¡®The Royals¡¯, esa familia real europea tan peculiar

Elizabeth Hurley (Basingstoke, Reino Unido, 1965) es mon¨¢rquica de los pies a la cabeza. De coraz¨®n, de cabeza y de carrera. ¡°Mis primeros recuerdos son del jubileo de la reina, en 1977, con todas sus celebraciones callejeras¡±, cuenta la actriz brit¨¢nica. Tambi¨¦n recuerda los juegos normales de infancia, ¡°de pr¨ªncipes y princesas¡±, donde ella era la reina, y su hermano, ¡°el ayudante de c¨¢mara, el esclavo, el mayordomo¡±. Pol¨ªticamente, tambi¨¦n defiende la monarqu¨ªa. Es parte de su pa¨ªs. ¡°Y la reina Isabel es absolutamente fabulosa. Soy su fan n¨²mero uno¡±, reconoce entre grandes aspavientos.

De ah¨ª que la serie The Royals le haya venido como anillo al dedo. ¡°En cuanto mi agente pill¨® el guion supo que era para m¨ª. Sobre la familia real. Para que haga de reina. Muy divertido. Muy bien escrito, y encima se rueda en Londres, donde estudia mi hijo, lo que le da cierta estabilidad a mi vida. Un sue?o¡±, resume a EL PA?S sobre la serie, que se estrena en Canal + Series Xtra esta noche (21.30), a raz¨®n de dos cap¨ªtulos por semana hasta completar las dos temporadas ya emitidas en Estados Unidos (est¨¢ renovada para una tercera entrega).

En The Royals, Hurley interpreta a la reina Helena, soberana brit¨¢nica de ficci¨®n cuyas vicisitudes familiares recuerdan demasiado a las de otras monarqu¨ªas mucho m¨¢s reales. Un detalle que le ha supuesto m¨¢s de una cr¨ªtica a esta serie que en el Reino Unido se vio como una parodia burda de los Windsor.

Hurley tuvo claro desde el primer momento que se trataba de una ficci¨®n, ¡°de un cuento de hadas moderno¡±, y, si bien hay mucho de parodia y reconoce que los guionistas no se atemorizan ante nada, no ve ninguna ofensa a la instituci¨®n y disfruta de la serie por sus extravagancias y, especialmente, por sus joyas. ¡°Yo ya me ve¨ªa en el camerino eligiendo las piedras preciosas, porque me dijeron que iban a ser reales, pero por temas de seguridad han acabado siendo igual de hermosas, o m¨¢s, pero totalmente falsas¡±, describe.

Para Hurley, The Royals es una nueva etapa en su carrera y en su vida. ¡°Tuve mucha suerte porque no esperaba contar con tanto trabajo en televisi¨®n despu¨¦s de haberme separado de la industria durante tantos a?os¡±, admite. La brit¨¢nica de moda en los ochenta, siempre del brazo del tambi¨¦n actor Hugh Grant, Hurley, fue m¨¢s conocida por su rostro, por su cuerpo y por sus amores que por su trabajo. Constantemente entre las m¨¢s bellas o las m¨¢s sexys, pronto se transform¨® en imagen de una l¨ªnea de cosm¨¦ticos. ¡°Todav¨ªa encuentras muchos de sus productos en mi ba?o¡±, se r¨ªe. Todo eso hasta que la actriz de 50 a?os fue sustituida por alguien 10 a?os m¨¢s joven y Hurley se alej¨® de la vida p¨²blica para dedicarse a su hijo y a una vida social intensa. Una vida en la que se code¨® con la verdadera realeza. ¡°No es que seamos colegas, pero me he cruzado varias veces con el pr¨ªncipe Carlos porque a ¨¦l tambi¨¦n le gustan los cultivos org¨¢nicos y formo parte de una de sus obras ben¨¦ficas. Me encanta hablar con ¨¦l. Estoy segura de que ser¨¢ un gran rey¡±, a?ade.

?Est¨¢ igual de segura de si al pr¨ªncipe Carlos le gustar¨¢ The Royals? ¡°De nuevo, es una parodia y hay que tom¨¢rselo as¨ª. Pero tienen humor. ?Son como nosotros! As¨ª que yo creo que s¨ª, que si la viera, se divertir¨ªa¡±, remata Hurley.

La reina madre

Joan Collins y Elizabeth Hurley estuvieron a punto de trabajar juntas en tres ocasiones, como madre e hija, en proyectos que acabaron en el limbo. A la cuarta ha ido la vencida. "Nosotras tambi¨¦n vemos las similitudes", afirma Hurley sobre la actriz brit¨¢nica, de 82 a?os, que en The Royals ha pasado de ser un mero secundario al principio a ser miembro del reparto habitual.

"Joan es tal fuerza de la naturaleza, que a su lado me quedo peque?ita. En la segunda temporada, el p¨²blico empezar¨¢ a ver mis puntos d¨¦biles", adelanta Hurley sin ocultar su admiraci¨®n por la mujer que hizo de Alexis Carrington Colby uno de los iconos de los ochenta gracias a la serie Dinast¨ªa.