30 a?os de m¨²sica de todo el mundo

"Trajo un papelito con un listado de nueve canciones y dijo que aquello era su disco¡±, recuerda el due?o y productor ejecutivo de World Circuit Records, Nick Gold. El pasaje reconstruye aquella vez que Gold ultimaba la grabaci¨®n de Buena Vista Social Club en La Habana y rogaba a que le diera tiempo a hacer el primer ¨¢lbum de Rub¨¦n Gonz¨¢lez, pianista de la legendaria banda cubana.

El deleite de los sonidos que formar¨ªan parte de Introducing Rub¨¦n Gonzalez es el reflejo de una man¨ªa que resume el trabajo de World Circuit. Gold solo se atarea con aquello que le emociona musicalmente en una especie de principio inexorable que define la manera de hacer discos como el que amasa pan casero. Hundiendo los dedos y enharinando el repertorio.

El sello echa la vista atr¨¢s a aquellos dos primeros lanzamientos, La Tremenda, de la venezolana Mar¨ªa Rodr¨ªguez y Sonidos de Sud¨¢n, Volumen 1, de Abdel Gadir Salim. Han pasado 30 a?os, pero en esta discogr¨¢fica independiente de Londres sigue primando el gusto de su productor por trabajar siempre con "artistas cuya m¨²sica es excepcional". "Ahora gozamos del lujo de tener m¨¢s tiempo para repetir cosas si no han salido como se quer¨ªa, adem¨¢s de contar algo m¨¢s de dinero", explica Nick Gold.

En una empresa que en la actualidad solo cuenta con cuatro empleados, World Circuit se separa del orgasmo del hit y sigue a lo suyo. Con apenas dos o tres ¨¢lbumes al a?o, el objetivo es obtener un sonido fiel y aut¨¦ntico. Y en ese viaje por mantener unas grabaciones cuidadas, trajeron el son cubano y el blues del desierto de Mal¨ª. Sonidos de "dos pa¨ªses que son musicalmente fascinantes".

Gold fue el impulsor de Ali Farka Tour¨¦ y de Buena Vista Social Club y reconoce que todo fue una coincidencia. Firmaron al bluesman y a Ibrahim Ferrer cuando ning¨²n sello les hac¨ªa caso. La empat¨ªa del productor con ambos m¨²sicos dio paso a numerosos proyectos y, en 1993, Tour¨¦ consigui¨® su primer Grammy gracias a Talking Timbuktu, en colaboraci¨®n con el guitarrista estadounidense Ry Cooder. Fue un punto de inflexi¨®n en un camino ascendente donde el boca a boca funcion¨®, y la discogr¨¢fica comenz¨® a poner ¨¢lbumes en los estantes. Llegaba el g¨¦nero World Music, algo que, sin embargo, sigue sin agradar a Gold.

"Es una categor¨ªa que muestra muchas limitaciones. Es un espacio para ganar exposici¨®n y llamar la atenci¨®n del p¨²blico, pero es una min¨²scula etiqueta para la enorme cantidad de m¨²sica que abarca. Es algo que, quiz¨¢s, sirvi¨® anteriormente, pero ahora la gente es menos ignorante musicalmente", explica el productor brit¨¢nico.

Enamorado de Cuba

Enamorado de la m¨²sica cubana, Gold intent¨® realizar un disco colaborativo entre m¨²sicos de Mal¨ª y Cuba. Los africanos nunca pisaron La Habana, debido a un problema con los pasaportes, pero el imprevisto no desmotiv¨® al productor. El Estudio Egrem se convertir¨ªa entonces en un espacio para revisitar la m¨²sica de la isla y punto de encuentro de Compay Segundo, Eliades Ochoa, Ibrahim Ferrer y otros guajiros que grabaron lo que es hasta la fecha el disco cubano m¨¢s vendido de la historia, Buena Vista Social Club. Y de ah¨ª a los reconocimientos, aunque la forma de trabajar de Gold apenas haya cambiado.

El mimo de cada grabaci¨®n es un factor primordial, ya sea en el estudio londinense de la compa?¨ªa o en el terreno. Siguiendo aquel consejo de Ali Farka Tour¨¦ de que la m¨²sica es mejor grabarla donde pertenece, Gold y el ingeniero de sonido Jerry Boys llegaron a Mal¨ª con un estudio m¨®vil y la intenci¨®n de acabar con los cinco a?os de silencio de Tour¨¦. En una habitaci¨®n del hotel Mand¨¦, de Bamako, "con vistas al r¨ªo N¨ªger y muy buena comida local", el guitarrista maliense grab¨® junto a Toumani Diabate In The Heart of The Moon (2005), uno de los trabajos m¨¢s aclamados del sello y que gan¨® el Grammy al mejor ¨¢lbum tradicional de m¨²sicas del mundo.

World Circuit ha atra¨ªdo a m¨²sicos como Toumani Diabat¨¦, Tony Allen, Sierra Maestra, Fatoumata Diawara u Orlando Cachaito Lopez, que se han unido a la discogr¨¢fica que tambi¨¦n lanz¨® Rumba? Argelina (1993), del grupo espa?ol Radio Tarifa. Gold incluso consigui¨® un viejo sue?o y devolvi¨® a Occidente la juerga setentera de Dakar gracias a que fue el art¨ªfice del regreso de la banda senegalesa Orquestra Baobab.

Sin apenas celebraciones por estos 30 a?os, la discogr¨¢fica trabaja ahora en un disco recopilatorio que conmemorar¨¢ el d¨¦cimo aniversario del fallecimiento de Ali Farka Tour¨¦ y que saldr¨¢ en mayo. Adem¨¢s, Gold est¨¢ envuelto en los detalles del Adi¨®s Tour, de la Orquestra Buena Vista Social Club, una gira de despedida que pasar¨¢ por Barcelona a principios de abril. Gold era ese joven que trabajaba en una tienda de discos de jazz y que puso su encandilamiento por la m¨²sica cubana y del oeste de ?frica a disposici¨®n de su peque?a discogr¨¢fica. Ahora contin¨²a explorando universos sonoros aunque guarda recelo de sus propios o¨ªdos. "Puede parecer rid¨ªculo pero cuando me intereso por la m¨²sica de alg¨²n pa¨ªs temo que pueda ocurrir lo mismo que con Mal¨ª o Cuba porque no podr¨ªamos dar abasto".