El blues el¨¦ctrico de Guadalupe Plata
El disco del grupo de ?beda logra buena acogida en Reino Unido
Si todav¨ªa no conocen a Guadalupe Plata, ya es hora de que lo hagan. Debutaron en 2009 con un peque?o disco de seis canciones en el que asentaban las bases de su sonido: electricidad desbocada, energ¨ªa casi punk y veneraci¨®n por el blues como forma de vida. Hoy, tres discos de formato largo despu¨¦s ¡ªeditado el ¨²ltimo en Reino Unido con una gran acogida por la prensa brit¨¢nica¡ª, siguen fieles a aquellas premisas, pero buscando una mayor simplicidad en las formas. ¡°Queremos tocar cada vez m¨¢s sencillo, tocar peor. Vamos a la esencia, como los cuadros de Pollock¡±, comenta Paco Luis Martos, bajista del grupo. Reunidos en torno a una mesa en Madrid se encuentran tambi¨¦n Carlos Jimena (bater¨ªa) y Pedro de Dios (guitarra y voz), las otras dos patas del tr¨ªo y compa?eros musicales desde la adolescencia. ¡°Pedro y yo llevamos haciendo m¨²sica juntos desde que empezamos con 16 a?os. Nos conocemos tanto que sabemos qu¨¦ piensa el otro con solo una mirada. Con Paco llevamos algo menos, pero pasa lo mismo. Nos leemos la mente¡±, asegura el bater¨ªa.
Su propuesta, en el fondo, tiene poco de novedoso, pero sus formas son poco convencionales con respecto a lo que dictan los c¨¢nones de la industria actual. Ellos, por ejemplo, no quedan para ensayar porque prefieren practicar y dar forma a sus canciones a la vista de todos, sobre el escenario. La improvisaci¨®n es, pues, su h¨¢bitat natural. ¡°Es fundamental para nosotros. Preferimos ir d¨¢ndole forma a la canci¨®n en cada momento y que cada concierto tenga su propia vida y no sea algo herm¨¦tico. En nuestra opini¨®n, es algo tan interesante para nosotros como para el p¨²blico¡±, asegura de Dios.
El guitarrista cambi¨® hace a?os su residencia en ?beda, donde a¨²n residen sus compa?eros, por Granada, y la riqueza musical de ambas localidades ha supuesto una creciente influencia en su propuesta, que asume con orgullo una soterrada vena flamenca. ¡°Nuestra m¨²sica est¨¢ unida a ciertos pilares, a artistas como Skip James, The Cramps, The Gun Club, Mississippi Fred McDowell, Blind Willy Johnson, Link Wray, John Lee Hooker... pero tambi¨¦n a Pata Negra¡±, comenta el m¨²sico. De hecho, en las constantes salidas internacionales del grupo, es frecuente que se les catalogue como una formaci¨®n de flamenco-blues. ¡°Es comprensible, porque de alguna manera te tienen que catalogar para distinguirte de los dem¨¢s. Adem¨¢s, el flamenco es una influencia que forma parte del ADN de la banda, aunque no hagamos flamenco¡±, sentencia.
Para la grabaci¨®n de su ¨²ltimo disco, que carece de t¨ªtulo al igual que todos sus otros trabajos, viajaron hasta los emblem¨¢ticos estudios Toe Rag de Londres, donde se pusieron en manos del reputado productor Liam Watson, propietario del estudio y ganador de un Grammy por su trabajo en el disco Elephant, de The White Stripes. ¡°Antes de que nos lo propusieran ni siquiera lo conoc¨ªamos. La raz¨®n fundamental para grabar all¨ª fue el estudio en s¨ª, los micr¨®fonos y el material de grabaci¨®n que tiene¡±, asegura De Dios. ¡°El hecho de estar en otro pa¨ªs nos ha venido bien para centrarnos y no distraernos. Como no hablamos bien ingl¨¦s, ni siquiera nos entend¨ªamos con el t¨¦cnico de sonido¡±, apostilla Martos. De la experiencia, destacan la frescura de grabar en directo, tocando juntos, dejando fluir la inspiraci¨®n e improvisando sin cortapisas. ¡°Lo que se grab¨® es lo que est¨¢ en el disco, sin postproducci¨®n ni filtros¡±, remata Jimena.
Su ¨¦xito est¨¢ cimentado en el boca a boca y en el trabajo duro y constante, que les ha llevado a propagar su credo dentro y fuera de nuestras fronteras con un ¨¦xito creciente que no deja de expandirse, y que les augura un futuro m¨¢s que prometedor. ¡°Lo nuestro es el colmo del empecinamiento porque es lo que nos gusta y lo que queremos hacer. Nuestro plan es b¨¢sicamente tocar blues y hacer la vida que llevamos. Esa es la direcci¨®n¡±, reflexiona el bater¨ªa. Los tres m¨²sicos viven su situaci¨®n con los pies en el suelo, ajenos al ruido medi¨¢tico y las adulaciones del momento. ¡°El motor de esto debe ser siempre la pasi¨®n. Ahora mismo vivimos de la m¨²sica, pero no aspiramos a una mansi¨®n ni un Ferrari. Nos conformamos con un brasero y buena compa?¨ªa¡±, concluye De Dios.
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