La p¨¦rdida de pigmentos amenaza la preservaci¨®n de Altamira
Los conservadores de la cueva plantean una reuni¨®n de expertos para analizar los efectos de los visitantes
Parece una gota normal, pero lleva en su interior una parte milim¨¦trica de la memoria de la humanidad: las pinturas de Altamira. Hace tres a?os se capt¨® por primera vez un fen¨®meno del que hab¨ªa evidencias ¡ªa lo largo de los milenios el 55% de las pinturas se han borrado¡ª, pero que nunca se hab¨ªa contemplado a simple vista: c¨®mo el agua arrastra pigmentos de las pinturas que decoran la gruta, que alberga uno de los conjuntos de arte rupestre m¨¢s importantes del mundo. Este fen¨®meno se ha repetido en las primaveras de 2014 y 2015. Nunca hab¨ªa sido observado, lo que no significa que no hubiese ocurrido antes, aunque tambi¨¦n puede ser la evidencia de una nueva amenaza que acecha al yacimiento.
La erosi¨®n por agua representa un peligro para la conservaci¨®n de la cueva c¨¢ntabra, patrimonio de la Humanidad de la Unesco, pero no el ¨²nico: tambi¨¦n est¨¢ la presencia de microorganismos. El problema est¨¢ en que los cient¨ªficos no se ponen de acuerdo ni en sus causas ni tampoco en si la presencia humana influye sobre este deterioro de la gruta.
La conservaci¨®n de este yacimiento ha regresado al centro del debate despu¨¦s de que el patronato anunciase la semana pasada su intenci¨®n de estudiar la posible ampliaci¨®n de visitantes ¡ªdesde 2014 entran cinco personas por sorteo a la semana, tras 12 a?os de cierre¡ª. El presidente de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla, anunci¨® por su parte que "en poco tiempo", las visitas iban a aumentar "de forma no grande, pero s¨ª significativa".
"El peligro de la ca¨ªda de pigmento no es a largo plazo, es un problema actual, real y grave", explica Sergio S¨¢nchez-Moral, ge¨®logo del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y uno de los m¨¢ximos expertos en la cueva, en cuya conservaci¨®n ha estado trabajando hasta 2012. S¨¢nchez-Moral, como sus colegas del CSIC Ces¨¢reo Sa¨ªz-Jim¨¦nez, con el que elabor¨® un informe sobre Altamira para el Ministerio de Cultura, y Juan M. Vicent, experto en arte parietal y miembro de la Comisi¨®n de Seguimiento del Plan de Conservaci¨®n Preventiva de Altamira, mantienen que hasta que no se conozcan las causas de los problemas, la cueva deber¨ªa estar cerrada al p¨²blico.
Nueva carta a la Unesco
El Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid se ha sumado a las cr¨ªticas ante una posible ampliaci¨®n de las visitas (y a cualquier entrada a la cueva que no sea por motivos cient¨ªficos). En una nueva carta enviada a la Unesco, los prehistoriadores aseguran que "el plan de ampliaci¨®n de las visitas a la cueva original no se sostiene ni en datos cient¨ªficos ni en un reclamo social". "Una decisi¨®n del Patronato en este sentido favorecer¨ªa el deterioro de las pinturas rupestres sin atraer m¨¢s turismo", se?ala la misiva.
El equipo de conservadores del Museo ha propuesto por su parte al Patronato y al Ministerio de Cultura reunir a los expertos en arte parietal que mejor conozcan el yacimiento, unas 20 personas, para debatir sus problemas.?Aunque la decisi¨®n de abrir o cerrar es pol¨ªtica, y no t¨¦cnica, y depende del Ministerio de Cultura y el Patronato, mantienen que debe tomarse desde el conocimiento.
El director del Museo de Altamira, Jos¨¦ Antonio Lasheras -fallecido el pasado 27 de febrero, explicaba: "Las preguntas que m¨¢s nos ocupan son las que ata?en a la conservaci¨®n. ?Cu¨¢l es la causa que provoca que haya agua en el techo y que arrastre pintura al suelo? ?Qu¨¦ podr¨ªa hacerse para impedir, evitar o minimizar esta p¨¦rdida de pintura? ?Qu¨¦ favorece y qu¨¦ perjudica el crecimiento y la proliferaci¨®n de las colonias microbianas del techo pintado? ?Qu¨¦ podemos aplicar para impedir o frenar su proliferaci¨®n en favor de la conservaci¨®n sin riesgos inadmisibles? Para empezar a intentar responder, creemos que ser¨ªa adecuado reunir un reducido n¨²mero de expertos en estas cuestiones en torno a una mesa". Esas preguntas esenciales para el futuro de la cueva no tienen todav¨ªa respuesta concluyente, aunque el objetivo del Plan de Conservaci¨®n Preventiva del Ministerio de Cultura es estudiar a fondo lo que ocurre en el yacimiento.
