Joaqu¨ªn Yarza Luaces, el magisterio que no cesa

Joaquin Yarza Luaces (Ferrol, 1936 ¨C Barcelona, 2016) fue un maestro capital, referente insustituible en la renovaci¨®n de la docencia y la investigaci¨®n en la Historia del Arte Medieval en la academia universitaria espa?ola a lo largo de cuatro d¨¦cadas. Sin lugar a dudas, hay un antes y un despu¨¦s de Joaqu¨ªn Yarza en los estudios sobre la iconograf¨ªa y la sem¨¢ntica visual del arte medieval hispano, desde la miniatura altomedieval hasta la pl¨¢stica monumental del ¨²ltimo g¨®tico. Con justicia, su tarea infatigable ha sido reconocida y tributada por disc¨ªpulos y colegas internacionales.

Tras sus iniciales estudios en ingenier¨ªa naval, descubri¨® su vocaci¨®n vital, que cultivo como una f¨¦rrea pasi¨®n: la historia del arte, como aspiraci¨®n de belleza y expresi¨®n de mentalidades. Se form¨® en la Universidad Complutense de la mano de Jos¨¦ Mar¨ªa de Azc¨¢rate Ristori y se inici¨® en el estudio de la pintura renacentista espa?ola (Juan de Navarrete, el Mudo). Se doctor¨® con un in¨¦dito estudio sobre la miniatura castellana y leonesa del periodo rom¨¢nico.

Imparti¨® docencia en las Universidades Complutense (1965-1969), Aut¨®noma de Madrid (1968-1974), de Barcelona (1974-1981) y Aut¨®noma de Barcelona (1981-2006), donde fue catedr¨¢tico de Historia del Arte. Impulso el Comit¨¦ Espa?ol de Historiadores del Arte, del que fue presidente (1982-1988), y fue miembro de la Junta de Museos de Barcelona y de la Junta de Calificaci¨®n, Valoraci¨®n y Exportaci¨®n de Bienes del Patrimonio art¨ªstico, tanto en el ¨¢mbito estatal como en el catal¨¢n.

Ha sido reconocido como el mayor especialista en manuscritos iluminados de la Edad Media y proverbial era, adem¨¢s, su autoridad en torno a las im¨¢genes del fascinante imaginario medieval. Autor de manuales de historia del arte medieval espa?ol, con los que se han formado durante d¨¦cadas generaciones de j¨®venes historiadores de nuestro pa¨ªs, asent¨® su autoridad intelectual a trav¨¦s de estudios monumentales centrados en los grandes promotores art¨ªsticos de los siglos XIV y XV (Pedro el Ceremonioso, Luis de Acu?a, o los Reyes Cat¨®licos) y de los artistas m¨¢s relevantes de aquel periodo (Ferrer Bassa, Gil de Silo¨¦, Alejo de Vah¨ªa o El Bosco). Inici¨® la renovaci¨®n del paisaje de los cat¨¢logos de museos catalanes, como el de Solsona o el Mar¨¦s de Barcelona, en ambos casos codo con codo con su esposa, Francesca Espa?ol Bertr¨¢n. Sus m¨¦ritos acad¨¦micos se multiplicaron en su madurez: cofundador y director de la revista de arte Locus Amoenus (UAB), promotor de congresos dedicados a los estudios de catedrales (Lleida, Santo Domingo de la Calzada o Le¨®n) o la caracterizaci¨®n intelectual y social de los artistas-artesanos en la Baja Edad Media de la Corona de Arag¨®n (con Francesc Fit¨¦), de libros capitales dedicados a la miniatura medieval ib¨¦rica o a los claustros rom¨¢nicos hispanos, comisario de exposiciones sobre argumentos art¨ªsticos de referencia internacional (esmaltes de Limoges-Silos, el arte suntuario de Las Huelgas, la producci¨®n art¨ªstica en tiempos de Carlos I o Alejo de Vah¨ªa), Adem¨¢s, ofreci¨® al mercado editorial espa?ol la inmarcesible colecci¨®n de fuentes documentales de arte medieval. El salto cualitativo que el prof. Yarza imprimi¨® en los estudios hist¨®rico-art¨ªsticos hispanos vino dado por su riguroso examen de las im¨¢genes a la luz de los textos y a la inversa, ampliando la mirada y la capacidad de escrutinio de tantos otros investigadores.

Su tenaz compromiso con la herencia cultural de nuestro pa¨ªs y con el desarrollo intelectual de nuestra sociedad se conjug¨® con un crecimiento intelectual proteico. De or¨ªgenes vascos, naci¨® y creci¨® en Galicia, se form¨® y comenz¨® a instruir a otros en el coraz¨®n de Castilla, y culmin¨® su obra y trayectoria profesional y honor¨ªfica en Catalu?a. Su biograf¨ªa constitu¨ªa un compendio de miradas y conciencias complementarias, lo que le previno contra cualquier perspectiva excluyente.

Joaqu¨ªn Yarza, mel¨®mano exquisito, fue por encima de todo un gran maestro, generador inusual de una escuela de estudio que se ha prodigado por diferentes universidades, principalmente catalanas, cuya huella investigadora y formativa se multiplica en el presente. Maestro de maestros, iluminaba con su sabidur¨ªa sobre tan variados campos que el perfil de humanista no era t¨®pico en su hechura. Escuchaba a sus alumnos incluso antes de que lo fueran, permiti¨® que sus disc¨ªpulos crecieran y germinaran sin lastres o peajes, y mantuvo a lo largo de toda su trayectoria una integridad moral que deber¨¢ ser recordada como ejemplo y referente porque huy¨® de concesiones, especulaciones o atajos. Joaqu¨ªn Yarza fue maestro porque crey¨® en el m¨¦rito y en el compromiso, porque alent¨® y concedi¨®. Su letra y su palabra nos servir¨¢ de ant¨ªdoto contra las tentaciones del tibio posibilismo.