A solas con Frida Kahlo
Una exposici¨®n se acerca en M¨¢laga a la intimidad y la vida cotidiana de la artista
Son im¨¢genes muy sencillas. Frida Kahlo (1907-1954) aparece tumbada en la hierba, aparentemente dormida o apoyada en una pared de La Casa Azul, su hogar de Coyoac¨¢n, en medio de un juego de luces y sombras. Hay instant¨¢neas en las que posa mientras bebe de un botell¨ªn, y otras en las que se muestra distendida, en un ambiente casual, acompa?ada por Diego Rivera, Miguel Covarrubias y su hermana Cristina.
Son situaciones distintas, pero todas trasmiten el carisma de la artista mexicana, su potente est¨¦tica y su personalidad. El fot¨®grafo colombiano Leo Matiz inmortaliz¨® a Kahlo a principios de los cuarenta del siglo pasado en la intimidad de su casa, en su vida cotidiana, y parte de ese material se exhibe hasta el 29 de mayo en La T¨¦rmica de M¨¢laga, centro cultural de la Diputaci¨®n Provincial.
Frida Kahlo. Fotograf¨ªas de Leo Matiz en La Casa Azul re¨²ne 55 instant¨¢neas in¨¦ditas en Espa?a de la artista y de su hogar, la casa de sus padres reconvertida en museo cuatro a?os despu¨¦s de la muerte de Kahlo, que tambi¨¦n fue el refugio de Le¨®n Trotski. ¡°Frida es medi¨¢tica, pero aqu¨ª se muestra m¨¢s personal, es algo hecho con m¨¢s coraz¨®n¡±, explica Angustias Freijo, comisaria de la muestra junto a Mario Mart¨ªn.
Matiz lleg¨® a M¨¦xico en 1939 y dirigi¨® su objetivo hacia los sectores m¨¢s marginados. Cinco a?os despu¨¦s conoci¨® a Luis Bu?uel, quien en 1950 plasm¨® un ambiente parecido en su pel¨ªcula Los olvidados. Matiz se acerc¨® al entorno intelectual y art¨ªstico de la ¨¦poca, a los principales representantes del movimiento muralista mexicano, y entonces encontr¨® a Frida.
Como una modelo
Acostumbrada a posar desde ni?a por la influencia de su padre, el fot¨®grafo Guillermo Kahlo, la artista aparece en distintas escenas captadas en La Casa Azul, en el parque de Xochimilco y en Tizap¨¢n. El material procede de la Fundaci¨®n Leo Matiz. La artista aparece al lado de un vendedor de telas, en una calle de Coyoac¨¢n, o con una de sus alumnas en el taller de pintura que la pareja Kahlo-Rivera ten¨ªa en la casa. Pero en la inmensa mayor¨ªa de las instant¨¢neas es la artista mexicana quien llena toda la escena. Posa como una aut¨¦ntica modelo, controlando el instante.
La muestra acerca al visitante a la figura de Matiz, un fot¨®grafo imprescindible del siglo XX nacido en Aracataca, el municipio de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. En M¨¦xico se hizo amigo de Diego Rivera y abri¨® estudio en la Avenida Ju¨¢rez. En la exposici¨®n hay dos fotos de David Alfaro Siqueiros, uno de los principales representantes del muralismo mexicano con quien el colombiano colabor¨® en varios trabajos. Y por un enfrentamiento con ¨¦l huy¨® de M¨¦xico a mediados de los cuarenta.
No regres¨® hasta los noventa. En 1997, con 80 a?os, volvi¨® a fotografiar La Casa Azul, ya sin Kahlo. En la muestra hay 16 instant¨¢neas de las habitaciones, reconvertidas en museo, del jard¨ªn y del estudio en el que su amiga dej¨® inacabado un retrato de Stalin. ¡°Se desprende una gran nostalgia de las fotos¡±, apunta Freijo. Matiz muri¨® en Bogot¨¢ un a?o despu¨¦s.
La muestra se aproxima tambi¨¦n al momento hist¨®rico en que vivi¨® Kahlo, un M¨¦xico punto de encuentro cultural y vanguardista para distintas figuras europeas. Hay varias piezas del escultor Germ¨¢n Cueto y publicaciones que ilustran sobre la trayectoria del germano-mexicano Mathias Goeritz. La inspiraci¨®n de Frida Kahlo beb¨ªa de este entorno.
Un centro para perderle el miedo a la cultura
La T¨¦rmica de M¨¢laga, dependiente de la Diputaci¨®n Provincial, se presenta como un espacio de creaci¨®n y de formaci¨®n en distintas disciplinas art¨ªsticas. La parte abierta al p¨²blico, adem¨¢s de las exposiciones, se centra en aulas de filosof¨ªa pr¨¢ctica, historia y pensamiento pol¨ªtico. ¡°Tienen continuidad al estilo de una universidad no reglada¡±, explica Salom¨®n Castiel, director el espacio cultural.
La pr¨®xima ¨¢rea que se pondr¨¢ en marcha ser¨¢ un aula verde. Castiel resalta el esp¨ªritu ¡°vivo y fresco¡± del espacio, con constantes gui?os a la ¡°cultura pop¡± y una programaci¨®n muy din¨¢mica que se renueva constantemente.
Este a?o hay programadas m¨¢s de 300 actividades y el trabajo se ha empezado a extender a toda la provincia. ¡°Nos dimos cuenta de que hab¨ªa muchos j¨®venes que ten¨ªan demasiado respeto a la cultura y hemos tratado de romper esa barrera¡±, a?ade Castiel. La respuesta del p¨²blico en los tres a?os de actividad ha sido ¡°enorme¡±.
Babelia
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