Filtraci¨®n o condensaci¨®n
Un art¨ªculo del propio Lasheras, publicado dentro del libro The Conservation of Subterranean Cultural Heritage, editado por Ces¨¢reo S¨¢iz-Jim¨¦nez en 2014, detallaba c¨®mo los efectos de la erosi¨®n fueron observados por primera vez. "En abril de 2013 una mancha ocre era visible en el suelo. Agua de filtraci¨®n o condensaci¨®n en el techo hab¨ªa arrastrado el pigmento, que cay¨® en el suelo, provocando la desaparici¨®n de ¨¢reas milim¨¦tricas de las pinturas en cuesti¨®n. Durante el proceso las part¨ªculas ocres eran visibles en las gotas a simple vista". Esto ocurre en la sala de los bisontes, la llamada Capilla Sixtina del arte prehist¨®rico.
S¨¢nchez-Moral afirma sobre este fen¨®meno: "Si el proceso es natural, la cuesti¨®n es: ?Por qu¨¦ nunca hab¨ªa sido detectado en tiempo real desde que la cueva se cerr¨®?". El agua puede estar provocada por filtraci¨®n, pero tambi¨¦n por concentraci¨®n. En este caso, la presencia humana s¨ª tendr¨ªa una influencia. No hay una respuesta incontestable.
El otro problema son los microorganismos. Juan M. Vicent asegura que, en la comisi¨®n de seguimiento del 10 de julio de 2015, se inform¨® de la presencia de hongos, especialmente nocivos para los pigmentos, en alguno de los equipos instalados en el interior. Vicent asegura que "los datos m¨¢s recientes a los que el CSIC ha tenido acceso indicaban algunos problemas bastante inquietantes en relaci¨®n con presencia de hongos y posibles efectos de la condensaci¨®n en las pinturas, cuestiones que, por cierto, cuesta no poner en relaci¨®n con la presencia humana". Ces¨¢reo Sa¨ªz-Jim¨¦nez se?ala por su parte: "Insistimos en la necesidad de una conservaci¨®n preventiva con un estricto control de los par¨¢metros ambientales y de la cueva. La abundante concentraci¨®n de esporas de hongos y bacterias en el aire de Altamira as¨ª lo aconseja, ya que estos microorganismos est¨¢n a la espera de cualquier cambio que los favorezca para producir invasiones explosivas y dif¨ªciles de controlar".
Paulatino deterioro
El Plan de Conservaci¨®n Preventiva, elaborado entre 2012 y 2014, mantiene que el lento y paulatino deterioro de las pinturas es inevitable y tiene que ver con procesos naturales, independientes de la presencia humana. Para los expertos del CSIC, las causas de los problemas que padece la cavidad no est¨¢n identificadas y s¨ª creen que pueden tener que ver con la presencia humana. "Los visitantes provocan que aumenten las part¨ªculas en suspensi¨®n y que se produzca condensaci¨®n en el techo que puede provocar la corrosi¨®n del sustrato", se?ala S¨¢nchez-Moral. "Emiten vapor de agua con la respiraci¨®n y ese vapor de agua condensa porque la cueva est¨¢ m¨¢s fr¨ªa (13-14?C) que el cuerpo humano (37?C)", a?ade.
Alfonso Mu?oz, subdirector general del Instituto del Patrimonio Cultural de Espa?a del Ministerio de Cultura, que coordin¨® el Plan de Conservaci¨®n, puntualiza que, por ahora, no hay ninguna propuesta concreta para aumentar el n¨²mero de visitantes. "El programa de investigaci¨®n ampli¨® mucho el conocimiento sobre la cueva: siempre se hab¨ªa pensado que el principal problema era la acci¨®n de microorganismos conectada con la presencia humana, pero hemos descubierto que el problema es el agua de infiltraci¨®n que va arrastrando pigmentos. Es la causa de que haya desaparecido el 55% de la b¨®veda", afirma Mu?oz. Sin embargo, aclara que se trata de un plan flexible y que, seg¨²n vayan cambiando los par¨¢metros, puede modificarse el r¨¦gimen de acceso. "En cualquier caso, los visitantes representan entre el 3 y 5% de la estancia en la cueva", prosigue.
Mientras sigue la pol¨¦mica, se acerca la primavera, el periodo en que desde hace tres a?os se observa una gota que arrastra, mil¨ªmetro a mil¨ªmetro, una parte de nuestro pasado.
La crisis de Lascaux
Ces¨¢reo Sa¨ªz-Jim¨¦nez fue uno de los expertos que estudi¨® Lascaux, un yacimiento del sur de Francia que sufri¨® varias crisis que estuvieron a punto de acabar con sus pinturas y que, asegura, "llevaron a someter a la cueva a tratamientos contra algas, bacterias y hongos que llegan hasta la actualidad". Aunque Sa¨ªz-Jim¨¦nez mantiene que cada cueva es diferente, la lecci¨®n de Lascaux es la espiral diab¨®lica en la que entr¨® la gruta porque "los tratamientos para combatir unas invasiones han originado otras y cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil combatir estas". Lascaux permanece cerrada al p¨²blico al igual que Chauvet, las dos cuevas cuyas pinturas son comparables en calidad con las de Altamira.
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