨®n para ir al teatro y cantar... Fue ella la que me empuj¨®. Lo s¨¦. De hecho es la que lo sigue haciendo, est¨¢ aqu¨ª conmigo. Siempre est¨¢ ella y siempre estar¨¢.
Diego Ram¨®n Jim¨¦nez Salazar, El Cigala, sonr¨ªe de manera imprevisible. A veces de s¨ª mismo y de lo que acaba de decir. Casi siempre al final de una frase asoma todos sus dientes entre una barba negra y espesa, te?ida por algunas canas. Tambi¨¦n lo hace cuando recuerda a Amparo Fern¨¢ndez, su esposa. Pero sus ojos cansados y tristes y no acompa?an lo que hace su boca.
Detr¨¢s de ¨¦l est¨¢ siempre?Julio C¨¦sar Fern¨¢ndez, su road manager, el hijo de Amparo. ?l se encarga de mimarlo y cuidar los detalles. Poco antes de la entrevista, estaban viendo la ¨²ltima pel¨ªcula del director mexicano Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, The Revenant. "Hay que ver qu¨¦ mala leche tiene el oso", cuenta, ahora s¨ª, entre carcajadas.
En mayo tiene previsto grabar un disco en homenaje a la salsa cubana de los setenta y los ochenta y en julio comienza una gira con Omara Portuondo, una de las voces de Buena Vista Social Club, la que considera una de las mejores de la m¨²sica cubana.?"Nos conocimos en Cuba hace tiempo y cuando ocurri¨® lo de Amparo me la encontr¨¦ en el camerino. Nos dimos un gran abrazo, lloramos y nos propusimos cantar juntos", recuerda. En julio comenzar¨¢n una serie de 10 conciertos por Europa.?
P. Has adaptado el flamenco a otras m¨²sicas, pero ?hay alg¨²n estilo que sea imposible de conjugar?
R. El flamenco se puede adaptar al tango, al bolero, al latin jazz, a la afrocubana, a la cl¨¢sica con una gran orquesta, ya lo dej¨® demostrado Camar¨®n. Tenemos un abanico bastante amplio. Pero vamos, lo que no vas a hacer ni de broma es meter el flamenco en algo as¨ª como el damn boy o electr¨®nica. ?Eso estar¨ªa rar¨ªsimo! Ahora digo esto e igual ma?ana uno se adelanta y es un hit ¡ªse r¨ªe¡ª.
Asegura que no es nada supersticioso, pero reconoce que antes de comenzar una actuaci¨®n bendice el suelo con tres gotitas de agua: "Bendigo mi tierra, mi terreno, y tiro para adelante. Pero es una man¨ªa bonita, ?no?". Cree que las rancheras y el flamenco se siguen cantando a capella en la barra de un bar, frente a una botella: "Eso no pasa con otras m¨²sicas. Tendr¨ªan que llevar una mesa de mezclas a cuestas". Y as¨ª pretende hacerlo este jueves, haciendo vibrar su tierra sagrada con toda la fuerza de su voz y el movimiento de sus manos.
Babelia
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