?ngela Segovia: ¡°Me interesa el poema que desborda el papel¡±

?ngela Segovia (Las Navas del Marqu¨¦s, ?vila, 1987) gan¨® con su primer poemario el Premio Nacional de Poes¨ªa Joven F¨¦lix Grande, en 2009. Este curso es becaria del Ayuntamiento en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y en mayo publica su tercer libro de poemas, La curva se volvi¨® barricada (La U?a Rota).

¡ªSus padres llevan una panader¨ªa en su pueblo. ?Hay sitio para la poes¨ªa entre la masa del pan?

¡ªEso me parece. La harina, la luz filtr¨¢ndose entre ella, el silencio¡­ Recuerdo escuchar a mi padre cuando se iba a trabajar por la noche, y pensar en todo el misterio que envolv¨ªa su trabajo. Hay toda una m¨ªstica ah¨ª. Y donde hay misterio suele haber poes¨ªa, ?no?

¡ª?C¨®mo fue su despertar po¨¦tico?

¡ªA los 14 o 15 a?os empec¨¦ a leer poes¨ªa. Esto coincidi¨® con una temporada en que daba largos paseos sola por el pinar en mi pueblo. Entonces conoc¨ª a Lorca, Neruda, Aleixandre, Vallejo¡­ Recuerdo que mi primer poema, lo primero que yo consider¨¦ un poema, lo utilic¨¦ para una redacci¨®n libre del instituto. Trataba de un edificio que se me derrumba encima o algo as¨ª. Bueno, el profesor me llev¨® aparte y me pregunt¨® si estaba bien, como si yo tuviera alg¨²n problema personal (r¨ªe). Desde entonces procur¨¦ llevarlo en secreto.

¡ª?A qu¨¦ huele la Residencia de Estudiantes? Usted es becaria este a?o, ?C¨®mo es vivir all¨ª?

¡ªEs extra?o. Tu cuarto es como de hotel, durante un tiempo me cambi¨¦ a otro porque pintaban el m¨ªo, y excepto por un par de grietas que ten¨ªa localizadas, era exactamente igual. Una habitaci¨®n doppelg?nger. La Residencia es a la vez un sitio propio y ajeno, y estar en esa tensi¨®n, no sentirme c¨®moda del todo, me ayuda mucho a trabajar. ?Que a qu¨¦ huele? A jaras, a romero, a mimosas. A gatos. A ropa limpia.

¡ª?En el d¨ªa a d¨ªa en la Residencia, se tiene presente la historia que ha vivido un sitio as¨ª?

¡ªS¨ª, sobre todo al principio. Al llegar le¨ª los diarios del poeta y pintor Jos¨¦ Moreno Villa, que estuvo viviendo en la Residencia muchos a?os, hasta los primeros meses de la Guerra. Me identificaba con lo que ¨¦l escrib¨ªa, o m¨¢gicamente la realidad me conectaba, mientras le¨ªa sus descripciones de los primeros bombardeos, que ¨¦l escuchaba desde su cuarto, comenzaron a pasar encima del m¨ªo los aviones del ej¨¦rcito que hac¨ªan ensayos para el d¨ªa del desfile, era octubre, su ruido atronador parec¨ªa salido directamente del libro, eran como dimensiones alternas que se tocan por error.

¡ª?Qu¨¦ tiene en su mesita de noche?

¡ªSoy de leer muchas cosas a la vez. Luz de agosto, de Faulkner; Cartas a Vera, de Nabokov; Desgracia, de Coetzee; Glas, de Derrida; Distancia de rescate, de Samanta Schweblin.

¡ª?Qu¨¦ le espera a la poes¨ªa en espa?ol?

¡ªNo lo s¨¦, pero me fijar¨ªa en lo que se est¨¢ escribiendo en Latinoam¨¦rica, por ah¨ª nos llegan vuelos diferentes. Y creo que aqu¨ª estamos empezando a investigar ciertos desbordes del poema m¨¢s all¨¢ del papel; los l¨ªmites con lo esc¨¦nico y lo sonoro: el poema que se convierte casi en un cuerpo performativo. Explorar esos l¨ªmites, y rebasar o tensionar lo normativo de la lengua es lo que m¨¢s me interesa.

?ngela Segovia: ¡°Me interesa el poema que desborda el papel¡±