Guerra al filantrocapitalismo
David Rieff pasa revista cr¨ªtica a los organismos internacionales, fundaciones y ONG que aspiran a acabar con el hambre en el mundo en un ensayo de argumentos fascinantes
Si es de los que creen que el progreso tecnol¨®gico y la filantrop¨ªa van camino de acabar con el hambre en el mundo, David Rieff tiene malas noticias para usted. Su nuevo ensayo, El oprobio del hambre, es un repaso cr¨ªtico y minucioso a los organismos internacionales, fundaciones y ONG que aspiran a acabar con el hambre en el mundo y que, pese a sus buenas intenciones, logran, a juicio del autor, resultados decepcionantes.
Rieff reconoce que se han producido ciertos avances en la erradicaci¨®n del hambre en la ¨²ltima d¨¦cada, pero tambi¨¦n advierte de que la poblaci¨®n no deja de crecer, de que el planeta se calienta a marchas forzadas provocando sequ¨ªas y arrasando cosechas y de que la desigualdad avanza sin freno. ?C¨®mo vamos a alimentar a los 9.000 millones de personas que habitar¨¢n el planeta a mediados de siglo?, se pregunta con angustia neomalthusiana.
Seis a?os ha dedicado el autor de A punta de pistola o Contra la memoria a escribir esta valiente e inteligente disecci¨®n de las pol¨ªticas de desarrollo, en la que dispara sin miramientos y con la que probablemente no har¨¢ muchos amigos en el mundillo humanitario. El blanco de sus demoledoras cr¨ªticas son inversores que especulan con materias primas, el Banco Mundial, las ONG, la ayuda oficial al desarrollo de los pa¨ªses ricos y, sobre todo, los filantrocapitalistas. De ellos dice que ¡°juegan a ser dios¡± y que no rinden cuentas m¨¢s que a s¨ª mismos. De Bill Gates llega incluso a escribir que es tan totalitario como Fidel Castro.
A ¡°las ¨¦lites del desarrollo¡± les acusa sobre todo de predicar un optimismo casi mesi¨¢nico, de no decir la verdad a sabiendas cuando anuncian con estruendo que asistimos al principio del fin del hambre en el mundo. De ellos dice tambi¨¦n que se mueven en un magma en el que los intereses comerciales y los fines altruistas no acaban de estar bien delimitados. ¡°?Es una exageraci¨®n aseverar que a principios del siglo XXI a veces puede parecer que cuatro categor¨ªas de personas (¡) tienen derecho a comportarse como les plazca: los ni?os, los psic¨®patas, las v¨ªctimas y los fil¨¢ntropos?¡±, escribe.
El autor dedica demasiadas p¨¢ginas a explicar qu¨¦ se est¨¢ haciendo mal y pocas a exponer c¨®mo hacerlo mejor
El problema de fondo es lo que Rieff llama la ¡°antipol¨ªtica tecnocr¨¢tica¡±, que asegura que inspira los programas de ayuda al desarrollo. Es decir, la creencia de que una buena dosis de innovaci¨®n promovida por el sector privado lo arreglar¨¢ todo. Para demostrar que se trata de una creencia err¨®nea, Rieff cita como ejemplo la revoluci¨®n verde y la eclosi¨®n transg¨¦nica que se supon¨ªa que iban a llenar los est¨®magos de los hambrientos y no lo hicieron. Rieff parece alinearse m¨¢s bien con los activistas que defienden que las hambrunas son sobre todo un problema de acceso y no tanto de producci¨®n, y rescata en el libro una poderosa cita de Mahatma Gandhi: ¡°En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no para satisfacer su codicia¡±.
El tema y los argumentos de Rieff son fascinantes, el problema es que el autor dedica demasiadas p¨¢ginas a explicar qu¨¦ se est¨¢ haciendo mal y tal vez demasiado pocas en exponer c¨®mo se podr¨ªa hacer mejor. Solo al final del libro, Rieff apunta a recetas como el fortalecimiento del Estado y la democracia en un mundo en el que ¡°nuestra pol¨ªtica se ha corrompido con el dinero y la publicidad¡±. Puede que sea esa la v¨ªa adecuada, pero resulta una respuesta excesivamente vaga y escasa tras m¨¢s de 400 p¨¢ginas dedicadas a desmontar los logros de las organizaciones humanitarias.
El oprobio del hambre. Alimentos, justicia y dinero en el siglo XXI. David Rieff. Traducci¨®n de Aurelio Major y Lucas Aznar. Taurus. Madrid, 2016. 430 p¨¢ginas. 23,90 euros
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